
Opera “Lucia di Lammermoor” de Donizetti emociona al público hasta las lágrimas en Bellas Artes
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Las soberbias actuaciones de
José Luis Duval en el papel de
Sir Edgardo di Ravenswood y
Eglise Gutiérrez como Lucía,
cautivaron a propios y extraños
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA
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Ciudad de México.- 1º de Diciembre del 2007.- (Alfredo Camacho/CONACULTA) El estreno de la ópera en tres actos Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti (1797-1848) en el Palacio de Bellas Artes, cautivó a propios y extraños; las soberbias actuaciones de Eglise Gutiérrez como Lucía, y José Luis Duval en el papel de Sir Edgardo di Ravenswood, emocionaron al público hasta las lágrimas, y al final tributó una prolongada ovación de pie.
En el marco del primer intermedio, José Areán, director de Ópera de Bellas Artes, con el júbilo reflejado en el rostro, aseveró: “El elenco es importante, pero cada función de ópera es distinta y tiene su propio encanto”.
Ilustró que Lucia di Lammermoor es uno de los grandes títulos más queridos por el público y tenía 16 años que no se montaba en Bellas Artes. “Tenemos un enorme gusto de poder presentar una producción cien por ciento mexicana, con un elenco también de mexicanos, con la excepción de Eglise Gutiérrez, quien esta noche es nuestra Lucía”.
José Areán adelantó que “definitivamente será un éxito, como lo estamos viendo: vocalmente, la solvencia de todo el elenco, la dirección fantástica de Edoardo Muller y con una escenografía y una dirección escénica también notables”.
Respecto de las participaciones de Fernando de la Mora y Olivia Gorra, en las funciones de diciembre, como protagonistas, enfatizó: “Todas las funciones tienen su interés; tenemos dos Lucías distintas, Olivia Gorra y Eglise Gutiérrez son vocalmente muy diferentes y representan dos características distintas de una Lucía encarnada por cada una de ellas, al igual que dos Edgardos interpretados por Fernando de la Mora y José Luis Duval, los dos son estelares y cada uno le imprime su sello personal”.
El director de Ópera de Bellas Artes, detalló que hace mucho tiempo la ópera comenzó a interesar a más públicos, sobre todo, los jóvenes se comenzaron a acercar cuando en las funciones aparecieron los subtítulos, “lo cual presupone que una persona puede venir y sentarse en su butaca y disfrutar de una función operística sin mayor preparación”.
Elenco, dirección, escenografía y coreografía se combinan magistralmente en Lucia di Lammermoor para atrapar la atención del espectador.
Las imágenes de nubes y del mar, que se conjugan al principio de la función, son el inmejorable marco que presagia la tormenta en el amor entre Lucía y Edgardo. Los caballeros que recorren los parajes para acercarse a las ruinas de la torre son el preludio de la conmovedora historia.
Haberse enamorado del hombre prohibido marcará para siempre a la bella Lucía. Por eso la historia narra: “Brillará la terrible verdad, como rayo entre nubes negras. ¡Lo exige el honor! Lucía, rechaza esa mano… No parece mi hermana. Respeten un corazón que rechaza el amor.
“Edgardo sabe que el peligro nos acecha. Reinaba el silencio en la oscura noche. Un pálido rayo de luna iluminaba la fuente… Se oyó un lamento y justo aquí apareció el espectro. Y el agua antes límpida, se tiño de sangre”.
La función del jueves 29 estuvo dedicada al maestro Edilberto López, director de ópera, quien se encuentra delicado de salud y se hicieron votos por su pronta recuperación. Lucia di Lammermoor, continuará presentándose los domingos 2 y 9 de diciembre a las 17 horas, el martes 4 y jueves 6, a las 20:00 horas.