TANTO PECA EL QUE MATA LA VACA, COMO EL QUE LE AGARRA LA PATA…
COSAS VEREDES MIO CID
Roberto Montes Vázquez
TANTO PECA EL QUE MATA LA VACA, COMO EL QUE LE AGARRA LA PATA.- Dice la conseja popular sacando a balcón al que actúa tras bambalinas o a escondidas, pensando en esfumarse para que no identifiquen su impronta o bien del que, como el capitán araña embarcan al andoba y se quedan en tierra. Dicen los campiranos que por lo general ésta especie de de asesores, ordeñan sin tocar las ubres y no se manchan ni con el pétalo de una boñiga, pero generalmente son los ganones limpios de polvo y paja, pese a que son los agarradores de pata de la vaca que escogen para el sacrificio…
La historia ha recogido las hazañas de muchos de estos próceres agarradores de pata que no dejan de tener quien les rinda pleitesía por sus dobles caras, por sus juegos sucios y sus argucias y se pueden citar muchos, pero solo mencionaré los clásicos, por que hay algunos modernos que si me leen les darían calambres en el esfínter.
Rasputin, Richelieu, Maquiavelo y Fouché serían nombre de los precursores de José María Cordova Montoya con Salinas; Liébana Sáenz con Zedillo y Ramón Muñoz con Fox, los que Anteceden en ese parnaso de amargosa gloria al alpargato José Camilo Mouriño, nacido en España, hoy por hoy dicen y, deja decir que es el hombre que manda tras y delante del trono, porque Felipito batalla, como para todo para subirse a la silla.
Dice José Reveles, en su libro “Las manos sucias del PAN”, que José Camilo Mouriño, hijo de un especulador español que en su tierra ya había hecho fortuna y que vino a México hace unos cuantos años “a hazer lash Américash”, a enriquecerse todavía más, como vulgar “gachupín”, acaso valido de las influencias que su hijo habría amarrado (ha habido en México dos tipos de españoles: los refugiados liberales o socialistas de la Guerra de España, sabios muchos de ellos, que trajeron cultura, civilización y arte al país, y los “gachupines” que venían y vienen, sin filiación política y casi siempre sin cultura, sólo a llenar la alforja). Vino papá Mouriño a engordar la faltriquera como lo hacían los españoles durante la colonia, a costa de la expoliación de los indios y las indias, fuera como comerciantes, chupatintas, mineros o simplemente como encomenderos (esclavistas). Hijo de un “indiano”, pues, niño Mouriño fue el encargado de la logística calderonista.
Arnulfo Montes Cuen, ex priísta sonorense caído en desgracia con el gobernador Eduardo Tours, fue contratado por legisladores panistas para servirles de asesor en materia de organización campesina, ya que estaba al frente de la FENPA (Federación de Productores Agropecuarios, Forestales y Pesqueros, AC) y tenía experiencia para gestionar y conseguir apoyos económicos de las diversas dependencias del gobierno federal. Lo contrataron los panistas porque ellos no tienen y no han tenido arraigo en organizaciones campesinas o agropecuarias (monopolizadas antes por el PRI, y últimamente penetradas por el PRD) y les hacía falta captarlas para fines electoreros. Pues bien este filibustero del campo, pasó al servicio del alpargato Mouriño, para aumentar el caudal de votos del campo para Felipito, al mero estilo del PRI, del que provenía e instruyó al baturro en la ciencia del trinque, el cochupo y las mapacherías.
Por ser el antecesor más próximo del alpargato mencionamos a Ramón Muñoz Gutiérrez, que fue el que detuvo la pata de las vacas y bueyes que sacrificó Fox, antes de que fueran exprimidos por su mujer en turno Martha Sahagún, Oficiaba desde la Oficina de la Presidencia de la República para la Innovación y Calidad Gubernamental , y quien se ganó entre el propio gabinete de Vicente Fox, el calificativo de "Ministro sin Cartera", fue el segundo hombre más importante en el gobierno Federal, y el responsable de las políticas de innovación, calidad total y certificación (Que nunca se supo con que se comen) , a quien todos los Secretarios de Estado, Oficiales Mayores y directores de organismos gubernamentales y el propio Procurador General de la República, tuvieron que rendirle cuentas respecto a las estratégicas de la Agenda Presidencial de Buen Gobierno. Pese a ser nativo de una provincia netamente campirana del estado de Jalisco, entre sus extravagancias de espiritista y lector
de Cuija, nunca los astros le mandaron que atendiera a los campesinos y fue un impulsor entusiasta del TLC.
Dice la raza cervecera y mordaz, que si quieren acorralar al grandote orate del Bajío, que se defiende corriendo como avestruz zancona y gritando como chachalaca, que le aprieten a Ramón el místico Senador que hace lo imposible por pasar inadvertido en el senado, como alma en pena y van a tener que darle cachetadas “guajoloteras”, pero no para que cante, sino para que se calle porque va a embarrar a muchos cándidos azules que creyeron que lo grandote quita lo ratero y el apjendejamiento.
PAJAROS AZULES, PAJAROS BERMEJOS, ENTRE MAS GRANDOTES, MAS….AZULES