Consideraciones sobre la Nueva Política de Defensa Nacional del Brasil
Melquisedec Nascimento
Presidente del Instituto Abreu e Lima
Rio de janeiro, Brasil
El Decreto Federal N.º 5.484, con fecha de 30 de junio de 2005, aprobó una nueva Política de Defensa Nacional (PDN) para el Brasil. Se trata de una política adecuada para una nueva realidad, libre de ambigüedad que siguió a la Segunda Guerra Mundial, este punto de vista aún se encuentra enraizada en muchos sectores da la sociedad brasileña. La nueva política defiende el desarrollo de la industria de defensa y la integración regional de la misma, mediante sociedades estratégicas con los países amigos.
Algunos conceptos son fácilmente comprendidos, por ejemplo, cuando se refiere a la seguridad como «la condición que permite al País para la preservación de la soberanía y la integridad territorial, la ejecución de sus intereses nacionales, libre de presiones y amenazas de cualquier naturaleza, es la garantía de los ciudadanos al ejercicio de los derechos y deberes constitucionales». Además, la Defensa Nacional define como «el conjunto de medidas y acciones del Estado, con énfasis militar, para la defensa del territorio, de la soberanía y de los intereses nacionales contra las amenazas preponderantemente externas, potenciales o manifiestas».
Lo que más llama atención es la determinación de estimular el cumplimiento establecido en la Constitución Federal, en su Párrafo Único, del Articulo 4º:«La República Federativa del Brasil buscará la integración económica, política, social y cultural de los pueblos de América Latina, propiciando la formación de una comunidad latinoamericana de naciones», pues al abogar el desarrollo de la industria de defensa y la integración regional de esa industria, mediante sociedades estratégicas con los países amigos, se camina para la eficaz integración, mientras la elite brasileña, con amplio apoyo de los sectores de la prensa, prefiere estimular la integración con los EUA. El documento realza la intensificación de la cooperación internacional con los países de América del Sur, como también la importancia del desarrollo de una mentalidad de defensa en la sociedad brasileña, o sea, la concienciación de una sociedad para los asuntos de defensa, con finalidad de sensibilizarlos para la importancia de puntos relativos a la soberanía, a los intereses nacionales y la integridad territorial del País. El documento defiende aún la intensificación del intercambio con las Fuerzas Armadas de las naciones amigas, principalmente en América del Sur. Sobre la Amazonía, señala la necesidad de acciones estratégicas, a objeto de fortalecer la presencia militar, la efectiva acción del Estado en el desarrollo y ampliación de cooperación con los países vecinos. En el Atlántico Sur, defiende la necesidad de medios para ejercer la vigilancia y la defensa de las aguas en la jurisdicción brasileña.
Para finalizar, citamos las ilustres palabras del Profesor Eduardo Italo Pesce: «En el Siglo XXI, Brasil necesitará que las Fuerzas Armadas sean capaces no solamente de alejar las amenazas a la soberanía y a los intereses nacionales y defender las fronteras, el territorio, el espacio aéreo, el mar patrimonial y la plataforma continental, pero que también sean capaces de proyectar el poder y la influencia del País en el exterior. Con otras palabras, Brasil precisará de una Marina oceánica, de una Fuerza Aérea con capacidad de respuesta inmediata y de un Ejército capazmente expedicionario».
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