Chavela Vargas promete una noche de bohemia, colmada de canciones muy mexicanas e invitados sorpresa

Chavela Vargas lamentó que muchos jóvenes mexicanos ya no quieran ser eso, mexicanos, sino gringos de segunda Foto: Internet

Ciudad de México.- 29 de Noviembre del 2007.- Con su buen humor, su curtida ironía, su desparpajo y su nunca inagotable alegría por vivir, Chavela Vargas dejó claro que en cada aparición pública puede ser ángel, diablo, guerrera, tirana, mesías, así como bruja y hechicera matriarcal del pensamiento iberoamericano. Entre la comunidad huichola  se le nombró hace unos años como “chamana”, título que presume con orgullo en todo el mundo, una medalla de identidad que, en sus palabras, “está antes que  cualquier otro reconocimiento”.

La llamada “dama de espinas, de caoba”, de bejuco” la cantante que puede reír llorando en brazos de ese santo aún no canonizado llamado Tequila, ofreció este 30 de noviembre una conferencia de prensa para dar a conocer los pormenores del concierto que ofrecerá el próximo 4 de diciembre en el Auditorio Nacional.

“Vivo en el campo y vengo medio sorda por el viaje en carretera, pero estoy a sus órdenes”, afirmó la cantante, abriendo plaza a los periodistas para la ronda de preguntas que se extendió hacia temas como la identidad, lo indígena, el orgullo nacional y su visión a largo plazo sobre el legado cultural de nuestro país.

Chavela Vargas lamentó que muchos jóvenes mexicanos ya no quieran ser eso: mexicanos, sino gringos de segunda. “No hay cosa más hermosa que el indio, que lo indígena. Los jóvenes deben volver a sentirse orgullosos de sus raíces. No tienen por qué copiar a lo gringo si tienen una cultura cimentada en tanta riqueza. Lo gringo parece estar por todas partes, en cada esquina, pero estoy segura que esto va a cambiar”.

En este sentido, afirmó que el desapego hacia la propia identidad comienza por los detalles más inofensivos e imperceptibles. “Nuestro lenguaje es hermoso, pero las nuevas generaciones lo están deformando con términos extranjeros como el ¡Okey! No tienen por qué decir Okey. Nuestro pueblo tiene un idioma único. Hay que ver cómo hablaba Pedro Páramo, ahí está gran parte de nuestra esencia”.

Acerca del concierto en el Auditorio Nacional dijo que será una noche de bohemia, colmada de canciones muy mexicanas y otras tantas que ha recolectado en sus viajes por el mundo.

“En este concierto voy a tener también a algunos invitados y sorpresas. Puedo decir que tengo la fortuna de haber construido una trayectoria musical inmensa. En mi repertorio hay actualmente más de 400 canciones y ninguna se me olvida, creo que por eso nunca me podrá dar Alzheimer.

Al confesar su edad, 88 años cumplidos, Chavela Vargas habló de la manera como desea ver a nuestra nación en los próximos años. “Algún día voy a tener la ocurrencia de morirme y me gustaría ver que México deje de estar dormido. Es un gigante al que necesitamos vivo y entero. Los mexicanos estamos esperando que el gigante dormido despierte. México, estoy segura, va a despertar”.

Se negó a confesar el secreto de su energía, porque de lo contrario ya no sería secreto. “Antes era una vieja borracha perdida. Dejé de beber y fumar hace unos años y fue como ganarme la lotería. Sé que un día voy a detener mis pasos… no voy a morir, sólo dejaré de caminar; sin embargo, mientras tenga energía seguiré cantando. Si el público no me deja ir, yo sólo puedo obedecerlo. El publico es mi amigo, el publico…, el pueblo, es el que manda”.

Y agregó: “Por ahí se dice que nací en Costa Rica, pero de esa tierra ingrata no me acuerdo. Yo soy Mexicana, y a este país lo he llevado por todos los lugares que he visitado, por cada rincón del mundo. A México lo llevo agarrado de la mano como lo que es, el gran macho de América. México… es mi amante cariñoso”.

Chavela Vargas se presentará el próximo martes 4 de diciembre, a las 20:30 horas, en el Auditorio Nacional.