Petróleo, variable eje

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Petróleo, variable eje
-Ley de Ingresos 2008
-¿A dónde los petrodólares?

El petróleo es un insumo fundamental para el capitalismo industrial con todo y el impacto negativo en el medio ambiente y el efecto cíclico de su mercado en la economía mundial, esta materia prima nos trae a todos de cabeza.
    ¿Sería mejor un mundo sin la energía proveniente de los combustibles fósiles? ¿Habría quizá mayor estabilidad en Medio Oriente? ¿Cuánto en verdad es insustituible el petróleo por otras energías en los actuales niveles de producción global?
    A estas interrogantes podríamos encontrar un cúmulo de respuestas, en muchos casos meras especulaciones, aunque lo que verdaderamente buscamos impulsar es un debate que lleve a desentrañar los poderosos intereses en torno al petróleo y su mercado.
    El actual shock petrolero  no tiene parangón, vamos ni siquiera es comparable con la fase de la década de los setenta, la delgada línea del mundo unipolar imperante está a punto de convertirse nuevamente en una cruzada de dos bandos donde el petróleo, el gas y los recursos energéticos son la  disputa.
    Tanto los países importadores como exportadores de petróleo y sus derivados, resienten en las finanzas públicas y en su respectiva  política monetaria la escalada de los petroprecios, acaso la subida de una montaña rusa cuya pendiente descendente siempre aparece.
    Asimismo, los consumidores padecemos esa irracional y absurda tónica alcista impulsada por un cocktail de ingredientes entre los cuales, el más destacado, la disputa por el control de Medio Oriente con el camuflaje de las armas nucleares, cuando lo que sobra es el maná del oro negro y el gas natural, junto con una ubicación geostratégica para los gasoductos, oleoductos y otros entramados petrolíferos.
    En esta cruzada no se trata de quitarle el oro a los judíos, ni los bancos, empresas armadoras, ni los centros financieros, esta nueva cruzada conlleva el reparto neocolonial de los países con potestad energética. Es el nuevo botín porque augura la preeminencia del capitalismo y de su hermano político, la democracia.
    Los movimientos en el ajedrez internacional van incrementado la volatilidad y la incertidumbre, el petróleo todo  lo resiente y lo toma a su vez de pretexto: después de que la semana pasada Turquía aprobó la entrada a Irak para atacar a los Kurdos, el precio de petróleo saltó hasta los  89 dólares por barril.
A COLACIÓN
    Estragos en nuestros bolsillos y no encontramos beneficio alguno como consumidores por vivir en un país exportador de petróleo y tener refinerías y platas petroquímicas, si el precio de la gasolina es cada vez más alto.
    Lo positivo viene para las finanzas públicas: finalmente el viernes pasado los legisladores fijaron el precio estimado del barril de la mezcla mexicana de exportación en 49 dólares, como base para los ingresos esperados en 2008.  La meta es obtener recursos presupuestarios adicionales por 17 mil millones de pesos.
    La previsión del precio del petróleo en 2008 desata todo tipo de comentarios, unos  lo consideran prudente, otros más aventurados  aconsejan usar de base precios por encima de los 55 dólares.
    Es preferible ser precavidos en materia de elaborar presupuestos a sacar las tijeras del recorte en las finanzas, aunque es  verdad,   el viernes pasado en el  mercado internacional el precio de la mezcla mexicana de exportación cerró en 73.65 dólares por barril.
Cada vez sube más, se llegan a máximos históricos, niveles que jamás se pensó observar y que han marcado como característica fundamental a los gobiernos panistas en la Presidencia en México.
    Ningún otro presidente contó jamás con tal llave de ingresos extras disponibles producto de la cotización de petróleo en el mercado con cotizaciones superiores a los  35 dólares por barril.
    Esas razones de peso implicarían una mayor responsabilidad del Legislativo para dar seguimiento puntual a la forma en que el Ejecutivo utiliza el caudal en dólares derivado de las exportaciones petroleras bajo la coyuntura actual.
    Al servir como oxígeno financiero los petrodólares han otorgado a los gobiernos panistas un margen de acción no contemplado en ningún programa ni política.
    Ahora que nuevamente se desinfla el crecimiento de la economía de Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisa a la baja sus proyecciones de crecimiento para México “del 3.4% a 2.9% para el 2007”,  por tanto al no obtener parte de la riqueza que forma el PIB de la relación económica con Estados Unidos, nuevamente ante la falta de estrategia alterna y  orbitar en la inercia, tendremos que dar gracias al petróleo por ser nuestro salvavidas favorito.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Petróleos Mexicanos estima que este mes el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación se ubicará en un promedio de 69.10 dólares por barril, precio superior en 42.4% al observado en octubre del 2006 y en 4.3% al registrado en septiembre pasado.
El próximo 29 de octubre, PEMEX dará a conocer su situación financiera al tercer trimestre del año, que incluye además información del ritmo de las exploraciones, la producción, exportaciones, principales socios y las relaciones con inversionistas.
A pesar de esta supuesta transparencia, el velo de misterio en torno a “la caja grande del gobierno” tiene que ver con los inversionistas, los socios, las personas a las que se abre el poder de llevar a cabo negociaciones; aspectos torales como la explotación de pozos y el medio ambiente; la contabilidad de las reservas; y el asunto que nunca fue aclarado a la luz pública cuando el entonces presidente Vicente Fox leyó en su Cuarto Informe de Gobierno los importantes descubrimientos petroleros en el Golfo de México que nos ubicarían por encima de Irak en cuanto a capacidad de producción y posibilidad de reservas.
El mega descubrimiento nunca se aclaró aunque terminó entre dimes y diretes, confrontaciones y dislates que los medios de comunicación recogieron entre Raúl Muñoz Leos, entonces titular de PEMEX, y el presidente Fox.
Demasiado velo de misterio en una empresa tan estratégica para México y los mexicanos no es bueno. Se siembran muchas dudas al respecto de la manera en que el gobierno administra el dinero derivado del petróleo y el otorgamiento de contratos a los inversionistas, con todo y  licitaciones.
Los mexicanos hemos atestiguado  historias negras en tiempos donde el precio del petróleo no estaba por las nubes, ese dinero que debió llegar para modernizar la plataforma energética del país,  sirvió para tapizar las mansiones de directores y funcionarios de la paraestatal y del gobierno.  Preocupa por tanto, que la transparencia impere con esta escalada de los petroprecios.

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