
Eduardo Matos Moctezuma, “Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007”
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Matos ha participado en el
descubrimiento de más de
100 ofrendas depositadas en
diversos puntos del Templo Mayor
Foto: Cortesía INAH
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 11 de febrero de 2008. Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recibirá el próximo viernes 15 el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 en la categoría de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía por sus contribuciones al fortalecimiento de la identidad mexicana y proyección nacional e internacional de las culturas prehispánicas, particularmente de la mexica.
De acuerdo con un comunicado de prensa del INAH, Matos Moctezuma, con más de 45 años de trayectoria profesional, señaló: “La arqueología es una disciplina de gran tradición en México y ha habido aportes significativos en los últimos años. Se ha seguido avanzando y creo que hay todo un mundo aún por investigar, lo importante en este sentido es contar con proyectos bien elaborados y fundamentados, y trabajar sobre eso”.
Así, el investigador emérito se suma a la lista de arqueólogos del INAH que han sido galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, tales como Alfonso Caso en 1960, Ignacio Bernal en 1969 y Román Piña Chán en 1994, los dos últimos maestros de Matos, así como el antropólogo Rodolfo Stavenhagen, egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Matos es maestro en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología por la ENAH y la UNAM, y sus aportaciones más significativas se enmarcan en el diseño y coordinación en 1978 del Proyecto Templo Mayor, con el cual se emprendieron las tareas de excavación arqueológica de este recinto sagrado de la antigua Tenochtitlan, que continúa vigente.
Con este trabajo interdisciplinario se logró la liberación de siete etapas constructivas del Templo Mayor y sus elementos escultóricos, el descubrimiento de más de 100 ofrendas depositadas en diversos puntos del edificio prehispánico, de las cuales se han recuperado más de siete mil objetos, así como la excavación a lo largo de tres décadas de espacios aledaños al antiguo recinto sagrado, como la Casa de las Águilas, el Adoratorio B, los templos rojos y recientemente el predio Las Ajaracas.
Además, en 1991 creó el Programa de Arqueología Urbana (PAU) con el fin de profundizar en el estudio del recinto ceremonial de México-Tenochtitlan, del cual se han recuperado más de tres mil objetos arqueológicos procedentes de excavaciones efectuadas en los trabajos de recimentación de la Catedral Metropolitana; en Palacio Nacional, la Casa del Marqués del Apartado y la Librería Porrúa, entre otros predios cercanos al Templo Mayor.
En 1987, fundó el Museo del Templo Mayor, lo que permitió generar una adecuada estrategia de difusión de los resultados del proyecto de investigación. Ese mismo año impulsó el proyecto de investigación de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, ciudad gemela de la antigua Tenochtitlan.
A su labor en torno a la cultura mexica, se suman las aportaciones en el conocimiento de la Zona Arqueológica de Tula en sus distintos periodos (prehispánico, colonial y moderno), así como de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, donde realizó excavaciones en la Pirámide del Sol y creó el Centro de Estudios Teotihuacanos (1994).
Asimismo, el también miembro de El Colegio Nacional se ha distinguido como formador de nuevas generaciones de arqueólogos mediante su labor docente en la ENAH, donde a lo largo de 30 años ha impartido diversas materias,y ha sido maestro invitado en instituciones de Francia, Francia, España, Estados Unidos, Puerto Rico, entre otros países.
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