México: un paso al OMGI

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-México: un  paso al OMGI
-Garantías para la IED
-Un mundo inestable

A la Inversión Extranjera Directa (IED) la relacionamos con el despliegue de multinacionales y transnacionales como un motor de cambios con matices positivos y negativos; pensamos en la IED con un poder de picaporte, aunque pocas veces lo hacemos analizando que, en este mundo inestable y conflictivo, ser inversionista foráneo implica asumir  demasiados riesgos.
    Imagine tener en sus manos millones de dólares para invertir en otro país, quizá para comprar una empresa o bien crear una subsidiaria, sabe de la responsabilidad que tiene en nombre de los empleos que genera, de los salarios que debe pagar, del dinero de los otros accionistas y del prestigio y la marca, entonces, elegir el lugar en el mapamundi de los negocios no es nada sencillo.
    La verdad es que la competencia lo ha hecho más difícil en la medida en que el libre mercado va dejando sin privilegios a las empresas acostumbradas a la protección gubernamental, y se complica con las circunstancias actuales de un marcado cambio climático, terrorismo, acciones militares, inseguridad, ingobernabilidad, un clima de negocios adverso con alzas en las tasas de interés en el mercado internacional, volatilidad en las divisas que trastornan los flujos de comercio y de IED.
    No es nada fácil. Pocas veces reparamos que allí donde existe un conflicto hay empresas que están proveyendo servicios, bienes y mercancías y es que, hasta en los lugares más inestables e inseguros existe un mercado donde se encuentran oferentes y demandantes.
    ¿Cómo encontrar garantías para el capital en forma de IED?  ¿Cómo asegurar el menor riesgo posible en la actividad empresarial?
Si bien algunas compañías de seguros en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania tienen productos de protección, son insuficientes ante el creciente volumen de amenazas reales.
En respuesta, el  Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) adquiere cada día una mayor presencia entre la comunidad inversionista.
Conocido en inglés como Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA) o traducido al español bajo las siglas de OMGI, surgió en  1988 como parte del Grupo del Banco Mundial para promover la inversión extranjera directa en las economías emergentes a fin de fomentar el crecimiento económico, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas.
Además de brindar asistencia técnica a los organismos de promoción de inversiones, el OMGI cumple este mandato ofreciendo seguros contra riesgos políticos (garantías en que se incluyen la expropiación,  incumplimiento de contrato, restricciones a las transferencias de dinero, guerra y  disturbios civiles) tanto a inversionistas como a prestamistas.
Desde su creación, el OMGI ha otorgado aproximadamente 900 garantías para proyectos en 96 países en desarrollo por un valor total de cobertura que supera los 17 mil  millones de dólares.  Los compromisos brutos de garantía ascienden a 5 mil millones de dólares.
A COLACIÓN
Las inquietudes respecto de la poca seguridad de un entorno político y la percepción de riesgos políticos suelen inhibir la inversión. Como consecuencia, gran parte de la IED, clave del crecimiento económico, va a parar sólo a algunos países.
En este sentido, el programa de garantías del OMGI actúa como catalizador para abrir mercados a la IED e impulsar  proyectos que causen el mayor impacto posible en el desarrollo.
De acuerdo con el informe más reciente del organismo “también ayuda a los países en desarrollo en la definición e implementación de estrategias que promuevan la inversión y en la divulgación de información sobre oportunidades de inversión. El organismo utiliza sus servicios legales para desempeñarse como mediador en posibles conflictos entre inversionistas y gobiernos receptores, a fin de mantener las inversiones y sus beneficios bien encaminados”.
La inversión en países afectados por situaciones de conflicto es otra prioridad operativa del organismo. Aunque estos países suelen atraer la  voluntad de donantes,  los flujos de ayuda internacional  finalmente comienzan a declinar y es entonces  cuando la inversión privada toma un papel fundamental para la reconstrucción y el crecimiento.
Cuando muchos inversionistas se sienten temerosos ante los potenciales riesgos, el seguro contra riesgos políticos se convierte en una herramienta primordial para movilizar las inversiones.
Durante el año fiscal que finalizó el 20 de junio del año en curso, el  Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) registró resultados significativos en sus ámbitos prioritarios: casi la mitad (48%) de los proyectos que apoyó el año pasado se desarrollaron en países beneficiarios de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y el 38% se llevaron a cabo en África, región donde vive el 30% de la población más pobre del mundo.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Para acceder a la cobertura de las garantías del OMGI, los inversionistas deben cumplir normas sociales y medioambientales que se consideran como las mejores del mundo. Sin la participación del Grupo del Banco Mundial, los proyectos se ejecutan sin las salvaguardias adecuadas.
El lunes pasado, México dio un paso importante hacia su plena adhesión dentro del organismo. En Washington, sede del Banco Mundial,  Agustín Carstens, secretario de Hacienda, en nombre del gobierno mexicano signó el protocolo de acuerdo para pertenecer al Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones.
Para completar el proceso, México debe aprobar medidas legislativas que legalicen la adhesión, además de efectuar la necesaria contribución de capital a dicho organismo. En este punto no se sabe cuánto es el monto inicial que el país deberá aportar.
Lo destacable es que esta adhesión permitirá a los inversionistas de México recibir seguros contra riesgos políticos (garantías) para las inversiones pertinentes en otros países miembros en desarrollo. Las compañías extranjeras que reúnan los debidos requisitos y deseen invertir en México también pueden recibir garantías del OMGI.
En 2006, la IED en México superó los 19 mil millones de dólares, según datos proporcionados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), mientras que los flujos hacia el exterior alcanzaron un total de 5 mil 800 millones de dólares.
El World Investment Report del 2007 sitúa a México en el lugar 49 de un total de 141 economías en lo que respecta a las salidas de IED, y en primer lugar entre los receptores de IED de América Latina y el Caribe.

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