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Por la Espiral - January 9, 2008

Comercio y Olimpiadas

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Comercio y Olimpiadas
-El año del dragón rojo
-Energías limpias, producción

El 2008 será el año de China, el país asiático  sigue creciendo de forma imparable con tasas de dos dígitos en los últimos cinco años ubicándose en el eje económico estratégico tras el reacomodo mundial suscitado por los hechos del 11 de septiembre en Estados Unidos.
    Parece cosa de la numerología: el día ocho del mes número ocho del 2008 serán inaugurados los XXIX Juegos Olímpicos tendrán lugar en Pekín o Beijing hasta el 24 de agosto y todo apunta a sendas sorpresas que ubicarán al gigante rojo en el centro de la vanguardia, como dicen los pronósticos después del 2015 el mundo será chino.
    De colofón, la economía se anota por quinto año consecutivo crecimientos de dos dígitos, las cifras preliminares del Banco Mundial señalan que el PIB chino en 2007 fue del 11.3 por ciento; el  gobierno en Beijing indica un PIB  del 11.6 por ciento.
Conforme avancen los primeros días de enero sucederán los anuncios oficiales, luz al respecto la veremos en el World Economic Forum, obligada cita del mes de enero en Davos, Suiza para presidentes, primeros ministros y sus respectivos gabinetes de cartera económica.
Por lo pronto, para este año, las estimaciones para el PIB de China son rimbombantes: al menos un crecimiento esperado del 11 por ciento.
También en el motor comercial, en las exportaciones, la turbina es china. Recordemos que en el mes de agosto pasado,  la cuarta economía mundial desplazó a Alemania en el primerísimo lugar del  ranking de exportador global de privilegio.
Todo apunta a que China seguirá repitiendo en distintos episodios ese primer lugar como exportador presumiendo de un relevante superávit comercial.
Además, por si fuera poco,  esta economía eleva su potencial de imán para las nuevas inversiones fungiendo como competidor real de las economías latinoamericanas.
Hoy día China quiere aprovechar los Juegos Olímpicos para presentarse de puertas abiertas como un país promisorio con el futuro en las manos salpicado de tradiciones.
A COLACIÓN
    China irá  adquiriendo un papel revelante como negociador del cambio climático en momentos en que Estados Unidos atraviesa por una senda oscura guiado por un gobierno incapacitado para reconocer el cambio esencial en un  país altamente industrializado y contaminante.
    Si bien China firmó con el estatus de país subdesarrollado el  Protocolo de Kyoto (que Estados Unidos negó a signar) el gobierno chino ha dado muestras sensibles de buscar un camino  en las energías no contaminantes al adherirse a la "Declaración de Sidney" sobre el cambio climático.
    Su participación es importante dado que no solamente estamos atestiguando el desplazamiento del eje económico tradicional en Occidente, a la par es previsible un liderazgo en acciones políticas muchas  relacionadas con el reacomodo de fuerzas y por supuesto con la nueva realidad climática, un compromiso político y moral.
    De acuerdo con Monitoreo del Carbono para la Acción, Estados Unidos produce una cuarta parte de las emisiones de dióxido de  carbono en el planeta provenientes de la generación de electricidad. Le sigue  China.
    Asimismo, en la  clasificación de la contaminación per cápita, los estadounidenses ocupan el segundo lugar, con ocho toneladas de CO2 por habitante, 16 veces más de lo que contamina un ciudadano indio.
    Según Monitoreo del Carbono para la Acción, los diez países más contaminantes (medido por emisiones del sector energético en toneladas de CO2) son: 1) Estados Unidos con 2 mil 530 millones. 2) China con 2 mil 430 millones. 3) Rusia con 600 millones. 4) India con 529 millones. 5) Japón con 363 millones. 6) Alemania con 323 millones. 7) Australia con 205 millones. 8) Sudáfrica con 201 millones. 9) Reino Unido con 192 millones. 10) Corea del Sur con168 millones.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    Parece incompatible, una fórmula difícil de conseguir, la de mantener un sólido crecimiento económico e industrial reduciendo la contaminación, el daño ambiental y además negociando con fórmulas de protocolo ambiental y respeto a la propiedad intelectual de terceros países.
    Mientras que Estados Unidos muestra una cara reticente, China está dando pasos adelante: el año pasado fue inaugurado el parque eólico de 100 MW en la isla de Pingtan, un pequeño avance pero a la vez un gesto que desvela el futuro, la apuesta roja.
    China y el Banco Mundial han unido esfuerzos de forma inteligente buscando  métodos innovadores para el desarrollo de energía limpia y la eficiencia energética.
    En los últimos diez años han surgido respuestas a escala. En 1999, el Banco Mundial respaldó el desarrollo de sistemas de energía solar no conectados a la red para beneficio de  400 mil  familias rurales en las provincias noroccidentales.
    Gracias a ello, los  productores chinos de sistemas fotovoltaicos (FV)  mejoraron su eficiencia y ahora compiten en los mercados internacionales.  En efecto,  China es el mayor exportador de paneles solares del mundo.
    Créame amigo lector cuando le digo que las nuevas multinacionales y transnacionales serán las de la energía limpia y renovable muchas serán chinas, le anticipo nombres como Suntech y Wuxi Shangdu.
    Así es que el organismo internacional impulsa a China para la  producción de FV.  
Adicionalmente,  el Banco Mundial respalda el desarrollo de un nuevo sector de negocios de servicios de eficiencia energética y está ayudando a los bancos locales a introducirse en el campo del financiamiento de la eficiencia energética. Igualmente financia inversiones en tecnologías avanzadas de carbón limpio que capturan el CO2.
    Lo más reciente es lo de Pingtan,  que se antoja ya como parteaguas.  En 2005, el organismo internacional concedió un préstamo por 67 millones de dólares a China para financiar el parque eólico.
    Para este año, el de los Olímpicos, Pingtan  producirá 270 millones de kilowatios por hora anualmente.  
    Se suma una estrella más, a finales del 2006, China tenía un centenar de parques eólicos, con una potencia acumulada de 2.64 GW. El objetivo del gobierno es contar con 5 GW de capacidad de generación de energía eólica en 2010 y 30 GW en 2020.
    En 2006 China era el sexto mayor productor de energía eólica del mundo escalando desde el décimo puesto en 2004. Seguramente este año conoceremos un mayor potencial, el mundo verá villas olímpicas renovables.
P.D A los amables lectores comentamos que POR LA ESPIRAL será publicada los días lunes, miércoles y viernes. Informamos el nuevo correo electrónico incluido en la columna para sus comentarios, sugerencias y retroalimentación: palencia.claudia@yahoo.es

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