Morelia será la sede del “Quinto Festival Cultural de la Tierra Caliente”

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Cartel del evento de Tierra Caliente,
territorio que engloba parte de
los estados de Colima, Michoacán,
Jalisco, Estado de México y Guerrero
Foto: Cortesía
Jorge Amós Martínez Ayala
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Jorge Amós Martínez Ayala señala que en esta edición se realizará un homenaje a don Ricardo Gutiérrez Villa
Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 29 de noviembre de 2007. Sin duda, una de las regiones culturales de México menos atendidas por las autoridades correspondientes es la de la Tierra Caliente, que engloba parte de los territorios de los estados de Colima, Michoacán, Jalisco, Estado de México y Guerrero. También es cierto que, como en otros casos, miembros de la sociedad civil y de la Academia van a la vanguardia en cuanto a la investigación y preservación de las manifestaciones culturales de esta región.
Tal es el caso de Jorge Amós Martínez Ayala y David Durán Naquid, que con mucho empeño, pasión e incluso en ocasiones con recursos propios han organizado diferentes actividades relacionadas con la cultura calentana o terracalenteña. En esta ocasión entrevistamos a Martínez Ayala con motivo del Quinto Festival Cultural de la Tierra Caliente, que se celebrará el segundo fin de semana de diciembre en Morelia, Michoacán.
Jorge, cuéntame del origen de este festival, es decir, cómo surge, a quién se le ocurre, por qué, con qué fin…
El Festival Cultural de la Tierra Caliente (FCTC) responde a una necesidad y es una propuesta que hicimos David Durán y tu servidor. La necesidad es que los maestros de la tradición (músicos, poetas y bailadores) fueran reconocidos en sus propios lugares de origen, que ya no fueran los viejitos que tocan en las cantinas por 20 pesos, sino los preservadores del patrimonio cultural de la región. A esa primera necesidad le sumamos dos más, acercar a los jóvenes con sus tradiciones y, por tanto, a los maestros tradicionales; es decir, jóvenes y viejos, aprendices y maestros. Difundir los patrimonios culturales de la Tierra Caliente en los contextos locales y regionales.
Háblame un poco de los anteriores cuatro festivales, dónde se hicieron, en qué fechas, y qué les ha dejado cada uno y todos, en perspectiva.
Cada FCTC se movió por distintos pueblos de Guerrero, Estado de México y Michoacán. En cada festival anterior se hizo una caravana que tocó al menos una población de uno de los tres estados. Hay la pretensión de seguir en el recorrido para tocar luego Michoacán, Jalisco y Colima. De integrar de una vez, cuando menos tres días al año, a los músicos de los estados que integran la Tierra Caliente. Además, a los niños y jóvenes que se acercan a la tradición, para que aprendan en los talleres matutinos de los maestros tradicionales, en contextos tradicionales, bajo la sombra de los tamarindos, de las parotas. Hemos aprendido que debemos hacer las cosas más serenamente, que nuestros recursos económicos no alcanzan y no debemos desesperarnos, que en algún momento las autoridades culturales de los tres niveles de gobierno, los académicos, los niños y jóvenes de la Tierra Caliente se darán cuenta del peligro que hay de perder la tradición, de no saber cómo se estructura, cómo se mantiene y en qué ámbitos. La serenidad ha crecido, pero más como resignación a que esta lucha no la podemos hacer solos y necesitamos ayuda; pero si no tenemos eco, entonces seguiremos haciendo lo que hacemos desde otra postura, más a la recopilación que a la docencia y la difusión.
Cuéntame un poco de don Ricardo Gutiérrez Villa, el homenajeado en este festival.
