Bajón en la dinámica

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Bajón en la dinámica
-Recesión en EUA
-México, entre muros

La recesión es la parte baja de la curva, la que de prolongarse demasiado lleva peligrosamente al estancamiento, a la depresión. En Economía es un augurio que intranquiliza y de cumplirse ocasiona estragos que van más allá del ámbito donde se suscita, todo depende del tamaño de la economía y de su importancia global.
    En Estados Unidos, después de la gran crisis, la de 1929, han  aparecido distintos periodos acompañados de recesión, cada vez es más apreciable la vulnerabilidad del ciclo con fases de crecimiento corto y rápido freno en los sectores que participan en la turbina económica.
    En los últimos años, la Unión Americana  ha padecido dos recesiones importantes: la de 1990 a 1991; y 2001. Nuevamente los signos apreciados por los analistas desde mediados del 2007, combinados con la crisis del subprime,  han permitido que los vaticinios pasen a números concretos y casi todos negativos.
    ¿Cuánto puede durar la recesión estadounidense? Hay muchas respuestas contrastantes, unas apuntan hacia  que la crisis de las hipotecas no ha terminado de enseñar  todo el alcance del fenómeno que ya afectó en el tercer trimestre los resultados financieros de distintos intermediarios.  
    Por ende, se espera que en los resultados del cuarto trimestre del año a publicarse entre finales de enero y principios de febrero, sucedan anuncios de mayores pérdidas y de más intermediarios afectados.  Ello podría recrudecer la volatilidad. Las cosas irían a peor, el alcance sería mayor a los 18 meses.
    Otros análisis señalan hacia una desaceleración provista por la economía real, una menor demanda de bienes duraderos, parón en la construcción afectada por el subprime,  mayor desempleo y mayor petición de seguros de desempleo, que podría ser amortiguada con distintas acciones de política económica y monetaria en un año electoral  en donde la llamada “guerra contra el terrorismo” y la economía son dos variables fundamentales en el ánimo de los electores.
    En esta visión, la temporalidad de la recesión parece depender más bien de esa capacidad de respuesta que podría tener (o no) el gabinete republicano en meses de campaña.
    Para el bando demócrata la situación actual es parte de un visible fracaso de política económica de la actual administración encabezada por el presidente George W. Bush, quien pasará a la historia por haber facturado al erario el mayor gasto militar jamás conocido.
    Las hipotecas de riesgo, el alto costo del ladrillo y el endeudamiento de las familias demuestran que al no mejorar el nivel salarial de las personas y las familias, se compensa esa pérdida de liquidez y poder adquisitivo mediante el crédito fácil  y al mismo tiempo riesgoso.
    En estos años, el nivel de vida promedio del estadounidense no ha mejorado sustancialmente, es más las nuevas cifras de la pobreza desvelan las enormes carencias y retos sociales para la Unión Americana. Asimismo el “american dream” arrastra el rostro de inmigrantes empobrecidos, perseguidos, explotados y desprotegidos de la ley.
Cabe subrayar que el ciudadano estadounidense lleva siete años sosteniendo con sus impuestos una economía de guerra que ha servido para engrosar las utilidades de un grupo de empresas favoritas del presidente Bush. Se trata nada más que del siguiente catálogo: Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, General Dynamics, Raytheon, Halliburton, L-3 Communication, Bae Systems, United Technologies y Science Applications. Tenemos aquí a las principales empresas con contractos con la Casa Blanca para participar y construir los sistemas de defensa del Pentágono.
A COLACIÓN
    Enero avanza bajo el eco de los efectos colaterales en la aldea global debido a la recesión estadounidense.
    En el próximo Foro Económico Mundial a celebrarse en Davos, Suiza serán analizados los alcances y estrategias para amortiguar el enfriamiento de la economía americana.
    De hecho la prensa europea anticipa que en Davos se reconocerá el final de la hegemonía económica estadounidense en el mundo y anticipará mayores presiones sobre el dólar en su papel de divisa de reserva global.
    Parece que por un lado hay un deterioro en la credibilidad hacia el dólar, en el unimonetarismo imperante. Por otra  parte, China como economía emergente ha destacado en un importantísimo motor exportador, comercial, imán de inversiones y sus crecimientos extraordinarios están propiciando un desplazamiento hacia los mercados asiáticos.
    Como sea el año 2008 muy difícilmente el PIB estadounidense será mayor al 0.8 por ciento.
GALIMATÍAS
    México nuevamente ante la encrucijada de que su principal socio comercial aminore su ritmo económico con los perjuicios esperados en la industria mexicana maquiladora de exportación,  la producción automotriz y las exportaciones automotrices y en otros muchos subsectores ligados al mercado del norte.
    Es indignante que cada año, las expectativas de México estén cifradas en lo que  hace o deja de hacer su socio en el NAFTA y que tengamos un cúmulo impresionante de tratados y acuerdos comerciales con más de 30 países y dependamos de uno solo.
    En cuanto a margen de maniobra interno resta probar como siempre la inteligencia para reaccionar y mitigar en la medida en que se utilice a la política monetaria y fiscal para impedir que la economía mexicana vaya  a la deriva.
    Por lo pronto los resultados en el país son de una inflación a la alza. Al respecto, en su análisis mensual, Scotiabank Inverlat menciona  que a las presiones inflacionarias internacionales en los mercados de energéticos, commodities y alimentos, se sumarán las presiones locales provenientes de la reforma fiscal, principalmente la elevación gradual de los precios de las gasolinas y el efecto incierto del traslado del nuevo IETU hacia los precios finales por parte de muchas empresas.
“La intensificación de las presiones inflacionarias sugiere la necesidad de condiciones monetarias más restrictivas que actúen sobre las expectativas y contengan la contaminación en el proceso de formación de precios. Sin embargo, se percibe que el Banco de México viene ponderando en sus decisiones el riesgo de desaceleración en el crecimiento económico. En ese sentido, es claro que el aumento en el riesgo de recesión de la economía estadounidense significa una amenaza para el crecimiento económico en México, lo que seguramente Banxico tomará en cuenta en su próxima reunión del 18 de enero”.
Esta próxima reunión es significativa para evaluar esa capacidad de reacción.

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