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Libros - February 15, 2008

Mónica Brozon presenta “Oídos en el rincón”, en la II Feria Internacional de Lectura de Tonanzintla

En el libro, la autora narra
la historia de Valeria, una
niña sin amigos que todas
las noches es molestada
por un mosquito
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA

Ciudad de México.- 15 de Febrero del 2008.- (Homero Bazán/CONACULTA) Mónica Brozon está convencida de que la lectura debe afianzarse desde temprana edad al espíritu. No debe ser un castigo, una tarea o una obligación, los padres y maestros deben inculcar a los niños este hábito de forma lúdica. La reconocida escritora de libros infantiles está convencida de que una vez que el gusto por leer se asocia con lo placentero, se arraiga para siempre en la vida de todo ser humano.

 

Egresada de la escuela de la Sociedad General de Escritores de México, Mónica Brozon es considerada una de las autoras infantiles más prolíficas del país. Su más reciente libro, Oídos en el rincón, editado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, fue presentado en Tonanzintla, Puebla, la mañana del 14 de febrero en el marco de la Segunda Feria Internacional de Lectura (FILEC).

 

La ceremonia fue inaugurada poco antes de la presentación por Alma Carrasco y Verónica Macías, presidenta y directora del Consejo Puebla de Lectura; José Guichard Romero, director del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica; Philippe Faure, director de la Alianza Francesa y Barbara Walter, presidenta de la Asociación Internacional de Lectura.

 

La autora sostuvo una charla con decenas de niños congregados en el auditorio de la carpa principal de la feria, donde habló de su incursión en las letras, las temáticas de algunos de sus libros, así como del placer de leer, actividad que en su opinión debe ser progresiva para ir ganando terreno en el alma de cada niño.

 

“Hay prácticas muy arcaicas que lo único que logran es alejar a las personas de este maravilloso mundo de conocimiento. La lectura, ante todo, debe despertar el interés. No se le puede pedir a un niño de primaria o secundaria que lea a Juan Rulfo cuando apenas está conformando un gusto y conociendo la naturaleza humana. Precisamente, una de las funciones de los libros infantiles es convertirse en una guía en estas primeras etapas”.

 

Brozon considera que el libro continúa siendo uno de los instrumentos más prácticos para acceder al conocimiento y para desarrollar la imaginación. “Un libro es completamente portátil, no requiere de cables ni de electricidad para funcionar. Sus historias, a diferencia de una película, pueden adaptarse incluso a nuestra capacidad para imaginar. No se necesita de un presupuesto, como en el cine, o de escenografías y actores, como en el teatro, para que nosotros mismos aportemos nuestro propio universo y nuestra experiencia de vida a un texto”.

 

En el libro Oídos en el rincón, ilustrado por María del Mar Hernández Gázquez, la autora narra la historia de Valeria, una niña sin amigos que todas las noches es molestada por un mosquito. Un buen día la pequeña descubre a una pequeña araña que habita en el rincón de su pared y el bichito se convierte en su principal confidente, además de ayudarla a resolver su problema para conciliar el sueño.

 

Perteneciente confesa a la generación nacida en los años ochenta, María Brozon dijo que su inclinación por escribir cuentos para niños se debe a la pasión que experimenta desde los siete años por narrar historias, sin importar que a esta clase de literatura no se le dé la importancia que merece entre algunos círculos de intelectuales.

 

“Cuando gané un premio por mi primer libro, algunas personas me miraban de foirma condescendiente y literalmente decían: ´Qué bueno que te ganaste este premiecito, pero a ver cuando te pones a escribir algo serio´. Lamentablemente ese menosprecio por la literatura infantil sigue muy presente”.

 

Afirmó que una de las características de sus libros es alejarse de los consabidos  diminutivos y situaciones ñoñas, para que puedan ser disfrutados tanto por un niño como por un adulto.

 

“Un libro puede ser una presencia de gran riqueza sin importar si fue concebido para un lector grande o chico. En lo personal escribo también para que cada texto me divierta también a mí. El sentido del humor es algo muy importante. Mi función como escritora es mostrar a los niños que la lectura puede ser la compañía más formidable. El descubrir a un niño carcajeándose con alguno de mis textos es para mí el mejor regalo”.

 

El libro Oídos en el rincón se encuentra disponible en la red Libros y Arte de todo el país. La Segunda Feria Internacional de Lectura (FILEC), organizada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y el Consejo Puebla de Lectura A.C., con el apoyo del Consejo Nacional para Cultura y las Artes y la Secretaría de Cultura del estado de Puebla, continuará hasta el 17 de febrero.

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