El óleo “Adán y Eva expulsados del Paraíso” retorna a San Juan Tepemasalco, Zempoala, Hidalgo

El lienzo regresa al sitio que
tuvo en la capilla de San
Juan Bautista durante 272
años, ciclo interrumpido
el 6 de julio del 2000
cuando fue robado
Foto:
Cortesía Mauricio Marat/INAH

Ciudad de México.- 11 de Diciembre del 2007.- Luego de un prolongado destierro, el lienzo Adán y Eva expulsados del Paraíso (1728) fue devuelto a su terruño en el estado de Hidalgo —la localidad de San Juan Tepemasalco, municipio de Zempoala— para ocupar el sitio que tuvo en la capilla de San Juan Bautista durante 272 años, ciclo interrumpido el 6 de julio del 2000 cuando fue sustraído de manera ilegal.

 

Detrás del caso del óleo que hasta ese momento pasaba inadvertido para muchos de los pobladores de San Juan Tepemasalco, expresó Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se halla una historia que dio la vuelta al mundo y que pudo virar de una tragedia a una cadena de éxitos. Esto gracias a la conjunción de esfuerzos y voluntades.

 

En el acto de entrega de la obra que fue restaurada previamente por especialistas del INAH, expresó que el reto principal para limitar el robo de arte sacro consiste en que, cada una de las partes involucradas en la custodia de estos bienes, asuma sus obligaciones, desde la propia comunidad y las autoridades eclesiales, hasta las instancias municipales, estatales y federales.

 

Esta obra permanecerá en la capilla de San Juan Bautista "por mucho tiempo más, si nosotros, todos conjuntamente, podemos trabajar para la protección y la conservación de nuestro patrimonio. Lo que deseo comunicar es la responsabilidad que tenemos las instituciones, pero también las comunidades, de vigilar este legado”, dijo.

 

“Más allá del precio que pueda tener esta pintura, su valor en sí misma es insustituible. Los recursos patrimoniales son recursos no renovables. Consideró que las medidas de seguridad puestas en esta iglesia son importantes, mas no existen normas de protección que nos salvaguarden de quienes lucran con estos bienes”.

 

De Maria y Campos, señaló que el hecho de que la capilla permanezca cerrada al culto la mayor parte del año —salvo en la celebración de ciertos sacramentos y la fiesta patronal del 24 de junio— y no cuente con un presbítero de manera permanente, le hizo susceptible a los robos de sus bienes. Se trata, por desgracia, de una situación común para la mayoría de las iglesias distribuidas en la República Mexicana.

 

Antes de la sustracción del óleo Adán y Eva…, varias imágenes del retablo principal de la capilla de San Juan Bautista, en Tepemasalco, habían sido hurtadas. Gracias a un registro realizado en el año de 1991, se sabe de las dos que estuvieron colocadas en la calle izquierda del mismo: San Cristóbal y San José.

 

Para Doña Manuela Castillo, de años 85 años y quien pasó su infancia y juventud en San Juan Tepemasalco, pese a esas desafortunadas experiencias, el golpe más duro fue cuando se enteró del robo de la pintura de Adán y Eva:

 

“Hasta en la ciudad de México la televisión lo anunció y lo vimos, pero ya que apareció, pues ¡gracias señor! ¿Qué otra cosa queda? Mire, yo casi no puedo caminar y venir, pero todo el pueblo claro que quiere cuidar la iglesia”.  

 

Por su parte, Lourdes Parga, titular del Consejo para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Cecultah), hizo un breve recuento del devenir de esta obra luego de que fuera reportada por el Museo de Arte de San Diego, en Estados Unidos, como parte de su colección de obras latinoamericanas, recinto que lo adquirió mediante una compra en el mismo año 2000.

 

Dependencias diplomáticas de ambos países, la Procuraduría General de la República, el gobierno del estado de Hidalgo a través de Cecultah, los párrocos y la comunidad del municipio de Zempoala, el Balboa Art Conservation Center y, por supuesto, el INAH, son sólo algunos de los actores que contribuyeron al rescate del lienzo Adán y Eva expulsados del Paraíso, el cual se formalizó con su restitución a México el 28 de agosto de 2006.

 

Manos para una obra

 

Cabe mencionar que el óleo de autor anónimo, inclusive, es anterior a la fundación de la capilla de San Juan Bautista, la cual data de 1747 y cuyo valor arquitectónico ha sido puesto en valor mediante trabajos encabezados por el Cecultah a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba).

Algunos de los trabajos realizados a la capilla son: restitución de bóvedas, conservación de viguería original, restitución de techumbres, colocación de herrería en ventanas y accesos principales, instalación de un sistema de alarmas, encalado y resane en muros interiores, y tratamiento de limpieza al piso. Para 2008, las labores continuarán con el restablecimiento de aplanados exteriores y la consolidación de aplanados originales de la portada de la capilla.

Asimismo, en la bitácora de obra, se dejarán asentadas todas las acciones susceptibles de emprender con respecto a la restauración de los bienes muebles, entre los que destacan el cuadro titulado La adoración de los Reyes y el órgano novohispano hecho ex profeso para la capilla, ambos del siglo XVIII.

El proceso de restauración que implicó el lienzo de Adán y Eva… también se da a conocer a la comunidad de San Juan Tepemasalco a través de una pequeña exposición titulada El destierro. La recuperacón de una obra, montada en un espacio anexo de la propia capilla.

Después de llegar a la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, en un estado grave de deterioro que comprendía la pérdida de pintura y de soportes, roturas, escurrimientos de agua y oxidación del barniz; el cuadro recuperó su belleza mediante la eliminación del bastidor y agregados, la limpieza de la capa pictórica y eliminación de repintes, unión de fragmentos, velados parciales, reentelado, resane, reintegración cromática y montaje.

En el evento de devolución formal del cuadro también estuvieron presentes: José Francisco Olvera, secretario de gobierno estatal —en representación de Miguel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo—; Vicente Suárez Hernández, presidente municipal de Zempoala; Guadalupe Pérez Suárez, representante de San Juan Tepemasalco, y Francisco Javier López Jiménez, párroco de Zempoala.

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