Subsidios en cheque

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Subsidios en cheque
-Cheque bebé; cheque alquiler
-Van ganando terreno

La política social debería ser un instrumento blindado de tintes electorales, partidistas, libre del arbitrio casi siempre populista del gobernante que, cede y concede dádivas,  para vanagloriarse.
    El subsidio es uno de los artífices consentidos de la política social y es interesante que ante tal cúmulo de señalamientos por la perversidad del subsidio y su doble lectura, populista y electorera, éste siempre va modernizándose y reinventándose.
    Mientras en América Latina, los subsidios a la oferta o a la demanda aplicados en ataño cambian por los programas de transferencias monetarias condicionada, cada vez surge con mayor fuerza el subsidio-cheque.
    Ningún país del orbe, sea gobierno de izquierda o  derecha, deja de recurrir a la maquinaria del subsidio: unos lo esgrimen como parte de un Estado de Bienestar, otros lo señalan como un correctivo de la mala distribución, algunos más lo criticamos por ser un paliativo, un mejoral de efectos esporádicos,  endosado a la  factura de los consumidores y  de los  ciudadanos que trabajan con todas las prestaciones de la ley.
    No puedo dejar de admirarme cuando un gobernante o un político, que intenta conquistar el corazón del elector, sale a micrófono y en cámara abierta para anunciar o prometer, según sea el caso, un nuevo subsidio bien para el consumo, el alquiler, el desempleo o hasta por parir. ¿Y  es que dónde está la maquinita de hacer dinero para pagarlo?
    Claro, alguien paga, y somos nosotros. Nosotros pagamos el subsidio, regalo, bono, vale, cheque, mensualidad o despensa que el gobierno entrega “generosamente” en sus estrategias de política social igualmente mal utilizadas en el tiempo, bien aplicadas para los fines de tener temporalmente contento al vulgo elector.
    La dádiva puede ir mucho más allá  cuando la lucha es fraticida entre gobernantes de izquierda y de derecha. Entonces los subsidios adquieren un cariz de chantaje, manipulación y de amenaza, porque en la actualidad ante la escasez de recursos fiscales y financieros, un presupuesto mal utilizado es prácticamente un crimen de Estado. Somos millones de seres humanos los perjudicados por la ineptitud y la ineficacia.
    ¿Qué pasa cuando dos grupos políticos insertados en distintas esferas del poder jalan la cuerda atrayéndola para sí con los subsidios? Acontece una rebatinga, “haber quién ofrece más”.
En España encontramos la maquinilla puesta en marcha para dar cheques-subsidio etiquetados, por el Partido Popular y por el Partido Socialista Obrero Español.
Las cantidades van en aumento en la medida en que se aproximan los meses para celebrar las elecciones para elegir Presidente en 2008.
A COLACIÓN
    Primero dicen que fue Alemania el que puso de moda los cheques-bebé, este  país  cuya economía no logra despegar de forma consolidada para lamento de la Unión Europea.
    Desde el primero de enero del 2007, el gobierno alemán instruyó que mediante el sistema económico de  Elterngeld, todos los niños que nacieran a partir de entonces llegarían con un subsidio mensual de entre 900 y 1050 euros por el lapso de dos años.
    ¿El fin justifica los medios? El gobierno alemán señaló que mediante dicha medida podría alentarse la tasa de natalidad en un país que en los últimos años llegó a tasa cero.
    En el trasfondo, la economía germana sigue dando tumbos, con salarios cada vez más deprimidos y un sector laboral inestable que afecta primordialmente  a los jóvenes, muchos de ellos en edad de formar una familia pero que, a duras penas, comparten los gastos del alquiler y la manutención con la pareja que viven. En esas condiciones, ¿Cómo pensar en tener un hijo cuándo la certeza laboral radica en contratos temporales?.
    El gobierno prefiere irse por el camino más corto, dar un subsidio por el tiempo equivalente a los dos primeros años de vida del bebé, considera que habrá aventureros animados a dejarse mantener dos años por el cheque bebé por 900 o 1050 euros. Y después,  ¿Qué hacer? ¿Devolver el bebé?.
    El cheque bebé se extiende como moda para, repito, tomar el camino más corto, porque en el camino largo, de lo que estamos hablando es de gobiernos que gobiernan para todos; que incentivan la apreciación salarial y las condiciones de empleo con prestaciones de la ley. Vamos que con ingredientes así, no hay porque sentarse a elucubrar en poner en marcha un cheque bebé.
    En Madrid, gobernado por el Partido Popular, las mujeres luego del parto pueden reclamar (después de llenar una serie de requisitos) una ayuda directa y única de 100 euros por hijo nacido o adoptado.
    Cien gloriosos euros que alcanzan para comprar casi siete paquetes de pañales, habrá gente que diga aquello de “nadie te los regala” o “si pueden ser gratis mejor, porque 100 euros servirán para algo”.
    Empero, por estos días de elaborar presupuestos, el PSOE ha apoyado en el Congreso la sagaz propuesta del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en pro de  extender un cheque bebé hasta por 2 mil 500 euros por nuevos nacimientos o adopciones; y 3 mil 500 euros para madres solteras, familias numerosas o con hijos discapacitados.
    Tras unos días de discusión la propuesta fue aprobada con cargo al Presupuesto, esto es, endosada en buena parte al bolsillo de los españoles que a partir del lunes pasado comenzaron a comprar su despensa con un 30% de alza en el precio, más las otras subidas esperadas en bienes y servicios.
    Claro,  lo que se le ocurre a los gobernantes lo pagan los contribuyentes y los consumidores.  Hay que ponerse a temblar cada vez que a los políticos les viene  a la cabeza  dar subsidios por aquí y por allá.
    La senadora Hillary Clinton con la meta puesta en  la candidatura del Partido Demócrata para contender por la Presidencia de Estados Unidos,  anunció que de llegar a la Casa Blanca propondría al Congreso el bono-bebé  por 5 mil dólares a cada niño nacido en territorio de la Unión Americana.
    La senadora Clinton no ha explicado muy bien a la audiencia el funcionamiento cabal del nuevo subsidio propuesto ni mucho menos cómo obtendría los recursos, en un país cuyas arcas están endeudadas y presionadas por los gastos extraordinarios concedidos desde el 2001 para la invasión de Afganistán, luego de Irak en 2003, más los miles de desplazamientos de tropas en Medio Oriente. ¿Alguien quiere pagar más?.
    Valoremos con recelo las nuevas manifestaciones de los subsidios igual llegan en forma de cheque-vivienda, bono-alquiler, vivienda protegida o subsidio a la hipoteca, este último, de la mano del  gobierno del Distrito Federal.

Leave a Reply