Regresa a la Cineteca Nacional el clásico del cineasta Alan Parker, “Pink Floyd The Wall”

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La cinta está basada en las
letras del disco homónimo
de la agrupación londinense,
considerada estandarte
de la juventud rebelde
de los años 70 y 80
Foto: (Homero Bazán/CONACULTA)
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Ciudad de México.- 12 de Diciembre del 2007.- Cerdos voladores con ojos luminosos, salones de clase en completo caos, un músico inmerso en un viaje iniciático al estilo de la Divina Comedia, cuartos de hospitales siquiátricos, camisas de fuerza, limbos colmados de luz y oscuridad, así como camillas que avanzan solas por túneles insondables.
Para regocijo de los melómanos y cinéfilos mexicanos, la Cineteca Nacional ofrecerá cuatro funciones del clásico del cineasta Alan Parker, Pink Floyd The Wall, a 25 años de su estreno.
La cinta, basada en las letras del disco homónimo de la agrupación londinense, considerada estandarte de la juventud rebelde de los años setenta y ochenta, se exhibirá en cuatro únicas funciones del jueves 13 al domingo 16 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Sala 1, Jorge Stahl, de la Cineteca Nacional.
La copia en 35 milímetros de esta cinta, perteneciente al acervo de la Cineteca , se proyectará para cerrar el año debido al éxito del ciclo Rock en el cine, presentado en septiembre pasado.
“Mi primer acercamiento a The Wall –recuerda Parker en una entrevista publicada en American Cinematographer, en octubre de 1982– fue el de un fan. Mientras escuchaba el disco me parecía que tenía posibilidades de dramatizarse, más allá de la polémica a partir de We don’t need no education… Todo el disco poseía un sentido narrativo, aunque en ese tiempo aún no podía comprender de qué sentido se trataba.
“Cuando regresé a Inglaterra, después de filmar Fama en Estados Unidos, tuve una conversación telefónica con Bob Mercer de la disquera EMI. No hablamos acerca de The Wall en particular, sino de la falta de imaginación del cine británico y de la poca fusión con la industria musical. Fíjate en The Wall –le dije–, el disco número uno en sabrá Dios cuántos países, con una línea narrativa obvia y, ¿dónde está la película?”.
Como dato curioso, el cantante Roger Waters ya se había reunido con varios directores para realizar la cinta, sin embargo el único que captaría la esencia surrealista y contestataria de las letras del grupo sería Parker.
“La intención de Waters nunca fue escribir un guión sino sencillamente ahondar en las imágenes de su mente. Lo más difícil del proceso fue abandonar los recursos teatrales de un espectáculo de rock para darle un enfoque cinematográfico”, agregó el cineasta, quien rompió récord al filmar más de 60 horas y pasar más de ocho meses editando la versión final del filme con duración de 99 minutos.