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El fotógrafo mexicano Hector
García recibió un muy merecido
reconocimiento para cerrar
con broche de oro
Foto: Cortesía
FIL Guadalajara/Joaquín Rúa
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Guadalajara, Jalisco.- 2 de Diciembre del 2007.- (Sala de prensa FIL) Discípulo de Manuel Álvarez Bravo, con su cámara captó importantes momentos, como el Movimiento Estudiantil del 68 y la Guerra de Medio Oriente, y retrató a personajes relevantes, como José Clemente Orozco, Diego Rivera, el Dr. Atl, Pedro Infante y María Félix.
El gran mérito del fotógrafo Héctor García ha sido captar siempre la realidad, estar en el lugar y en el momento justos; por eso, su acervo fotográfico está compuesto de miles de imágenes que puntualmente consignaron los hechos más importantes de México. Como reconocimiento a esa labor, este domingo recibió el Homenaje Nacional al Periodismo Cultural Fernando Benítez, en el marco de la 21 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El evento le permitió reunirse de manera simbólica con su gran maestro Fernando Benítez. Por eso García llegó puntual a la cita.
Para la ocasión, Héctor García estuvo acompañado por su esposa, Ma. Carmen Sánchez; sus amigos, Norma Rivero y Alberto Carbot; el rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres; el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, y su directora, Nubia Macías, así como una buena cantidad de público que llegó al Auditorio Juan Rulfo. García se presentó en la silla de ruedas que lo acompaña desde que sufrió un accidente que afectó su cadera. Durante todo el Homenaje se mantuvo atento, escuchando y quizá recordando tanto los mejores como los más difíciles instantes de su vida, que comenzó en una colonia muy pobre de la Ciudad de México y siguió en las calles que se convirtieron en su hogar.
Su vocación de fotógrafo la descubrió muy joven y, gracias a que en el camino encontró personas de buena voluntad, la pudo desarrollar hasta hoy, que es considerado el fotógrafo vivo más celebre de este país, en opinión de Alberto Carbot. En la Academia de Artes Cinematográficas conoció a Manuel Álvarez Bravo, quien le enseñó el oficio y le mostró una manera diferente de ver el mundo.
Héctor García tomó dos caminos en la fotografía: el fotoperiodismo, en el que no quiso seguir órdenes de trabajo, sino salir a buscar la noticia a las calles, y la fotografía como creación. Su trabajo se distingue por la fuerza de sus emociones, la belleza de forma y la profunda comprensión de la condición humana.
Llegó el momento de recibir el reconocimiento y relampaguearon flashes de fotógrafos de todas partes, como él lo hiciera en otras tantas ocasiones. Entonces el rector Carlos Briseño le preguntó: "¿Qué se siente recibir el fuego?" García sólo esbozó una sonrisa y levantó las manos. Al agradecer el premio, su mensaje fue breve: "Quiero decirles que me dan yo creo que otros cinco, diez, quince, veinte, cincuenta años con mi cámara. Gracias". Y siguieron los flashes de las cámaras en las que quedó registrado el encuentro de dos viejos amigos.
