Petróleo potencial: un nuevo Irak
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
-Petróleo potencial: un nuevo Irak
-Kessel: mejor despejar dudas
-Socios estratégicos. Negociar
Hace unos días, en el Foro "México, Cumbre de Negocios 2007”. Georgina Kessel, titular de la Secretaría de Energía, despejó todas las incógnitas que en su momento Raúl Muñoz Leos dejó en suspense cuando fue titular de PEMEX. Por fin, Kessel dijo que México tiene importantes descubrimientos potenciales de petróleo, al que hay que extraer, y que implicarían al menos 100 mil millones de barriles.
En los últimos años las presiones acerca del agotamiento petrolero y del nivel de sus reservas en México fue mucho más angustiante a partir del sexenio encabezado por el presidente Ernesto Zedillo.
Nota curiosa: mientras un sexenio anterior, cuando se negoció el TLCAN-NAFTA con Estados Unidos y Canadá, el entonces presidente Carlos Salinas y su equipo aclararon que el petróleo del país no estaba sujeto a condicionamiento ni discusión “porque es de los mexicanos”, unos años más tarde todas las injerencias externas buscaron desesperadamente la manija para la privatización de la industria energética aduciendo la falta de reservas, baja capacidad tecnológica de PEMEX, inoperatividad; así como precios poco competitivos y la situación financiera de la paraestatal.
En quince años pasamos del milagro petrolero de la política lopezportillista al grado de la mendicidad externa de no abrirse rápidamente a la iniciativa privada nacional y extranjera. Del boom a la escasez, del sueño a la pesadilla.
En esa otra cara de la moneda, los mexicanos -lo he dicho repetidamente-, han sido sujetos de una especie de miedo mediático para ir asimilando la necesidad de privatizar la plataforma energética del país ante los riesgos, déficit, carestías y baja capacidad de exploración.
Cabe mencionar la actitud de los distintos directores de Pemex con un papel más bien parecido a liquidadores, como cuando los bancos cayeron en desgracia en el sexenio del presidente Zedillo y fueron nombrados interventores gerente, se dijo que era para sanearlos, más bien los terminaron de quebrar y preparar para la posterior extranjerización.
Los directores que han pasado por Pemex han jugado a cabilderos del diablo, advirtiendo de que se nos acaba el petróleo y con ello la posibilidad de futuro para un país petrolizado en sus finanzas, ni que decir de su aparato industrial.
A COLACIÓN
La etapa boyante lopezportillista nos duró un suspiro, en cambio la tecnocracia en el poder se ha encargado de hacernos cada vez más números pequeñitos.
En lo de hacer cuentas, el presidente Zedillo autorizó para que fueran auditadas bajo criterios contables internacionales las reservas de petróleo probadas de la paraestatal.
La auditoría la llevaron a cabo las firmas Netherland, Sewell & Asocciates Inc y Degolyer & Mc Naughton en el año de 1999. En ese entonces Pemex reportó, según recoge el Almanaque Mexicano, reservas de petróleo por 58 mil 200 millones de barriles. Al término de la auditoría las reservas probadas, de acuerdo con los criterios internacionales, fueron menores a los 30 mil millones de barriles.
Este criterio, de las auditorías con parámetros internacionales, fue aplicado en dos países únicamente: en México y Argentina.
En Argentina sucedió previo al acuerdo establecido por el conglomerado español Repsol para comprar la paraestatal energética argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), operación que finalmente cerró en el primer semestre de 1999.
El proceso de venta de YPF cifrado en 14 mil 300 millones de dólares permitió que Repsol, como nuevo dueño, figurase entre las 10 empresas petroleras más importantes del mundo; hacerse del control de una compañía bien posicionada y clave, junto con Petrobras y PDVSA, en la zona de América del Sur.
Si bien resultó en un negocio redondo para los españoles, los argentinos no opinan lo mismo dado que su plataforma energética es controlada por extranjeros. Durante la crisis política que padeció Argentina desde finales del 2001 cuando dimitió el presidente Fernando de la Rúa y se suscitó una combinación de crisis política y económica, en los intentos de reajuste sobra decir los múltiples roces que surgieron con Repsol YPF al oponerse a impuestos e impuestos a la exportación.
En México, cuando parecía que el proceso podría seguir el mismo camino que Argentina, el de la privatización, fueron el peso de los sindicatos y la politización en el Congreso las que frenaron los intentos del presidente Zedillo.
Pese a todo y el bajón en las reservas petroleras por la nueva contabilidad internacional aplicada y la actitud de los respectivos directivos de Pemex, el brazo petrolero descanas en un eje rector público.
GALIMATÍAS
En 2004, el presidente Vicente Fox lo leyó en el Cuarto Informe de Gobierno: “Recientes descubrimientos petroleros situarían a México como el tercero en reservas mundiales con 102 mil millones de barriles de petróleo”. Después corrieron meses en los que se hizo mutis.
Hace días la duda fue finalmente retomada y despejada por Kessel, esto implica que somos potencialmente casi comparables con Irak y Emiratos Árabes Unidos, el segundo y tercer país con reservas probadas en el mundo.
Global Trends y la OPEP ubican a Irak con 112 mil 500 millones de barriles de reservas probadas y Emiratos Árabes Unidos con 97 mil 800 millones de barriles de petróleo.
El potencial de México que existe, pero al que hay que explorar y explotar, lleva a colarnos a un grupo geoestratégico como son los países de Medio Oriente con más reservas petroleras: Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes, Kuwait e Irán.
Las implicaciones son buenas y malas, de claroscuros, significa poner mucho énfasis y cuidado para elegir a los socios, los Contratos de Servicios Múltiples han abierto toda clase de posibilidades de participación en la exploración y en la producción; esas reservas potenciales ponen a México en lo más sensible de la geopolítica considerando que Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, España, Rusia, China, India tienen intereses económicos y militares ligados con la apropiación del petróleo.
Lo de Irak su invasión cada día convence menos el tono de las armas químicas y la amenaza nuclear, sobre todo tras el desembarco de poderosas empresa petroleras americanas y británicas en dicha nación.
Todo ello obliga a la prudencia, elegir con sumo cuidado al grupo de negocios. También creo que despejar la bruma es una forma de prepararnos para la inversión foránea porque con la infraestructura actual es imposible hacerlo solos.