“Concheros de la Danza Azteca”, el grupo “Relicario” y Rubí Oceguera rinden homenaje a José Limón

El grupo 'Concheros de la
Danza Azteca' actuó con
una 'Plaza de las Artes'
convertida en verbena
popular y colmada de jóvenes
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA

Ciudad de México.- 19 de Enero del 2008.- (Homero Bazán/CONACULTA) Durante su tiempo libre, entre los ensayos de cada función, José Limón solía leer apasionadamente libros sobre las tradiciones mexicanas, la cultura prehispánica y las cosmogonías sobre las que se cimentó nuestra cultura. En su camerino solían juntarse los volúmenes acerca de los pueblos que habitan en las diversas regiones de nuestro país, información que plasmaría en las coreografías que montó entre los años cuarenta y la década de los setenta.

 

Como un homenaje al respeto, admiración y cariño que el bailarín y coreógrafo mostró por la cultura mexicana, el Centro Nacional de Información, Documentación e Investigación de la Danza José Limón (CENIDI Danza) presentó la noche del 17 de enero en el Centro Nacional de las Artes, el espectáculo de danza tradicional mexicana Las raíces populares en la obra de José Limón, en el marco del programa artístico y académico por sus 25 años de existencia.

 

Con la Plaza de las Artes colmada de jóvenes, actuaron en esta  función convertida en verbena popular el grupo Concheros de la Danza Azteca, acompañados por el grupo veracruzano Relicario y Rubí Oceguera.

El grupo veracruzano 'Relicario'
puso a zapatear a los asistentes
que la gozaron de lo lindo
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA

 

Entre los aplausos espontáneos del público y las parejas que se animaron a ejecutar algunos pasos de baile, los músicos acompañaron el zapateado de sus integrantes con las letras de sus canciones más conocidas como la de El Pescador, que dice

 

Cuando el pescador le reza a la luna del verano, vuelvan los tiempos lejanos del amor y la belleza/ El viejo anciano con su violín de la barba blanca dice así, esos pescados no son para mí, son para mi chica que los va a freír.

 

A su vez el grupo Concheros de la Danza Azteca rindió con sus danzas tradicionales un homenaje a las coreografías de José Limón, en especial Tonantzintla, ubicadas en diversos momentos históricos de nuestro país.

 

En la información difundida por el CENIDI Danza en el marco de estas celebraciones, se explica que la obra Tonantzintla, estrenada el 30 de marzo de 1951, fue una de las más exitosas en la obra José Limón, al abordar un tema nacional. Inspirada en las tradiciones mexicanas era una obra pequeña, compacta, completa, redonda, dramáticamente bien elaborada.

 

Se desarrollaba en un ambiente pueblerino del siglo XVIII. La música fue de Fray Antonio Soler, orquestada especialmente por el compositor español Rodolfo Halffter. La escenografía y el vestuario, ambos de Miguel Covarrubias, fueron considerados obras maestras de su tiempo.

 

En el estreno de esta obra realizado hace 57 años, impresionó al público el telón de fondo donde Covarrubias plasmó la nave de la iglesia indígena de Santa María Tonantzintla, que evocaba un pasado remoto. Limón afirmaría que el sol, la luna y las estrellas, sobre el fondo azul de un cielo, son quizá los últimos vestigios de los dioses que desaparecieron. Los intérpretes fueron Valentina Castro, Marta Castro, Rocío Sagaón y Beatriz Flores. En el estreno, el propio Limón caracterizó un arcángel con atuendo romano.

 

Después del baile y el concierto en la Plaza de las Artes, se escucharon los gritos de ¡Otra, otra!, que animaron al grupo Relicario a regalar algunas piezas más a los asistentes, a quienes invitaron a unirse al tradicional zapateado.

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