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La revista recuerda anécdotas
de aquel pasado mítico en el
cual Gurrola enviaba a García
Márquez a comprar cervezas
para amenizar una fiesta
en la Colonia Condesa
Foto: Cortesía CONACULTA
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Ciudad de México.- 20 de Diciembre del 2007.- (Héctor Campio/CONACULTA) El número más reciente de la revista Tierra Adentro continúa la tendencia marcada por su director, Fernando Fernández, para esta nueva época: la búsqueda de nuevas propuestas de escritores y artistas a lo largo del territorio nacional. Así, los nuevos fantasmas artísticos de las generaciones jóvenes se presentan reinventados por la escritura. De Juan José Gurrola a Roberto Bolaño, el número 149-150 de esta publicación se permite una exploración para atraer el interés de sus lectores.
Tierra Adentro comienza con un texto sobre el director de teatro, músico y cineasta Juan José Gurrola. A partir de una entrevista realizada en 2005, el curador Mauricio Marcin hace un retrato hablado del artista. Regresa sobre las huellas que el director plasmó en la sociedad de los años sesenta y recuerda algunas anécdotas de aquel pasado mítico en el cual Gurrola enviaba a Gabriel García Márquez a comprar cervezas para amenizar una fiesta en la Condesa.
El texto, anecdotario ilustrado con fotografías del artista poliédrico, es también un repaso por algunas de las experimentaciones artísticas de las que Gurrola fue artífice y protagonista: la música Neuro-atonal, el happening, el dibujo conceptual y el cine experimental.
En su colaboración para este número, la historiadora Raquel Huerta-Nava recupera una carta enviada por el escritor Roberto Bolaño al poeta Efraín Huerta en 1978 que da cuenta sobre el vínculo afectivo entre ambos. La amistad y admiración que ligó al entonces escritor infrarrealista con el autor de Los hombres del alba, tocó incluso los límites del amor filial. Consta lo anterior en esa carta que Bolaño envió desde Lisboa y en la cual le cuenta a Huerta sobre su trabajo como repartidor de refrescos y sobre algunas entrevistas realizadas a los poetas españoles José Agustín Goytisolo y Edmundo de Ory.
En las últimas líneas de esa carta, Bolaño escribió: “Orlando Guillén, Bruno y yo estamos preparándote un regalo-sorpresa, cuando regrese a Barcelona te lo enviamos. Junto con poetas jóvenes españoles vamos a sacar una revista. Todo parece que va bien. Miles de besos (y un abraço forte) de tu Roberto”. El mencionado regalo era una botella de ajenjo y la revista sólo quedó en proyecto.
Para abundar en el trabajo literario del escritor chileno, la editora literaria Vivian Abenshushan coordina un ejercicio titulado El duelo con el samurai. Seis cuentos inacabados que integran El secreto del mal, el libro más reciente de Roberto Bolaño, son terminados por seis escritores de distintas regiones de México. El experimento, advierte Abenshushan, más que un homenaje es una profanación al samurai de la literatura latinoamericana.
La doctora en historia Beatriz González Renedo escribe para esta edición el texto Campeche. Puerta abierta al tiempo. Se trata de una réplica académica al irónico texto que Tierra Adentro dedicó a dicho estado en su número anterior. La autora se remite al pasado maya de Ah-Kim-pech, sus riquezas naturales, sus símbolos y pasado glorioso.
En su apartado dedicado a las artes visuales, la revista reproduce fotografías intervenidas digitalmente por Daniela Edburg (Houston, Texas, 1975). Bellezas durmientes y otras escenas, como es titulada la serie de imágenes, muestra insólitas escenas de muerte ocasionadas por algodón de dulce, suplementos alimenticios y caramelos. La fotografía Atomic picnic (2007), donde aparece una familia en día de campo mientras una bomba atómica estalla al fondo, ilustra la portada de la edición de la revista.
