2008, coletazo subprime y EUA

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-2008, coletazo subprime y EUA
-Menor crecimiento. Alza inflación
-Economías emergentes, más o menos

    Los pronósticos para el nuevo año fluyen, las expectativas sirven para realizar ajustes con la finalidad de prever y anticiparse a los embates emanados de  la economía y las finanzas.
    El año pasado, desde agosto, los mercados bursátiles experimentaron volatilidad, altas y bajas, producto del impacto de los créditos hipotecarios de alto riesgo conocidos en Estados Unidos como subprime.
    Durante los meses de marzo y abril los mercados conocieron los primeros efectos de la crisis de los mercados subprime a través de un incremento de las primas de riesgo y del inicio de una etapa de restricción crediticia.
    La inestabilidad se extendió hasta los últimos meses del 2007 y amenaza con continuar en 2008 con unas magnitudes difíciles de calcular con certeza, sobre todo  los inversionistas no lo tienen muy claro, por lo que, el movimiento de capitales buscará lugares refugio.
    La también llamada “crisis del ladrillo” seguirá restando crecimiento en Estados Unidos al afectar al sector de la construcción, tan fundamental para el PIB, la desaceleración en su ritmo ocasionará una menor derrama económica y una menor contratación, despidos que en su caso afectarán a la minoría latinoamericana.     Muchos mexicanos trabajan en el sector construcción en la Unión Americana, una mayoría  envían parte del sueldo dando forma a las famosas remesas que reciben sus familiares que dejaron en México.
    Mientras tanto, del otro lado del océano, en Europa, los especialistas analizan  los alcances por los excesos hipotecarios concluyendo que no ven un horizonte de crisis aunque sí una desaceleración en el crecimiento motivada por una combinación de factores: subprime, precio del petróleo y cotizaciones de las materias primas.
Además sin dejar de lado que este año hay elecciones para elegir presidente tanto en Estados Unidos como en España, dos países con implicaciones en la invasión de Irak, rol estratégico en América Latina y ubicados en la mira del terrorismo.
    Entonces el caldero mundial depende de la combinación de factores y el caldo de cultivo del momento.
A COLACIÓN
    La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  estima que este año la economía mundial crecerá 2.3 por ciento.
    Desde el año pasado su previsión de crecimiento global fue rebajada considerando el menor ritmo de la economía estadounidense, una de las bases del comercio internacional, el flujo de inversiones y el movimiento de capitales.
    Para Estados Unidos, la OCDE pronostica un PIB del 2%, un punto porcentual por encima de la estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) reajustada en 1.9 por ciento.
    Sobre de ambas previsiones, la Casa Blanca sostiene una visión más optimista al cifrar su dato de crecimiento esperado en 2008 en 2.7 por ciento.
    Para la Zona Euro, la OCDE prevé un PIB de 3.6%, dentro de este grupo para España estima  un crecimiento de 2.5 por ciento.
En tanto que para México, país miembro, cifra un crecimiento del  3.6% condicionado a la medida en que la economía estadounidense profundice su desaceleración.
Para la región de América Latina, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) avizora un crecimiento promedio del 4.9 por ciento.
A diferencia de otras crisis, las economías emergentes están resultando un tanto ajenas a la crisis del subprime, entre menos vinculadas con Estados Unidos sus efectos son más lejanos solamente resintiendo un poco de volatilidad bursátil, pero hay que decir que, los altos precios del petróleo y de las materias primas así como las reformas macroeconómicas de tiempo atrás les están ayudando.
De hecho, en todos los pronósticos los emergentes salen mejor librados en términos de crecimiento, empleo e inflación que los países más industrializados ligados con la crisis del ladrillo.
México se mantiene entre corchetes, lo hace con un crecimiento esperado casi un punto porcentual mayor que el de la  economía estadounidense, pero sabemos bien que su ciclo de crecimiento depende en buena medida de las exportaciones manufactureras, la maquiladora y la industria automotriz ligadas al ritmo de importaciones del vecino del norte.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    En el enfoque regional, la CEPAL afirma que “América Latina atraviesa una coyuntura económica muy favorable desde 2003, caracterizada por el crecimiento que vienen registrando todos los países que la integran”.
El organismo añade que aunque durante 2007 siguió creciendo, la región enfrentó un empeoramiento del contexto externo, por la elevada volatilidad de los mercados financieros internacionales, básicamente asociada a la crisis originada en el mercado inmobiliario al que hemos hecho alusión. “Junto a esto se dio un deterioro relativo de algunos resultados macroeconómicos, expresados en un aumento de la inflación y resultados fiscales menos sólidos que los del último año”.
     En el informe “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2007”, la CEPAL destaca que gran parte de los desafíos que enfrenta la región se vinculan con la necesidad de gestión de la política macroeconómica interna que permitiría aprovechar adecuadamente el actual crecimiento para asignar parte de los recursos extraordinarios con que cuentan los países a actividades que contribuyan a su desarrollo sostenido.
En ese sentido resalta que, si bien durante el año pasado siguieron observándose muchas de las características positivas de la actual fase de crecimiento económico, se registraron algunos cambios que, aunque no afectan  las perspectivas de crecimiento para 2008, constituyen un desafío en materia de política económica.
El organismo menciona la aceleración del gasto público, el menor dinamismo de las exportaciones de bienes y el repunte de la inflación que interrumpió la tendencia descendente de los últimos años. Todo esto en el contexto de una mayor volatilidad financiera internacional que repercutió en el alza de las primas de riesgo de los países de la región.
Uno de los desafíos a enfrentar es la caída del tipo de cambio real en algunas economías de América del Sur, más allá de los esfuerzos de las autoridades monetarias por tratar de contener la apreciación de sus monedas.
La CEPAL llama la atención en que  la tasa de inflación está acelerándose de manera generalizada y enfatiza a los gobiernos la necesidad de atender dos prioridades, a veces contrapuestas: incrementar el gasto social y de infraestructura, y la búsqueda de un mayor espacio fiscal.

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