Continuarán rescate del Templo de Quetzalcóatl con fondos del INAH y del WMF

Hasta el momento se ha
logrado abatir la humedad
en los tableros del edificio
prehispánico, en un
95 por ciento
Foto: Cortesía Mauricio Marat/INAH

Ciudad de México.- 9 de Enero del 2008.- (CONACULTA) El Templo de Quetzalcóatl (0-150 d.C.), ubicado en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, contará con un importante financiamiento para 2008 a fin de continuar de manera conjunta los trabajos de carácter arqueológico y de conservación en el mismo, se trata de recursos otorgados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el World Monuments Fund (WMF).

 

Hasta el momento se ha logrado abatir la humedad en los tableros del edificio prehispánico, en un 95 por ciento. Asimismo, fue posible identificar que el agua es el principal factor de deterioro, sustancia que además se presenta a manera de lluvia, como parte del ambiente, e impregnando el subsuelo donde yace el templo.

 

Rogelio Rivero Chong, responsable del apartado de conservación del proyecto para el rescate de este inmueble, explicó que entre 2004 y 2005 se realizaron unos pozos de exploración en las entrecalles de la edificación, las cuales detuvieron la humedad en los tableros y su afectación por sales.

 

“No obstante —explicó—, la fuente que no hemos podido atacar es la humedad ambiental. Durante casi todo el año, el agua de rocío afecta el material pétreo, el nivel de humedad aumenta en un 60 por ciento entre las 5:00 y 6:00 horas de la mañana. Esto provoca la hidratación de sales, mismas que se cristalizan a lo largo del día y ocasionan el quiebre de los poros de la piedra.”

 

Debido a lo anterior, desde 2003 se dio inicio a la aplicación de una “pasta de sacrificio” —hecha a base de polvo de tezontle y de mármol, con una pequeña proporción de cal— en los tableros, para contrarrestar este proceso de conversión del material pétreo en arena. De esa forma, las sales cristalizan en la pasta y no en el canto original.

 

“La intención es proponer, ante el Consejo Nacional de Arqueología, un estudio de factibilidad respecto a una cubierta de protección, y que comprenderá análisis del comportamiento físico de los materiales, de mecánica de suelos, y exploración de las entrecalles, entre otros aspectos”, explicó el especialista adscrito a la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.

 

Así, los recursos otorgados por la WMF, que en 2008 ascenderán en promedio a 1 millón de pesos —cabe mencionar que en una primera etapa realizada en 2006 se ejerció una cantidad similar—, serán canalizados a la ejecución de muestreos, mapeo de humedad y temperatura del entorno, de humedad y salinidad del suelo, y monitoreo de los pozos de exploración que se encuentran abiertos.

 

En tanto, el presupuesto del INAH que tendrá por destino distintas acciones de índole arqueológica y de conservación, comprenderá la suplencia —de manera alternada— de uniones con cemento, por juntas de cal y arena, estas últimas permitirán la absorción y la evaporación de agua, de una mejor manera. Estos trabajos contemplan las fachadas este y norte del Templo de Quetzalcóatl.

 

También se llevará a cabo un drenaje de aeración hacia el lado este del edificio, tal como se hizo en la fachada principal en 2005. Finalmente, se terminará de adecuar la gradería escalonada que se halla frente a la fachada de la edificación, esto con el objetivo de que los visitantes tengan la oportunidad de admirarla, nuevamente.

 

Rivero Chong apuntó que “la idea es que, otra vez, la gente descienda donde hace un tiempo podía disfrutar de este templo, el cual es único en su tipo dentro del sitio, por su fachada decorada con relieves esculpidos.”

 

“Por otra parte, con parte del dinero del World Monuments Fund, se planea que hacia el fin de la temporada de campo, el proyecto concluya con el montaje de una exposición fotográfica acerca de los trabajos de conservación realizados, así como con una publicación de muy buena calidad sobre los mismos”.

 

Rivero Chong concluyó que las labores de consolidación en el Templo de Quetzalcóatl marcan un hito en cuanto al abordaje del deterioro de piedra volcánica en construcciones prehispánicas. “Ahora tenemos un buen bagaje de información para poder establecer lineamientos de conservación en materiales pétreos de este origen”.

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