
“La Grana y el Nopal en los textos de Alzate”, estudio sobre la cochinilla y su historia social
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Se sabía muy bien en la Nueva España
sobre la utilidad de la cochinilla para
elaborar colorantes, pero, nadie
había hecho un estudio minucioso
a su hábitat y su forma de cultivo
Foto: Cortesía eltonodelacochinilla.com
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Ciudad de México.- 9 de Noviembre del 2007.- Héctor Campio Códices y estudios antropológicos informan sobre algunos procesos empleados por las civilizaciones precolombinas para obtener tintes a partir de plantas y animales. En el caso de los insectos, figuran dos ejemplos paradigmáticos: el caracol púrpura y la cochinilla. Sobre esta última, la Dirección General de Culturas Populares y el Archivo General de la Nación editaron de manera conjunta La Grana y el Nopal en los textos de Alzate, libro que integra un tratado del intelectual novohispano José Antonio de Alzate y Ramírez (1738-1799) y textos de los investigadores Carlos Sánchez Silva y Alejandro de Ávila Blomberg.
Figura en esta publicación la reproducción impresa de la edición facsimilar Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana, que Alzate y Ramírez publicó en 1777. En el texto que sirve de introducción a su memoria, el autor acusa la ridiculez de algunos textos impresos hasta entonces, cuando se tenía la idea de que la grana cochinilla era fruto de un árbol o que se trataba de la parte posterior de ciertas moscas sin cabeza ni alas.
Se sabía muy bien en la Nueva España sobre la utilidad de la cochinilla para elaborar colorantes, sin embargo, nadie había dedicado un estudio minucioso a su descripción biológica, hábitat, forma de cultivo y procesos para la obtención de su preciado tinte. Microscopio en mano y sin más interés que su diversión, según lo describe, Alzate trabajó al respecto.
En el texto, el autor elabora una descripción detallada del insecto, incluidas las características anatómicas según su sexo. En sus apuntes registra por fecha, según un experimento, la manera en que estos los animales crean sus capullos para reproducirse.
“Por el tiempo de dos días tuve encerrados a un macho y una hembra de las cochinillas de macetas en un cañón de vidrio, y en todo el tiempo, el macho no se separó de la hembra, prueba evidente de su excesiva lascivia”, escribe en uno de los capítulos.
El nopal era conocido como uno de los lugares preferidos por las cochinillas para establecer sus nidos. Alzate no escatima esfuerzos en su investigación de campo y describe la manera en que las poblaciones de insectos se adhieren a las pencas y a las tunas para alimentarse.
El cuidado de la planta y el cultivo de sus bichos merece en su estudio un extenso capítulo en el que se enuncian desde los meses apropiados para la recolección, hasta la forma en que deben protegerse las cochinillas contra el ataque de gusanos, insectos depredadores, aves o variaciones climáticas.
El autor cita al respecto el informe de un eclesiástico de una comunidad chontal en Oaxaca: “En las provincias de Xicayán y Misteca, como están las nopaleras situadas en cañadas algo llanas, se tienen puestas y prevenidas sombras hechas de petates o esteras, para resguardar la grana del peligro del granizo y los aguaceros.”
Otros capítulos en el estudio están dedicados a los modos de matar a la cohinilla y a las formas para identificar un insecto sano.
Alzate y Ramírez, quien se distinguió por una bella caligrafía y dibujo, ilustra con algunas láminas la forma de los insectos, sus nidos en las pencas del nopal, así como las ollas, petates, tompiates y comales útiles para procesar la grana. En otros dibujos muestra indios que trabajan en el proceso de recolección y cocimiento del animal.
En su texto titulado Notas para la historia social de la grana cochinilla en Oaxaca, el investigador Carlos Sánchez Silva se remonta hasta el siglo XVI para relatar en forma sucinta la historia del tinte de grana cochinilla en el estado. Aporta datos históricos sobre su comercialización dentro de la Nueva España y fuera de esta y algunos casos particulares en los que tuvo que mediar la legislatura colonial.
Por su parte, Alejandro de Ávila, del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, hace un análisis de la Memoria sobre la naturaleza, cultivo y beneficio de la grana y se remite a datos bibliográficos que certifican, a la luz de los avances científicos actuales, muchas observaciones hechas por José Antonio de Alzate y Ramírez hace más de 200 años.
El libro La Grana y el Nopal en los textos de Alzate está disponible en la red de librerías Educal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.