
Cantos tradicionales del pueblo rarámuri y poesía en lengua maya y tzotzil para difundir la cultura
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Briceida Cuevas Cob recitó
textos tradicionales de la
comunidad maya de
Tepakán Calkiní, Campeche
y poemas propios que
sorprendieron al público
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA
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Ciudad de México.- 25 de Febrero del 2008.- (Homero Bazán/CONACULTA) Los cantos tradicionales del pueblo rarámuri, así como poesía en lengua maya y tzotzil que retratan las enseñanzas ancestrales de sus comunidades, conformaron el programa del segundo día de actividades del Día Internacional de la Lengua Materna, realizado en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
El grupo Rajelí a’li Makawi, conformado por Clorinda Palma y Cristina Rayo, interpretaron las letras del compositor Malawi, quien durante varios años se ha dedicado a difundir la cultura de las comunidades que habitan en la Sierra Tarahumara.
En entrevista, el cantautor dijo que las tradiciones representan para el pueblo rarámuri parte de una patria que portan consigo como una piel a cualquier lugar de México o del mundo.
“La música es un puente de entendimiento con cualquier pueblo. Nosotros hemos llevado nuestro canto a lugares como España y Austria, donde las leyendas y cuentos de nuestra comunidad han sido muy bien recibidos. Creemos que nuestra lengua materna representa uno de los más grandes orgullos y de ahí la importancia de difundirla entre las nuevas generaciones”.
Por su parte, la escritora Ruperto Bautista realizó una lectura poética del texto Vivencias, donde narra el sufrimiento del pueblo indígena desde tiempos de la conquista hasta la era moderna.
“Es un texto fuerte, en la que hay mucha tristeza y dolor, pero también se resalta cómo la riqueza indígena ha sobrevivido a las más grandes catástrofes e injusticias y cómo ha conservado sus tradiciones, su ciencia y sabiduría”.
Bautista, quien fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para realizar el libro Je bix k’in, acerca de la vida cotidiana de la mujer maya, afirmó que la cosmovisión de los pueblos indígenas que habitan en todo México no está separada, por el contrario, existe una línea común legada por los ancestros y que afirma que todos provenimos de la misma raíz materna. Una concepción que está profundamente ligada con la tierra y los elementos.
“México es indígena y creo que el gran reto en el siglo XXI será reconocerlo a todos los niveles culturales e institucionales. Creo que muchos de los problemas actuales como el calentamiento global, podrían revertirse si se tomara como modelo la filosofía de muchos pueblos antiguos, que han vivido siempre en armonía y tienen como principal valor el respeto hacia su entorno”.
Briceida Cuevas Cob recitó también textos tradicionales de la comunidad maya de Tepakán Calkiní, Campeche, además de poemas propios que sorprendieron al público por su profunda relación con la lucha feminista.
“Se trata de poemas que toman a la luna y sus diversas fases como una alegoría de la situación de la mujer en este mundo. La naturaleza nos da muchas enseñanzas simbólicas en cada uno de sus elementos pero, desafortunadamente, en el mundo moderno las personas han perdido su capacidad para observarlos”.
Briceida Cuevas afirmó que en contradicción con los recursos tecnológicos que han aportado los procesos globalizadores, no se difunde a las cultura indígenas con toda la importancia que merecen.
“Muchos jóvenes no están interesados en conocer o difundir su propia lengua o tradiciones, por ello deben crearse espacios, programas y celebraciones para conservar este legado que representa en realidad el rostro y el signo de identidad más importante de nuestro país”.