No tiene la culpa el indio… sino el que lo representa…

COSAS VEREDES MIO CID
Roberto Montes Vázquez  

No tiene la culpa el indio… sino el que lo representa… No sólo Fox le hizo al apejendejado aquel inicio de año cuando regresó trasnochado por las fiestas de Navidad y ante un abuso de autoridad de su gabinetazo, se pedía su intervención como última instancia para arreglar el desaguisado, preguntó sorprendido: ¿Yo por que? También un de 6 de enero, aquel celebre Rey del Ajo y emperador de la Hediondilla, Javier Usabiaga, el día de la promulgación de la ley agraria de Venustiano Carranza, les había espetado a las organizaciones campesinas con soberbia, en la conmemoración campesina en Veracruz, que estaban jodidos por dejados. Ahora «encomensando» el año parece que la anunciada megamanifestación  agraria en contra del TLC, espabila al ejecutivo y hace cambios en su gabinete; el de una Secretaria que nunca dio color y el esperado porque había hecho denodados esfuerzos para merecerlo, al de la mano dura por el gachupín del gabinetito y ojalá se siga con el de la cabeza dura q  ue igualmente fue gobernador de Jalisco y también tiene suficientes méritos para que le toquen las golondrinas tapatías con las guitarras destempladas.

El pasado 6 de enero, Cruz López Aguilar, presidente de la CNC, y Beatriz Paredes Rangel, dirigente nacional del PRI, acusaron al titular de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, de impulsar una confrontación entre los campesinos y el gobierno federal por su actitud enfermiza y de descalificación de sus interlocutores, y por mantener un antiagrarismo genético. Declararon que el campesinado cenecista inició una batalla para retomar el camino justo de la reivindicación de las causas populares que jamás debimos haber abandonado. López Aguilar, ante el desaire que hizo a la ceremonia campesina el funcionario, sostuvo: Quienes proponen la eliminación de las organizaciones concitan la inconformidad generada por el propósito insano de imponer reglas de operación. Son los mismos que minimizan el daño de la apertura comercial, olvidan a propósito la descapitalización del campo, son responsables de los subejercicios y la entrega tardía de los recursos públic  os, y disfrutan de la discriminación institucional de los que menos tienen.

La dirigente nacional del PRI sostuvo que renovará la alianza social e histórica con el campo, el cual, en este año, enfrentará una enorme y compleja problemática. Si el PRI quiere reencontrarse con la realidad social mayoritaria del país, tiene que acompañar las causas justas de indígenas y campesinos; no queremos un partido burocratizado y sólo atento a obsequiar posiciones a quienes adulan a los dirigentes. El presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Héctor Padilla Gutiérrez, y el coordinador de la bancada cenecista en San Lázaro, César Duarte, aseguraron que la CNC recurrirá a los bloqueos de carreteras, defensa jurídica y legislativa, y a todas las herramientas a su alcance para defender sus derechos, lograr respuesta a la exigencia de cambios a las reglas de operación, revisión del capítulo agropecuario del TLCAN y otros temas que harán reaccionar al chaparrito pelón de lentes.

Como palo dado, ni Dios lo quita, habrá que recomendarles a los dirigentes cenecitas que tomen  a cucharadas del olvido con trocitos de valor Ginko Biloba porque en  Veracruz demostraron su pésima memoria. Aunque hoy se desgarren las vestiduras y digan que el campo no resistirá la entrada masiva de productos del campo, olvidan que apoyaron incondicionalmente la firma del TLC y, que incluso participaron a través del cuarto de junto (así se le nombra al espacio de consultas con representantes de los sectores económicos involucrados en la negociaciones) en la redacción del acuerdo el entonces dirigente nacional de la CNC, Maximiliano Silerio Esparza, quien recibió, como premio a su docilidad a las posiciones gubernamentales y las reformas constitucionales al Artículo 27, la gobernatura de Durango. Su segundo de a bordo en la CNC, el hombre de las confianzas del filósofo de Agualeguas, que ni veía ni oía,  Carlos Salinas de Gortari, Hugo Andrés Araujo, fue también premiado con la
  dirección de la organización campesina y una senaduría.

Y para que amarre, el  notable y certero analista político, José Antonio Crespo, en su editorial Horizonte Político dice que al TLC no sólo se opuso el PRD y la izquierda social, sino también facciones dentro del PAN. A favor estaban Diego Fernández de Cevallos (el aliado histórico de Salinas), y Carlos Castillo Peraza, quien señalaba como acertado que se establezca un plazo de 15 años en lo que atañe a la liberalización comercial del maíz y el frijol, pues de abrirse de inmediato… los productores mexicanos se verían virtualmente devastados por la competencia extranjera” (Nexos, Sep/1992), afirmación que, pese al plazo cumplido, está todavía en veremos. En contra estaban Felipe Calderón y José Ángel Conchello, quien declaró que Ningún mexicano bien nacido firmaría el TLC. Y Jorge Ocejo, de la Coparmex (hoy senador del PAN), manifestó en forma persistente su oposición al TLC; en 1991 expresó que el tratado pondría en peligro los valores de los mexicanos, pues acarrearía fenó  menos negativos de transculturalización. Dentro de la Iglesia, hubo también divisiones. Algunos jerarcas como Ernesto Corripio Ahumada y Juan Jesús Posadas respaldaron el TLC, pues significaba una oportunidad de avance porque México no puede ni debe quedar aislado. Sin embargo, la Comisión de la Pastoral Social del Episcopado afirmó que el TLC se había suscrito a espaldas del pueblo.

Y hablando de pastorelas, se aparecen los pastores y dice la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Iglesia Católica Mexicana, que se pronuncia sobre las consecuencias para los indígenas y campesinos de la desgravación arancelaria del Tratado de Libre Comercio. Los campiranos deben decir cómo la raza cervecera y mordaz, no me defiendas com-padre, porque algunos miembros de la clerecía, desafinaron en sus alegorías y les digo con mi añeja irreverencia para la monja poetisa Sor Juana Inés de la Cruz,  en parodia a sus redondillas: Clero necio que acusáis a los medios sin razón/sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis/si con ansia sin igual solicitáis su desdén/ ¿cómo queréis que obren bien si los incitáis al mal? Y que termina diciendo: ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga?: ¿La que peca por la paga o el que paga por pecar?…

 La zorra no ve su cola ni el zorrillo su sotana.

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