Don Ricardo es un violinista que nació en Tamborero, municipio de Villa Madero; creció en Nocupétaro y la adolescencia en San Ignacio, municipio de La Huacana. Ya de joven vivió y tocó por Arteaga, Lázaro Cárdenas (cuando se llamaba Melchor Ocampo), en Ixtapa, en Santa Ana Amatlán, en Apatzingán y Uruapan. Ha tocado desde La Unión y Coahuayutla, en Guerrero, hasta El Ahuijullo, Santa María de Oro y Jilotlán, en Jalisco. Conoce y ha tocado con la mayoría de los músicos viejos de la Tierra Caliente, desde Juan Reynoso, del Balsas, hasta don José García, de la Sierra del Sur. Conoce las variantes de la música tradicional de la Tierra Caliente al dedillo, puede tocar los sones viejos de cada región con sus variantes particulares. Asimismo, es fundador de varios conjuntos míticos del Plan de Apatzingán, como Alma Grande y, sobre todo, los Caporales de Santa Ana Amatlán, con quienes grabó varios discos, viajó a Estados Unidos y tocó en Bellas Artes y otros foros culturales importantes.
¿Podrías hablarnos un poco del resto de la programación?
Nuevo Carrizal es un conjunto de arpa grande de Arteaga que interpreta los sones de la antigua parroquia de Sinahua, región que en el pasado fue una unidad de La Huacana, Churumuco y Coahuayutla. Parte de su repertorio es compartido con la Costa de Zacatula, tocan sones “costeños” de arpa como “El toro rabón”, “El llanto”, varios sones de paños (entre los cuales hay chinelas y bailes de paño de tres vueltas), géneros de música y baile que es difícil de ver en otros lugares y que se extendían por la Sierra Madre del Sur hasta Atoyac, en Guerrero. Los Jaraberos de las Cieneguillas son un conjunto de música de los Balcones de Turicato, que tocan fundamentalmente jarabes, pero también sones y bailes de conjunto ya en desuso como “El palomo”, “La botella”, “La costilla” y “Los panaderos”. Don Odilón Aguilar, su violinista, sabe mucha música antigua que es propia de esos declives de la sierra que miran a la Tierra Caliente y que es prácticamente desconocida. Los Caporales, de don Ricardo Gutiérrez, y Los Jilguerillos del Huerto, grupo formado por los niños y jóvenes de la familia Figueroa Ziranda, completan el cartel.
En tu opinión, como investigador de esta expresión musical y como organizador de actividades relacionadas con ésta, ¿cuál es la trascendencia de estos festivales?
Los FCTC son un muestrario de grupos tradicionales y de maestros de la tradición que son desconocidos incluso en las localidades donde residen. Además, son un escaparate para ver reunidos, conocer y poder aprender a los verdaderos maestros de la tradición. Es la oportunidad de tener un panorama musical, lírico y dancístico de la Tierra Caliente.
¿Cómo le han hecho para llevar a cabo cinco festivales, incluyendo el próximo por realizarse? Es decir, qué ha significado para ustedes, qué apoyos han tenido, los apoya Conaculta, el Gobierno del Estado, el Municipio…
Los apoyos han sido magros, se han ido reduciendo, y es por eso que este año no lo hicimos en Tierra Caliente, justo cuando ése era uno de los objetivos centrales, paradójicamente, son más baratos si se hacen en una capital que en las localidades. Este año nos dieron sólo 65 mil pesos, de los cuales 55 mil se gastarán en sueldos de los músicos y en viáticos. La asociación Música y Baile Tradicional A. C. ha conseguido, de nuevo, el resto, comida, carteles, viáticos y gastos de operación. El hospedaje se hará en casas de amigos y de nuevo en catres y colchonetas, pues no alcanzó para hospedaje. Además, este año no tuvimos dinero para traer a los niños y jóvenes que están aprendiendo la música tradicional de sus pueblos para que se animen a continuar estudiando su patrimonio cultural.
El Quinto Festival Cultural de la Tierra Caliente se llevará cabo los días 7, 8 y 9 de diciembre de 2007 en las plazas del Carmen, de San Agustín y de San Francisco, respectivamente, de la capital michoacana. Los conciertos iniciarán a las 18:30 horas. La entrada es libre.
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