Alondra de la Parra y la Orquesta Filarmónica de las Américas lucen esplendorosas en Bellas Artes

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De forma paralela a su labor
al frente de la agrupación,
Alondra es considerada una
de las mujeres latinas más
atractivas del medio musical
Foto: Cortesía
Jorge Vargas/CONACULTA
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Ciudad de México.- 26 de Noviembre del 2007.- Las luces bajaron de intensidad y la música se tornó en imagen con la presencia de los más de 70 jóvenes intérpretes de la Orquesta Filarmónica de las Américas. La directora, Alondra de la Parra, ocupó su lugar en el escenario del Palacio de Bellas Artes y, al igual que en una secuencia cinematográfica, guió con su batuta a los músicos y al público a través de un recorrido por la obra de los compositores más notables de México, Brasil y Estados Unidos.
Un fundido en negro y el gran podio del recinto se convirtió en una pantalla fílmica, donde los asistentes pudieron presenciar parte de la historia musical de nuestro continente. Una disolvencia… y se escucharon obras de Silvestre Revueltas, Arturo Márquez y Enrico Chapela; un movimiento de batuta… y secuencias mentales inspiradas en el legado de George Gershwin, Aaron Copland y Edward MacDowell tomaron por asalto a los asistentes. Incluso el gran final coronado por Astor Piazzolla, con su Obertura Cubana o Salón México, sembraron imágenes que muchos entusiastas celebraron con aplausos, aunque sólo al final recordaron que no se encontraban en un cine, sino en el foro más importante del país.
Después de presentarse en las ciudades de Nueva York y Dallas, la Orquesta Filarmónica de las Américas se apoderó con el concierto de la Sala de Bellas Artes y el domingo de la Sala Nezahualcóyotl. Las dos presentaciones fueron previas a la gran clausura de su gira el próximo miércoles en el Kennedy Center de Washington, D. C., Estados Unidos.
De forma paralela a su labor al frente de la agrupación y como docente, Alondra de la Parra es considerada una de las mujeres latinas más atractivas del medio musical. La noche del sábado mostró que la belleza no está peleada con el don de mando, la cadencia, el rigor técnico, así como la firmeza y precisión para marcar altos, sostenidos, bajos, percusiones y alientos.
En breve entrevista, la directora confesó su entusiasmo por estos primeros dos conciertos en tierras mexicanas y afirmó que la Orquesta Filarmónica de las Américas ha comenzado a forjar su sitio como una agrupación cimentada en la mejor tradición musical, para convertirse en un puente integrador de públicos y culturas.
Dijo que la ubicación de la sede en Nueva York, su ciudad natal, ha permitido reunir a jóvenes músicos de varias naciones y dotar a la orquesta de un perfil internacional en el que los repertorios no respondan a fronteras e ideologías sino que reivindiquen su posición como lenguaje universal.
“Queremos mostrar ese espíritu en México”, afirmó Alondra de la Parra, quien vivió con sus padres en esta ciudad durante muchos años y ha estado ligada al desarrollo de diversas orquestas de América Latina, siendo directora huésped de agrupaciones en Argentina, Uruguay, Venezuela y de la Orquesta Simón Bolívar, la Filarmónica de Jalisco y las orquestas juveniles de Veracruz y Aguascalientes.
Durante el concierto, la pianista Ana Karina Álamo ofreció el estreno en tierras mexicanas del Concierto para piano núm. 2 Opus 23, de Edward MacDowell, el cual provocó aplausos de entusiasmo entre los melómanos.
Como plot point cinematográfico, la orquesta interpretó posteriormente la zaga musical Cuatro estaciones porteñas, de Piazzolla, pieza que además de motivar una lluvia de palmas por parte del respetable, animó a algunos, aún sumergidos en la cadencia latina, a piropear a la directora concertadora con el grito de ¡guapa!
Con un clamor general que fue amplificado por la gran caja de resonancia del Palacio de Bellas Artes, concluyó la primera presentación fuera de Nueva York de la Orquesta Filarmónica de las Américas, agrupación que en palabras de su fundadora, es también un espacio formativo para las nuevas generaciones de músicos.
Dijo que a su regreso a los Estados Unidos se dará continuidad a los talleres que se realizan con niños y jóvenes que cursan High School, así como una nueva convocatoria dirigida a descubrir jóvenes directores de orquesta. “La música es una labor constante y apasionada de práctica, educación, fomento y difusión”, concluyó Alondra de la Parra.