Euro: batiendo récord

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Euro: batiendo récord
-Impulso en moneda común
-A.L lenta para diversificar

El viernes pasado cerca del mediodía, en Europa el euro llegó a cotizar en 1.53 dólares. Se vivió una nueva jornada histórica para la moneda común que, desde su introducción en 2001 ha ido remontando.
    El euro no sólo ha logrado eclipsar al dólar sino que, además, ha mostrado todas sus debilidades.
    Para América Latina, si bien el euro no figura entre su catálogo de monedas de reserva y la región se mantiene tercamente ligada al dólar, cada vez más empresarios, nuevos ricos y ahorradores con determinado poder adquisitivo trasladan su ahorro hacia el exterior, cambiándolo a euros,  sobre todo lo hacen eligiendo  bancos españoles por la ventaja del idioma.
    ¿Hasta cuándo van  a reaccionar las economías latinoamericanas para abrir su cesta de reserva, ahorro e inversión en euros? Les beneficiaría en todos los sentidos empezando por evitar un traslado del ahorro hacia el exterior.    
    Es interesante notar que ni siquiera los propios analistas de la región de América Latina han analizado  la falta de reacción de los bancos centrales, de los propios entes reguladores financieros para aceptar que la intromisión del euro permitiría dar un bálsamo a la inversión europea en la región, fomentar las relaciones comerciales América Latina  y la Unión Europea, sea en la parte del tratado con México o en el marco de las negociaciones con el MERCOSUR.
    El euro proporciona una forma óptima de diversificar los riesgos en la región, al compensar las pérdidas del dólar con el euro y viceversa.
    Si bien algunos ensayos relacionados con la apertura financiera en la región hacen alusión a los  diferentes procesos, los éxitos, fracasos, las insuficiencias, no obstante pasan de largo en destacar que las reformas financieras fomentadas en buena parte de la década de los noventa en América Latina fueron únicamente favorables a la presencia del dólar en la región.
    Algunos textos como el escrito por María Cristina Penido de Freitas y Daniela Magalhaes Prats en “La experiencia de apertura financiera en Argentina, Brasil y México”, publicado en la revista de la CEPAL refieren a las  diferencias reformadoras en estos tres países, y coincido en que la calidad de las reformas llevaron a resultados posteriores en unos casos desastrosos como México y Argentina.
Empero,  no se valora que la  desregulación ignoró al euro. Curiosamente pasó en México y Argentina, dos economías con una fuerte presencia del dólar, en cambio en Brasil, el  Banco Central do Brasil si bien mantiene sus reservas en dólares, no permitió la apertura de operaciones en dólares a personas físicas y morales, ni fomentó un incremento en los cocientes de dolarización en su economía.
Me parece que intuitivamente lo hizo mirando más hacia el eje Unión Europea-euro en el mediano  o largo plazo.
De manera analítica considero que la introducción del euro sobre de los sistemas bancarios latinoamericanos tendría los siguientes efectos: 1) Un efecto catalizador sobre el desarrollo de los mercados de bonos monetarios integrados de Europa.  2) Incentivaría la competencia entre los bancos y otras fuentes de financiamiento.  3) La mayor competitividad de los bancos y sistemas financieros en general incrementaría  la eficiencia en la asignación de recursos  y, a la larga, estimularía  la inversión y la creación de empleos. 4) El euro puede convertirse en una fuente alterna de financiamiento para América Latina.  4) El papel que juegan las instituciones financieras europeas en América Latina. Concretamente, desde el punto de vista de España, instituciones como  BBVA y BSCH, son bancos muy fuertes en México, Argentina y Colombia.  Las relaciones financieras encontrarían un impulso en el euro. 5) Los bancos centrales empezarían a ajustar sus reservas, dependiendo de la fortaleza de cada moneda, con la idea de diversificar riesgos.  6) La diversificación del riesgo, muchas empresas podrían empezar a diversificar sus carteras entre dólares y euros. Esto, tomando en cuenta que el dólar y el euro dependen de dos fundamentos económicos distintos. El dólar de las condiciones macroeconómicas de Estados Unidos y el euro de las condiciones macroeconómicas de Europa. 7) Por razones comerciales, hasta el momento, la mayor parte del comercio entre Europa y América Latina es en dólares. Teniendo al  euro como referencia aumentaría el número de contratos por el lenguaje común monetario.
    A la fecha, en la Unión Europea la Comunidad tiene  una política neutral respecto de la internacionalización del euro.
De acuerdo con datos de Bélgica, Bruselas, desde la introducción del euro, su participación en reservas oficiales en el mundo en moneda extranjera aumentó desde el 13.5% en 1999 a casi el 20% en 2003.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la participación del dólar aumentó de  forma constante hasta 2001, alcanzando cerca del 67%, pero desde entonces retrocedió moderadamente a alrededor de 64% en 2003.
El alza en el peso del euro en las reservas ha tomado lugar tanto durante el periodo de depreciación de euro (1999-2001) como en el subsiguiente periodo de apreciación del euro (2002-2003). El incremento observado durante este último periodo refleja una combinación de factores y no sólo el posible cambio de percepción respecto de la fortaleza del dólar.
También refleja, en particular, un cambio estructural hacia una mayor diversificación en la explotación de divisas de los bancos centrales, así como los efectos mecánicos de una valorización provocada por la apreciación del euro sobre el dólar (que se estima explica casi la mitad del aumento).
De acuerdo con datos de principios de diciembre del 2004 del Banco para Acuerdos Internacionales (BPI), miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) redujeron el porcentaje de sus depósitos en dólares de 75% en el tercer trimestre del 2001 a 61.5% y lo siguen haciendo hasta la fecha.
En las decisiones involucradas habrían contado factores que iban desde la devaluación del precio real del petróleo, al estar éste definido en dólares, hasta el temor de millonarios musulmanes de un posible embargo de sus cuentas en Estados Unidos como parte de la guerra contra el terrorismo y contra el financiamiento del mismo.
Abramos bien los ojos buena parte de la turbulencia actual no es únicamente adjudicada al cien por cien a la crisis de Estados Unidos, se resiente en los mercados financieros el reacomodo de inversiones de todo tipo que resultan de deshacer posiciones en dólares para adquirir nuevas en euros.  

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