Remesas desaprovechadas

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Remesas desaprovechadas
-Felaban, apuesta por bancarizar
-El gasto en consumo lo principal

En México existe una sucursal bancaria por cada 12 mil 160 habitantes si se compara por ejemplo con España encontramos una sucursal por cada 1 mil 117 habitantes,  la distancia entre uno y otro, revela la subbcancarización anquilosada en México.
    La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) con datos reportados al segundo trimestre del año indica que hay 39 instituciones bancarias con un  número de sucursales de 8 mil 717 oficinas a junio de este año.
    Las cinco entidades del país con más sucursales son: Distrito Federal con  1 mil 512; Estado de México con 809; Jalisco con 741; Nuevo León 678 y Veracruz con 405.
    En contrapartida, en España la Asociación Española de Banca informa la atención al público provista por 40 mil oficinas bancarias.
    En otros países como Estados Unidos el número de oficinas es todavía superior, de casi 90 mil sucursales.
    El número de oficinas bancarias dividido entre la población da cuenta de la capacidad de bancarización de un país y de la accesibilidad de sus habitantes a los servicios financieros.
    En México un amplio segmento de la población no tiene acceso a los servicios bancarios, lo que redunda en ahorradores informales, muchos son aquellos de “debajo del colchón” y acuden de forma peligrosa a canales también informales de financiamiento.
    Ello debe motivar a la reflexión sobre todo en un país que depende de las remesas como segunda fuente, después del petróleo, para proveerse de ingresos en dólares que llegan a las familias más necesitadas en forma de subsidios, que el INEGI contabiliza como ingresos.
    Precisamente,  en unos días más, del 4 al 6 de noviembre, la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) llevará a cabo su XLI Asamblea anual en Miami dedicada esta vez a las remesas y su aprovechamiento.
    De acuerdo con la propia Felaban, América Latina desaprovecha el potencial de las remesas.  Gran parte de los 70 mil millones de dólares que la región recibe de sus ciudadanos que viven en el exterior van a parar a la  economía informal.
Fernando Pozo, presidente de la Felaban, explica que “desafortunadamente estamos desperdiciando de manera lamentable el gran potencial de las remesas. El problema es que todavía son pocas las personas que reciben y envían remesas a través de los bancos desaprovechando las ventajas de ahorro,  crédito, inversión y asesoría que se ofrecen a través de ellos. Esta situación es uno de los factores que frena el crecimiento de América Latina”.
    Según un estudio sobre la bancarización en América Latina, que será presentado durante la  asamblea, el gran reto para los bancos es encontrar los mecanismos para que los 68 mil 052 millones de dólares que llegan a la región a través de las remesas, puedan ser dedicados a promover el ahorro y a inversiones productivas como micro empresas.
    Al respecto del Pozo indica que es importante que los bancos se incorporen en mayor medida al proceso del envío de dinero, lo que permitirá una reducción de los costos de las transferencias, beneficiando al emisor, al receptor y también al sistema financiero.
    Por su parte, Manuel Orozco, director Ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Rural y de Remesas del Diálogo Inter-Americano, en los últimos tres años el porcentaje de inmigrantes mexicanos usando el sistema bancario para enviar remesas desde Estados Unidos ha crecido de un 2 a un  6 por ciento.
    En gran medida estamos hablando de cultura financiera.
 A COLACIÓN
El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo  (BID) presentará el martes 6 de noviembre en Miami, en el marco de la XLI Asamblea Anual de FELABAN, sus más recientes datos sobre las remesas concernientes a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Participarán en la conferencia de prensa, Donald F. Terry, gerente del FOMIN  y Sergio Bendixen, asesor encargado de realizar diversos sondeos sobre remesas para el BID en numerosos países latinoamericanos y caribeños.
El FOMIN es un fondo autónomo administrado por el BID, ha estado estudiando el fenómeno de las remesas desde el año 2000 para analizar el impacto de estos flujos de dinero impulsados por millones de emigrantes latinoamericanos y caribeños radicados principalmente en América del Norte, Europa y Asia.
En México, de acuerdo con información de la Balanza de Pagos condensada por el Banco de México, en el segundo trimestre del 2007 el saldo superavitario de la cuenta de transferencias se situó en 6 mil 244 millones de dólares.
El principal renglón de esta cuenta es el de las remesas que los residentes en el exterior de origen mexicano envían a sus familiares en México.  La mayoría de dinero, el 80% de lo que reciben las familias en dólares, lo gastan en manutención, de acuerdo con encuestas del instituto central.
En el segundo  trimestre la entrada de recursos por este concepto ascendió a 6 mil 138 millones de dólares, lo que significó una ligera disminución anual de 1.6%, luego de que dichos  recursos aumentaron 3.4% en el primer trimestre.
Por otra parte, en la primera mitad del presente año el ingreso por remesas familiares sumó 11 mil 498 millones, para un ligero aumento anual de 0.6 por ciento.
Dicha entrada de recursos se originó de 33.1 millones de transferencias, con un valor promedio por remesa de 348 dólares. Asimismo, tales ingresos fueron equivalentes en el primer semestre a 149% del saldo superavitario de la balanza comercial de productos petroleros.
La pérdida de dinamismo que han registrado en 2007 las remesas  familiares provenientes del exterior se explica por varios factores, entre los que   destacan: 1) La desaceleración que presentó la economía estadounidense en el primer semestre del año impactó adversamente las oportunidades de empleo para los migrantes mexicanos. En este contexto, destaca que un sector de actividad en ese país que se ha debilitado es la industria de la construcción, la cual tradicionalmente ha representado una fuente de ocupación para un número importante de migrantes de origen mexicano. 2) Los crecientes problemas que han enfrentado los trabajadores mexicanos para emigrar a Estados Unidos, como resultado de que se ha reforzado la vigilancia fronteriza en ese país; y 3) Las mayores dificultades que han encarado los migrantes mexicanos indocumentados para encontrar trabajo, ante controles oficiales más estrictos.
    Por último, también cabe señalar que la mejoría alcanzada en México en la cobertura de las operaciones de remesas influyó al alza en tal estadística en los años previos, pero su efecto ha ido desapareciendo gradualmente.

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