Sida: lucro y desafíos

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Sida: lucro y desafíos
-Seguro popular, lo ignora
-Inmigración, focos de atención

Este primero de diciembre es el Día Mundial del Sida declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a fin de remarcar en la sociedad global, la amenaza real de un virus que ha cobrado muchas vidas y con el que viven infectadas más de 33.2 millones de personas en el mundo.
    Dentro del grupo de enfermos, 30.8 millones son adultos entre los cuales 15.4 millones son mujeres, el resto varones; y un radio de 2.5 millones son bebés y niños con edades desde los cero hasta por debajo de los 15 años.
    Una parte considerable de las personas con VIH y Sida habitan en África, un continente víctima de una explotación histórica, pobreza y corrupción,  en el que enfermedades catalogadas del tercer mundo como la malaria, fiebre amarilla o tuberculosis siguen presentes.
    Con la mortandad del  virus del Sida, tal parece que la mala suerte sigue instalada en África, aunque esta enfermedad no conoce de raza, sexo, nivel social, edad, color de piel; ni de personas ubicadas en un país más o menos desarrollado.
    El Banco Mundial documenta que  al sur del Sahara, hogar de 10% de la población del mundo, vive 68% de las personas del mundo que son VIH positivas y casi 90% de todos los niños con esta condición. Se calcula que el Sida ha dejado a 11.4 millones de niños huérfanos en la región.
De acuerdo con ONUSIDA, a noviembre, unos 1.7 millones de personas de África al sur del Sahara adquirieron la infección en el último año, una disminución importante respecto de las cifras del 2001. Sin embargo, el Sida es todavía la principal causa de defunción en la región, donde se calcula que alrededor de 1.6 millones de personas murieron en lo que va del año y padecen infectados  22.5 millones de enfermos con VIH.
Además de África que concentra la mayor parte de enfermos, contagios y defunciones, de esos 33 millones de personas infectadas, un millón viven en Estados Unidos.  Washington, además de ser la capital por antonomasia, concentra una gran problemática por el  Sida.
    De los datos que circulan por motivo de la campaña de sensibilización hacia el virus,  llama la atención el incremento  en los casos de bebés y niños  contagiados por el virus, circunstancia recrudecida en Estados Unidos; así como la constante afectación en comunidades raciales, étnicas, afroamericanas y de  inmigrantes latinoamericanos.
    De este último grupo, la Federación Hispana en Estados Unidos, advierte  que “la cantidad de mujeres de origen latino que padecen VIH/Sida en el país aumentó considerablemente en la última década. De entre todas las minorías existentes en el país los latinos suponen el 14% pero, actualmente, representan al 20% de los infectados”.
    Tenemos otro tema adicional al de la frontera segura, que es de urgentísima prioridad binacional en la agenda con Estados Unidos dada la proporción de la corriente migratoria, los asentamientos fronterizos y los focos que generan, los traslados y desplazamientos de mexicanos y centroamericanos que se quedan temporalmente en un lugar y van trasladándose de región en región.
A COLACIÓN
    A noviembre del año en curso, en América Latina hay  1.6 millones de infectados con VIH y Sida, en estos meses se añadieron 100 mil nuevos casos en la región.     Un tercio de los infectados viven en Brasil.
    En México, la información que encontramos es de la Secretaría de Salud y no de ONUSIDA, esta dependencia en sus estadísticas indica que en 1983 se diagnosticaron en el país los primeros casos de Sida, un total de 65.
    En 2007 se contagiaron o por lo menos se enteraron de que estaban contagiados ante las manifestaciones de la enfermedad 3 mil 705 personas, con lo cual de 1983 a 2007 en México hay 115 mil 651 casos de VIH-Sida.
    En los últimos años se han dedicado estudios e investigaciones a la correlación de la migración como foco de incidencia en la manifestación del virus en distintas comunidades rurales en México.
    Al respecto la Secretaría de Salud en “La otra epidemia: el Sida en el área rural” se dedicó a indagar los primeros brotes detectados en 1986 con mayor proporción en áreas rurales de Guerrero, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa y Veracruz.
    Encontraron en la homosexualidad y la bisexualidad dentro del núcleo familiar el foco principal, así como la promiscuidad, el escaso conocimiento al respecto del cuidado contra las enfermedades de transmisión sexual e incluso del uso del condón.  Así sucedieron transferencias de la enfermedad del esposo a la esposa y de ésta al hijo o hijos.
    Veintitantos años después se sabe la relevancia de las campañas de concientización de la enfermedad, la publicidad de impacto y la divulgación masiva de métodos de prevención  y protección.
    En México son los jóvenes el nuevo grupo vulnerable del VIH porque inician en temprana edad su vida sexual, lo hacen desprotegidos, el condón sigue siendo un tabú y persiste muy mala información al respecto.
GALIMATÍAS
    Portar el VIH y ser inmunodeficiente implica saber de qué va la condena de muerte que puede cumplirse más pronto de lo temido si se carece de los medios económicos para comprar una medicina de lujo, con la que lucran las grandes farmacéuticas mundiales felices por engrosar sus ingresos con sus ventas en África y en todas las latitudes.
    La AIDS Healthcare Foundation señala que en México “Bristol Meyers y Merck Sharp venden Reyataz y Stocrin cuatro veces más caro que en otros países de América latina”.
El suministro de la terapia antirretroviral (ART)  es un súper negocio so pena  de los enfermos ubicados en los rangos de ingresos más bajos ya de por si socialmente rechazados y que lo padecen más a penas se sabe del contagio.
En la ART, la labor del gobierno en política de salud deber ser ardua e intensiva, exigir un mayor compromiso de las farmacéuticas y a su vez incluir dentro del cuadro  de suministro de los hospitales públicos opciones ART.
Resulta contradictorio que en México el seguro popular destinado para que la gente adquiera una cobertura en la red pública de salud no tenga ningún ART en el listado de medicamentos a los que tiene derecho el paciente al pagar por el seguro.
Entonces aquella gente infectada con Sida y ubicada en los déciles más bajos de ingresos tanto a nivel urbano como rural, no tiene opciones reales de curarse porque no tiene dinero para ello y el canal del gobierno, el seguro popular, los ignora.
Reflexionemos: este sábado dedicado a los enfermos, la enfermedad y los desafíos pendientes, por favor no pasar de largo que sin medicinas accesibles es imposible ganarle la partida al Sida.
Ya lo subrayó el Departamento de Estado de Estados Unidos, y más nos vale tomarlo en serio: “El Sida es una amenaza a la seguridad mundial.”

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