“I Simposio Internacional de Tecnohistoria”, impulsa estudio de la tecnología mesoamericana

 “I Simposio Internacional de Tecnohistoria”, impulsa estudio de la tecnología mesoamericana
La construcción de pirámides
mesoamericanas se basa
en la elección de materias primas
tomando en cuenta los
elementos orgánicos
presentes en las mismas
Foto: Cortesía
Mauricio Marat/CONACULTA

Ciudad de México.- 6 de Diciembre del 2007.- (CONACULTA) Construir el concepto de tecnohistoria así como mostrar a la sociedad esta información que hasta hace poco no era conocida o difundida bajo este término, es el principal objetivo del Primer Simposio Internacional de Tecnohistoria, según palabras de José Manuel Chávez, organizador del mismo e investigador adscrito a la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 

Si bien los procesos de diseño, investigación, planeación, construcción y desarrollo de un edificio u objeto cualquiera fueron hasta hoy día temas independientes uno de otro, expuestos paralelamente, en esta ocasión se habla de ellos insertos en una misma disciplina, dijo Chávez durante los trabajos del Simposio.

 

Las ponencias que se presentaron en esta reunión académica, aunque abordaron temáticas contrastantes conservaron el hilo conductor de la historia tecnológica. Dentro de los primeros trabajos se tocó el tema la Arquitectura Maya de las Tierras Bajas: aproximaciones tecnológicas, a cargo del investigador Alejandro Villalobos Pérez, adscrito a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

 

En dicha exposición, el especialista mostró los procedimientos que, según sus estudios, llevaron a cabo los mayas en la construcción de sus edificaciones.

 

“Aproximarnos a la tecnología es explorar el mágico mundo de la transformación de la materia prima en artefacto. No se requiere de estudios epigráficos, vamos directamente sobre el objeto y reconstruimos sus características a partir de una particular forma de resolver esta producción de espacios habitables del mundo Maya.”

 

Acompañó su exposición con una secuencia de imágenes que muestran las entrañas de distintos edificios pertenecientes a esta cultura, así como planos que describen las técnicas de construcción arquitectónica.

 

El experto comentó que los recursos de edificación utilizados siglos atrás son en gran medida los mismos que se aplican en la actualidad. “Lo sorprendente es descubrir cómo estas civilizaciones gozaban de conocimientos avanzados en la materia para su época, mismos que con el tiempo se especializaron hasta adoptar vertientes que hoy son comunes a todos.”

 

La roca caliza fue la principal materia prima usada por los constructores mayas. Cabe destacar que este material también acompañó los momentos más importantes de la historia de la arquitectura occidental; fue el principal componente de las edificaciones tempranas en la costa mediterránea, por ejemplo, los etruscos construyeron sus famosas tumbas con ella y posteriormente se convirtió en eje del desarrollo en la arquitectura clásica griega, símbolo de grandes edificios para los romanos e incluso, siglos después, está presente en edificios góticos.

 

Alejandro Villalobos concluyó que la tecnología en la construcción de pirámides mesoamericanas se basa principalmente en la elección de materias primas tomando en cuenta los elementos orgánicos presentes en las mismas, además de la óptima maleabilidad que poseen. De igual manera, dijo, el desafío a la gravedad y al tiempo son aspectos a destacar, así como la utilización de técnicas avanzadas en geometría y logística por parte de las sociedades mayas.
 
Instrumentos Mayas de Cacería

 
Otra de las ponencias presentadas fue La Tecnohistoria Perdida de los Implementos Mayas de Cacería en la Península de Yucatán, a cargo del investigador de la Dirección de Estudios Historicos (DEH), José Manuel Chávez Gómez.

 

“La tecnohistoria aplicada a aspectos etnográficos ha servido como fuente de información trascendental en el estudio y comprensión de la realidad. En el lapso de un siglo se ha modificado la vida de los mayas vivos y en este caso, abordar el tema de los instrumentos de cacería es motivo de estudio para lograr una mejor interpretación de su contexto actual”, señaló el expositor.

 

La cacería entre los antiguos mayas era una actividad de subsistencia complementaria de la agricultura. En los instrumentos dedicados para tal fin se usaban materiales líticos además de hueso y madera, explicó.

 

Técnicas como la obtención de piedras para construir los instrumentos, tipos de maderas para la confección de cañas, lanzas y cerbatanas así como la corteza para manufacturar el arco y ligamentos de animal para el tensor del mismo, fueron conocimientos que se transmitieron de padres a hijos.

 

Chavéz Gómez destacó la importancia de conocer los aspectos técnicos e históricos de armamentos que permitieron la subsistencia de una cultura tan importante para la realidad mexicana como la maya.

 
Técnica e Historia de la Obsidiana en Mesoamérica Central

 

Importante elemento en la historia de las civilizaciones prehispánicas asentadas en todo el territorio nacional, la obsidiana desempeñó un papel trascendental en cuestiones relacionadas con la guerra, cacería, ofrendas y vida cotidiana.

 

Para entender de mejor manera lo anterior, Alejandro Pastrana, investigador de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, expuso el tema La Explotación Minera y la Talla de la Obsidiana en Mesoamérica Central.

 

La obtención de la obsidiana verde en la Sierra de las Navajas, ubicada en el estado de Hidalgo, y los procesos artesanales y de labrado a los que se sometió, fueron el eje conductor de la plática.

 

El especialista explicó que las principales piezas que se obtenían de este vidrio, conocido como el material natural más cortante, eran puntas de lanza, navajas, cetros y espejos, entre otras. Identificada como un producto fundamental para el desarrollo de Mesoamérica en el centro de México, la obsidiana verde es considerada la más pura dentro de todas las gamas de obsidiana que se conocen.

 

“Se trata de un vidrio volcánico ampliamente utilizado desde tiempos prehistóricos. En el país existen aproximadamente 35 yacimientos con evidencias de explotación prehispánica y hay desde obsidiana verde hasta café y roja.”

 

La técnica principal para la producción de objetos de obsidiana era el percutido, con el que se fabricaban las lascas, aunque también se tienen evidencias de que el pulido se utilizaba para el terminado de piezas artísticas o de aquellas destinadas para los dioses, como cetros o espejos.

Redacción Azteca 21

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