Informe inmobiliario BBVA
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
-Informe inmobiliario BBVA
-Más vivienda, el motor
-Inversión pública: certeza
El retraso de la inversión pública en infraestructura, programas de vivienda pública y privada cubiertos en forma acelerada en 2006 y el entorno de desaceleración empujan a la construcción.
De acuerdo con el Informe Inmobiliario elaborado por Estudios de BBVA Bancomer, el cambio de administración pública al inicio de este sexenio ha provocado, como tradicionalmente ocurre, un rezago en los flujos de inversión en construcción de infraestructura, ya que se realizan evaluación y diagnóstico de los proyectos. La inversión impulsada por el sector público disminuyó 10.4% en términos reales en el primer trimestre del año.
Estas caídas, explica el grupo, son resultado en gran medida por el efecto aritmético que ocasionaron las inversiones de una sola vez realizadas durante enero-marzo del año pasado en: 1) Recursos destinados a los daños ocasionados por los huracanes Stan, Wilma y Emily a finales del 2005 y el primer trimestre del año pasado por un monto de 1 mil 025.1 millones de pesos. 2) Una partida presupuestaria para la construcción de la segunda terminal del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México iniciada en el primer trimestre del 2006.
Por otra parte, el gasto de inversión física presupuestada en el primer trimestre del año en curso fue de 39.9 mil millones de pesos, lo que significó una disminución de 19.4% anual.
Por lo que se refiere a la inversión que complementa la inversión pública, (Pidiregas) se logró avanzar 1% anual real en enero-marzo del presente año, a juicio de BBVA Bancomer ello obedece a los proyectos orientados a la exploración y producción de petróleo en Ku-Maloob-Zaap, Cantarell, y el Programa Estratégico de Gas.
En menor medida, contribuyeron los proyectos de generación y transformación de energía en diversas zonas del país. Durante 2006 la inversión física directa fue de 7.2% y la inversión en capital fue de 15%, ambos calculados con respecto al gasto programable.
En el primer trimestre del 2007 estos indicadores fueron de 3.7% y 11%, respectivamente, lo que representa un diferencial negativo con respecto al promedio de los dos años previos de 2.5 y 2.8 puntos porcentuales, respectivamente.
“Esto pone de manifiesto que el cambio de administración siempre representa una nueva fase en las licitaciones públicas para proyectos de construcción. Sin embargo, este retraso en los proyectos seguirá siendo recurrente mientras no se opere bajo un esquema de asignación presupuestaria multianual entre cambios de administración que evite caídas cíclicas en obra pública”.
A COLACIÓN
En cuanto al valor de la producción en obra pública, el análisis de BBVA Bancomer destaca la importancia relativa del transporte (42%), petróleo y petroquímica (35%). La primera, conserva altas tasas de crecimiento aunque con una ligera trayectoria descendente. La segunda, observa una acentuada tendencia hacia un menor avance. Ambos comportamientos se originan por el reciente relevo en la administración pública.
Siguiendo con una estructura lógica debe atenderse la factibilidad de la ejecución del Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012 y la estacionalidad del gasto público que durante el segundo semestre habitualmente se acelera.
En este programa se plantea una inversión pública y privada del 4% del PIB, en su escenario base, que representa 0.8 puntos porcentuales adicionales con respecto a la administración pasada (3.0% del PIB promedio anual).
La inversión en infraestructura (transporte, energía y agua) en América Latina como porcentaje del PIB es menor (1.5%), aunque en China es de 7.3% y en Chile del 5.8% del PIB.
Cabe destacar que México, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, por la competitividad de su infraestructura se ubica en el lugar 64 de 125 países.
Para BBVA Bancomer el bajo dinamismo de la industria también se explica por la acelerada colocación de créditos a la vivienda por el Infonavit y conclusión de proyectos de obra pública y privada durante 2006.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Los créditos a la vivienda han crecido a una tasa anual acumulada de 27% para el lapso del 2001 al 2006.
El Infonavit concentra el 60% de cartera hipotecaria en México por lo que la dinámica de la industria es altamente sensible al desempeño y fijación de metas de colocación crediticia del instituto.
Fue precisamente durante el segundo semestre del año pasado que el Infonavit aceleró su colocación de créditos lo que introdujo ciertos rezagos en el dinamismo de la construcción durante el primer semestre del 2007.
El organismo colocó un total de 435 mil créditos en 2006, entre formalizados y autorizados, y éstos representaron 104.2% de avance con respecto a su meta preestablecida en su programa de financiamiento, al 31 de diciembre del 2006 algunas entidades excedieron su meta anual: Tamaulipas (129.02%), Nuevo León (121.25%), Durango (109.58%), Coahuila (109.09%), Sonora (109.04%) y Chihuahua (107.91%).
Según Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el crecimiento esperado del portafolio total de hipotecas del mercado a partir del 2006- al 2020 será de 10.1% anual acumulado.
Asimismo, durante el primer semestre del 2007, la industria de la construcción ha operado al 45% de su capacidad de producción lo que hace evidente el menor crecimiento esperado para este año, mientras que el PIB real de la construcción creció 6.8% en 2006.
Aunque se espera que las acciones de obra pública reactiven el dinamismo del sector en el segundo semestre del año, esta situación también se explica porque los proyectos de obra pública y privada se concluyeron de manera acelerada con el objetivo de cubrir las metas y programas preestablecidos en el sexenio pasado.
En vivienda, la inversión ascendió a más de 183 mil millones de pesos, en hidrocarburos fue de 103 mil millones de pesos y en electricidad fue de 39 mil millones de pesos; en carreteras 26 mil millones de pesos y en turismo se realizó una inversión de 2.7 mil millones de pesos.
Por lo tanto, a juicio de BBVA Bancomer la reactivación de la industria para los próximos años será respaldada por el recurrente aumento de proyectos de inversión y vivienda bajo la meta de 1 millón de viviendas anuales.
Adicionalmente, la administración pública deberá acelerar la implementación de los proyectos de obra pública mediante nuevos mecanismos más ágiles en los procedimientos de contratación, conciliación y arbitraje, así como una mayor transparencia y certidumbre jurídica en la inversión pública.