
Espectacular maniobra para trasladar el monolito de “Tlaltecuhtli” e iniciar trabajos de limpieza
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Con el uso de una grúa de brazo
hidráulico con capacidad de carga
para 140 toneladas, la escultura
fue removida de su lugar original
Foto: Cortesía Héctor Montaño/INAH
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Ciudad de México.- 7 de Noviembre del 2007 .- (CONACULTA) Los cuatro fragmentos en que se encuentra dividido el monolito de Tlaltecuhtli —con un peso aproximado de 12 toneladas— fueron trasladados este lunes 5 de noviembre sobre la calle de Argentina en el Centro Histórico de la ciudad de México, esto con el objetivo de dar inicio a los trabajos de limpieza y fijación de los pigmentos de la pieza descubierta hace poco más de un año.
Mediante una maniobra que duró alrededor de seis horas, de las 7:30 a.m. a las 13:15 p.m. y con el uso de una grúa de brazo hidráulico con capacidad de carga para 140 toneladas, la escultura que representa al dios-diosa mexica de la Tierra, fue removida de su lugar original, el predio Las Ajaracas.
Durante las labores de embalaje y traslado que fueron supervisadas por Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, y Laura Pescador Cantón, coordinadora nacional de Arqueología; se informó que tras su proceso de limpieza el monolito será e colocado nuevamente in situ, hacia el último trimestre de 2008.
El doctor Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que desde el 19 de marzo pasado se han realizado una serie de estudios que, por ejemplo, han permitido levantar el plano de esa zona arqueológica incluyendo el predio de Las Ajaracas. Lo anterior en colaboración con especialistas de la Universidad de Nagoya, Japón.
“Por otra parte, con el apoyo del INAH, en fechas cercanas realizamos junto con un equipo de la Universidad de Ferrara, Italia, un escaneo terrestre tridimensional, el cual también permitió observar la posición exacta del monolito de Tlaltecuhtli. Ha sido trabajo de investigación intenso y que tiene como resultado el movimiento de la pieza el día de hoy”.
El investigador precisó que otro motivo por el cual no se había efectuado la remoción de la escultura, era para evitar el posible daño que se pudieran causar a los pigmentos originales, por eflorescencia de sales, tras un secado relativamente rápido de la piedra, pues ésta se localizó en un estado húmedo. “Ahora ya está totalmente seca y creo que una de las claves ha sido realizar este trabajo de una manera reposada”.
Acerca de los trabajos de exploración que, a partir de mañana, dará inicio el equipo del Proyecto Templo Mayor en el espacio que ha dejado descubierto el monolito de Tlaltecuhtli, López Luján abundó que se espera corroborar la hipótesis sostenida por el profesor Eduardo López Moctezuma y él mismo, es decir, que debajo se encuentre el depósito funerario de Ahuizotl, octavo rey de Tenochtitlan, entre 1486 y 1502 d.C.
Dicha tesis, no obstante, “puede ser corroborada o desechada conforme la presencia o falta de evidencia arqueológica. Lo cierto es que se tratará de un trabajo de excavación lento. En general, las ofrendas que hemos excavado en el Templo Mayor desde 1978 hasta la fecha, se han tardado entre tres y ocho meses en salir a la luz, siendo depósitos más chicos que el que esperamos. Hablamos de más de un año para este caso”.
Virginia Pimentel Chehaibar, jefa del Departamento de Restauración del Museo del Templo Mayor y responsable de los trabajos de limpieza de Tlaltecuhtli, comentó que también se fijarán los pigmentos “y si la piedra lo requiere, en algunos lugares muy ubicados, se hará una consolidación local. Después la pieza será nuevamente armada —sin pegarla— y colocada en una base de mampostería”.
El traslado del monolito de Tlaltecuhtli, que mide 3.57 de alto x 4 metros de ancho, se realizó con el apoyo de la Compañía Luz Especializada —a cargo del operador Rubén Colín—, la misma que llevó a cabo la remoción de Coyolxauhqui hace casi 30 años.
De Coyolxauhqui a Tlaltecuhtli
Carlos Javier González González, director del Museo del Templo Mayor (MTM), dio a conocer que este recinto prepara los festejos que tendrán lugar en 2008 por el 30 aniversario del descubrimiento del monolito de Coyolxauhqui y de instauración del Proyecto Templo Mayor. Actividades que incluyen básicamente la realización de un ciclo de conferencias y una magna exposición temporal.
En el evento académico a efectuarse en febrero del año entrante bajo el título De Coyolxauhqui a Tlaltecuhtli, participarán, entre otros, el maestro Raúl Arana —quien trabajó directamente en el rescate de la escultura de la diosa mexica de la luna—, el profesor Eduardo Matos Moctezuma, y el doctor Leonardo López Luján.
En tanto, la muestra programada para abril reunirá piezas nunca antes vistas, sea recientemente descubiertas, o que formaron parte de las ofrendas asociadas a Coyolxauhqui y que ahora se encuentran en los acervos de Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH.
A su vez, el INAH tramita ante el Servicio Postal Mexicano y la Lotería Nacional, la emisión de un billete y un timbre conmemorativos, respectivamente.