Aeroméxico, ¿quién ofrece más?

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Aeroméxico, ¿quién ofrece más?
-Nuevo año, nuevo dueño
-Nueva ruta a Barcelona

Aeroméxico es un diamante que con el tiempo y a pesar de  las vicisitudes internas y externas mantiene méritos que no le quitan los 1 mil 200 millones de dólares de endeudamiento que arrastra.
    Y es que la empresa, además de sus aviones e infraestructura, cuenta con el activo humano, los empleados que día con día permiten que Aeroméxico logre insertarse en un modelo integral de calidad, servicio, puntualidad y seguridad.
    No es nada fácil mantener ese plus, las líneas áreas han atravesado su propia crisis porque la industria aeronáutica a nivel internacional permanece influida por una serie de factores.
    Aeroméxico ha tenido su propia historia de éxitos y reveses, unas veces responde a la  coyuntura nacional y otras a la internacional.
    De lo circunstancial, en los peores momentos los empleados de la empresa han mantenido  la coherencia de trabajar una línea área respetuosa con  sus pasajeros.
Básicamente es un  valor fundamental que en una mayoría de aerolíneas pasa de largo, bien sea por la crisis, porque el personal percibe sueldos caídos; porque los administradores tratan mal a los empleados y éstos  lo reflejan en el cliente. También impera la moda low cost, de tratar de ahorrar hasta en la supresión de los cacahuates. En el trayecto ha ido minándose la calidad.
    En las aerolíneas el concepto cambió debido a la crisis global de los últimos años y en respuesta a la consolidación del segmento del bajo costo, ¿qué ha pasado? Que se puede comprar un boleto relativamente barato para viajar, sobre todo en rutas internacionales, con la incertidumbre de conocer  si el aparato en el que se vuela cumple con los estándares de mantenimiento requeridos; si se recibirá un trato personalizado por los sobrecargos; y sobre todo si, al aterrizar, el pasajero podrá disponer de sus maletas.
    Casi nunca analizamos  estos aspectos, cuando hablamos de criticar o de realizar una introspección para comparar lo que tenemos en el país y pensamos que todo lo que está allá afuera es mucho mejor. Por fortuna no siempre es así, Aeroméxico es un ejemplo de ello.
    En Europa, los servicios de las líneas áreas provocan miles de quejas anualmente por la impuntualidad, la mala atención del personal tanto en tierra como en el aire; ofrecer tarifas que no especifican el costo por trayecto, promociones que nunca son cumplidas o bien el trato con desdén de los sobrecargos.
    Las  quejas más generalizadas tienen que ver con el equipaje, va en aumento el descuido por parte de las líneas áreas en el manejo del equipo de sus clientes.
    De acuerdo con la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA), al año se pierden 30 millones de equipajes en aeropuertos europeos, el 85%  logran recuperarse en un lapso de 48 a  72 horas; el resto jamás aparece.
    Aerolíneas como Iberia, Spanair, British Airways y Air Malta son las más propensas a perder las maletas de sus clientes.
    Yo en lo personal tengo mi propia agenda de extravíos, por supuesto con una empresa europea: con Alitalia, volamos de Madrid a Milán para viajar a Sabona y embarcar en un viaje por 13 días en altamar. Mi maleta no llegó a Milán,  en la aerolínea prometieron hacer todo por recuperarla y enviarla a alguno de los puntos de desembarco. Para no  alargar la historia, resumo que mi maleta llegó a mis manos hasta 14 días después.
    Además la gente va acostumbrándose a  que las maletas no lleguen. De hecho hay quien toma precauciones y lleva consigo las cosas de primera necesidad.
    Hace un mes aproximadamente, una ex alumna de México llegó a visitarme a Madrid, ella voló en una conexión con Iberia tras una escala en Londres. Para su mala suerte, su maleta no llegó, se quedó en Londres perdida en la conexión. Logró recuperarla tres días después.
    En el caso de Aeroméxico y Mexicana,     la Asociación Internacional de Líneas Aéreas ubica a ambas aerolíneas entre las diez primeras del mundo por mejor calidad de servicio y menor incidencia en robo, extravío o daño de las maletas de sus pasajeros.
A COLACIÓN
    Desde hace tiempo sabemos que el destino de Aeroméxico está en un volado, el gobierno que es dueño de una parte accionaria muy importante de la empresa desea venderla, lleva años intentándolo en un momento muy malo para el mercado aeronáutico global.
    No obstante este año, en su recta final, mantiene la expectativa de que el IPAB logre cerrar el próximo viernes la convocatoria de venta por el 58%  de las acciones de Aeroméxico en manos del gobierno.
    Esta posición accionaria era del 62% pero el empresario  Carlos Slim Helú, por medio de SINCA Inbursa adquirió un 4 por ciento.
    Entre los grupos posibles compradores del paquete encontramos los siguientes con sus respectivas ofertas: la del Grupo Modelo, de la empresaria María Asunción Aramburuzabala y la de Banamex-Citigroup, consorcio financiero estadounidense.  La propuesta de compra es por 151 millones de dólares.
    El otro grupo es el de los hermanos Saba, Alberto y Moisés, que ofrecen 99 millones  de dólares.
    A lo largo de los días han corrido infinidad de versiones acerca de si el gobierno, mediante el IPAB, ya se inclinó a favor de los Saba; comentarios de si el precio propuesto de compra es bajo porque la empresa vale más de 180 millones de dólares; que si están presionando para que les vendan barato porque Aeroméxico tiene una deuda muy grande; etcétera.
    Por favor no nos hagamos, Aeroméxico es un bocado, un diamante, es una empresa rentable porque es eficiente, ofrece buen servicio, respeta estándares de calidad, está diversificando sus rutas, modernizando sus naves y  permanece  ubicada en la mejor escala y goza del reconocimiento de premios internacionales.
    ¿Cuántas líneas pueden presumir de puntualidad? Aeroméxico lo cumple y sobre todo lo mantiene en el segmento internacional. Y le menciono un ejemplo, el vuelo que aterrizó en Monterrey proveniente de Madrid el día martes 18 de septiembre llegó con una hora y media de adelanto.
    El IPAB tiene que ser muy cuidadoso en la selección del grupo empresarial, uno que siga privilegiando la calidad. Me preocupa las declaraciones de los hermanos Saba insistiendo tanto en el tema de la deuda, sobre todo si piensan atajarla reduciendo costos, personal, regateando con sueldos, salarios y prestaciones. Bajando el mantenimiento. Malbaratando el servicio de la empresa por su deuda. Hay que tomar con precaución estas señales,  todavía hay tiempo.
P.D En la diversificación,  Aeroméxico volará a Barcelona dos veces por semana a partir del próximo mes de diciembre. Los vuelos saldrán desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, los días lunes y sábados.

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