
Conmemorarán el “Día Internacional de la Lengua Materna”, proclamado por la UNESCO en 1999
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Proteger el patrimonio
lingüístico de la humanidad
es esencial para la
Organización de las Naciones
Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
Foto: Cortesía
Arturo López/CONACULTA
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El Día Internacional de la Lengua Materna fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999 y desde el 21 de febrero de 2000, anualmente, esta fecha es observada con el objetivo de promover el multilingüismo y la diversidad cultural
Ciudad de México.- 19 de Febrero del 2008.- (Alfredo Camacho/CONACULTA) Por noveno año consecutivo, el 21 de febrero se conmemorará el Día Internacional de la Lengua Materna, cuyo propósito es reconocer y promover la diversidad lingüística y cultural, que constituye un factor esencial para fomentar el entendimiento entre los pueblos, el diálogo intercultural y la construcción de una cultura en favor de la paz.
La protección del patrimonio lingüístico de la humanidad representa una de las preocupaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que, desde 1951, vincula las lenguas con la educación, propicia la reflexión de los gobiernos, estudiosos y hablantes, sobre la importancia de las lenguas como medio de expresión de la sabiduría de los pueblos.
Las lenguas son el instrumento de mayor alcance para la preservación y el desarrollo de nuestro patrimonio cultural tangible e intangible. Toda iniciativa para promover la difusión de las lenguas maternas servirá, no sólo para incentivar la diversidad lingüística y la educación multilingüe, sino también para crear mayor conciencia sobre las tradiciones lingüísticas y culturales del mundo e inspirar a la solidaridad basada en el entendimiento, la tolerancia y el diálogo.
El 21 de febrero de 2001, en un mensaje al mundo, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, subrayó: “La lengua es mucho más que un instrumento, mucho más que una herramienta. No en vano estructura nuestro pensamiento, articula nuestras relaciones sociales y crea nuestros vínculos con la realidad, erigiéndose así en una dimensión básica del ser humano”.
En su discurso aseveró que de los primeros a los últimos momentos de nuestra existencia, de generación en generación, la lengua nos acompaña, nos sirve, nos crea. Es un ingrediente esencial de la vida familiar, laboral, escolar, política, mediática y judicial, forma la base de la investigación científica y también del espacio religioso.
Por ello es natural que el uso de las lenguas, lejos de representar una mera cuestión técnica, constituya la encrucijada en la que convergen gran número de problemas muy delicados y diversos. El hecho de utilizar o no una lengua en espacios públicos como la escuela, los medios de comunicación o Internet remite pues a territorios como la identidad, la pertenencia nacional o el poder.
La Conferencia General de la UNESCO, consciente de todo lo que la lengua pone en juego, decidió en noviembre de 1999 instituir el Día Internacional de la Lengua Materna, con ánimo de hacer de él una oportunidad de reflexión y movilización. Desde entonces, las cuestiones lingüísticas vienen siendo objeto de interés creciente.
No es menos importante el hecho de que varios instrumentos normativos elaborados en estos años por la UNESCO contengan importantes referencias a las lenguas. Tal es el caso de la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural y su Plan de Acción (2001), la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003), la Recomendación sobre la promoción y el uso del plurilingüismo y el acceso universal al ciberespacio (2003) o la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2005).
También se inscriben en este contexto de interés creciente la proclamación de 2006 Año Internacional de las Lenguas, por parte de la Unión Africana, y las reuniones organizadas durante y entre las dos fases de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, en diciembre de 2003 y noviembre de 2005. Estos debates, en vista de la cantidad y calidad de los recursos movilizados y de la influencia que pueden tener en nuestras sociedades, constituyen un éxito incuestionable.
Es importante aclarar que el ciberespacio representa, en efecto, una dimensión fundamental para la expresión y promoción de las lenguas, y la presencia de una de ellas en la Red sólo es posible cuando se dan una serie de condiciones políticas, sociales y técnicas.
La UNESCO, que tiene el deber de facilitar que esas condiciones se vayan cumpliendo de forma coordinada en el plano nacional, regional e internacional, está dispuesta a ejercer activamente su papel de laboratorio de ideas, catalizador y valedor internacional, facilitando que se debatan, negocien y realicen acciones multilaterales eficaces y duraderas, portadoras de esperanza para todos.
La promoción de las lenguas en el ciberespacio, factor básico para erigir sociedades del conocimiento en un contexto realmente multicultural, nunca será una realidad sin la participación de todos los interesados.
Por todo ello, el Día Internacional de la Lengua Materna adquiere particular relevancia en México, que se reconoce como una nación pluricultural.
El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) reconoce que en nuestro país existen, por lo menos, 364 variantes lingüísticas, las cuales, según indicadores del INEGI, son medios de expresión de más de 6 millones de personas, que en promedio representa el 6.7 por ciento de la población total.
La mayoría de los hablantes de lenguas indígenas radican en los estados del sur y sureste del territorio nacional, aunque también se encuentran núcleos importantes en el centro y en las costas del Golfo y del Pacífico. En este sentido, Oaxaca, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo e Hidalgo son las entidades con mayor población indígena.
Las lenguas indígenas con mayor número de hablantes son el náhuatl (1.4 millones), maya (759 mil), mixteco (423 mil), zapoteco (410 mil) y tzotzil (329 mil).
La Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, festeja este día con la presentación de la novela en zapoteco Xtille zikw belé, ihén nháljhe Ke Yu´Bza´o (Pancho Culebro y los nahuales de Tierra Azul), cuyo autor es Mario Molina Cruz, y del poemario en náhuatl Chikome xochitl (Siete flor), de Juan Hernández Ramírez. Obras que se hicieron acreedoras del Premio Nezahualcóyotl de Literatura 2006 y serán comentadas por Aralia López González, Donald Frischmann y Patrick Johansson el jueves 21 de febrero a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
El viernes 22, a las 16:00 horas en el Palacio de Bellas Artes, tendrá verificativo el “Recital poético musical en lenguas mexicanas”, en el que participan Mary Medina (cantante y compositora zapoteca), Briseida Cuevas (poeta maya), Ruperta Bautista (poeta tzotzil) y el dueto rarámuri Rajeli y Makawi, bajo la conducción de la poeta ñuu savi Patricia Celerina Sánchez.