Entre ovaciones, flores y piropos, Chavela Vargas interpreta sus mejores canciones rancheras

'¡Mamacita!', '¡Eres única!',
'¡Eres la mejor!' y '¡Eres
inmensamente grande!'
fueron algunos de los
piropos que le lanzaron a Chavela
Foto: Internet

Ciudad de México.- 5 de Diciembre del 2007.- La cantante Chavela Vargas, una de las mejores exponentes de la música vernácula de este país, fue homenajeada por su público durante el concierto “Gracias México”, que ofreció en el Auditorio Nacional de esta ciudad, aunque problemas de salud le impidieron despedirse.

La artista de 88 años de edad, nacida en Costa Rica pero naturalizada desde hace varios años mexicana, presentó lo mejor de su repertorio musical en aproximadamente 70 minutos, hasta que sus pies comenzaron a incomodarla, según lo manifestó en por lo menos dos ocasiones. Al concluir el tema “El último trago”, dijo: “Me duelen los pies”, pero siguió cantando, hasta que no aguantó más y pidió a señas una silla, pero no la ocupó hasta que concluyó “Llorona”.

El telón bajó y cinco minutos después, se abrió de nuevo. Fue entonces cuando la cantautora Julieta Venegas y Julio Rivarola, director de Music Frontiers, subieron al escenario del majestuoso recinto para entregar a Chavela un reconocimiento por su trayectoria, así como un ramo de rosas. Enseguida un mariachi interpretó “El son de la negra”, “Sin ti”, “Viva México” y “Guadalajara”.

El público esperó el regreso de Chavela Vargas para continuar su concierto o despedirse, pero nada de esto sucedió. Desconcertados y hasta preocupados abandonaron poco a poco sus butacas y luego las instalaciones. Personal del Auditorio Nacional informó a Notimex que la artista se sintió mal de salud, “no fue nada de urgencia, sólo que estuvo mucho tiempo parada y sus pies no aguantaron más, por eso es que ya no pudo regresar a despedirse”.

Fue el regreso de Chavela Vargas a los escenarios musicales y lo hizo ante unas cinco mil personas que en todo momento le lanzaron piropos, como muestra del cariño y la admiración que le tienen. Emocionada en todo momento y agradeciendo cada uno de los halagos, interpretó sin interrupciones un total de 19 canciones, la primera “Macorina”.

Vestía uno de sus característicos ponchos, de color rojo con blanco. Detrás de ella estaban los músicos Juan Carlos Allende y Miguel Peña, quienes le informaban los temas que continuaban, y como decía el cantautor mexicano José Alfredo Jiménez: “Usted la toca y yo canto”.

“¡Mamacita!”, “¡Es maravillosa la mujer que te parió!”, “¡Eres única!”, “¡Eres la mejor!” y “¡Eres inmensamente grande!”, fueron algunos de los piropos que se escucharon en cada rincón del “Coloso de Reforma”, mientras Chavela lanzaba besos y respondía: “Lindos, preciosos. Ustedes díganme lo que se les dé la gana”.

Con su peculiar y sentida interpretación, la cantante consagrada en América Latina también colocó la fuerza de su talento en “Flor de azalea”, “Sombras”, “Se me hizo fácil”, “Soledad”, “Cruz de olvido”, “Mundo raro” y “Vámonos”. Dos pantallas gigantes en los costados del Auditorio mostraban cada detalle de su actuación que no sólo el respetable disfrutaba, sino también ella, y prueba de esto fue su singular sonrisa que resaltaba al término de cada melodía.

“Noche de mi amor”, “Amarga Navidad”, “Pena mulata”, “Luz de luna”, “Somos”, “Las ciudades” y “Simples cosas”, lucieron con su voz ronca y desgarradora. También “Ultimo trago”, “Si no te vas” y “Andariego”, que no podían faltar hasta que llegó el tema más solicitado de la noche: “Llorona”, con el que concluyó el espectáculo y ella visiblemente agotada.

En el concierto-homenaje se proyectó un video en el que el español Joaquín Sabina, las cantantes mexicanas Eugenia León, Astrid Hadad, Lila Downs, la peruana Tania Libertad, así como el escritor Carlos Monsiváis y el periodista Joaquín López-Dóriga, le expresaban su admiración y respeto.

Cabe recordar que el 30 de septiembre de 2006 Chavela Vargas anunció su retiro de los escenarios, por lo que dicha presentación fue más que un agasajo para sus fans. Ha grabado más de 80 discos y siempre ha estado vinculada con el mariachi y las composiciones de los grandes autores populares mexicanos de mediados del siglo XX.

En la década de los 70, la ganadora del Grammy Latino a la Excelencia Musical convivió en el círculo de grandes intelectuales, como Diego Rivera y Frida Kahlo. Actualmente es reconocida por la comunidad huichola como chamana, magia que quizá cautivó al cineasta alemán Werner Herzog, quien la convenció para realizar el papel de una mujer indígena en el filme “A cry of stone”, en 1990. Los cineastas Alejandro González Iñárritu y Pedro Almodóvar, la han invitado a participar en las bandas sonoras de varias de sus películas. (Notimex)

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