Recordando a Blanca Estela Pavón, “La Chorreada” de la cinta “Nosotros los pobres” con Pedro Infante

Blanca Estela aparece con Pedro
Infante y 'Chachita' en una escena
de la película 'Nosotros los Pobres'
Foto: Internet

Ciudad de México.- 26 de Septiembre del 2007.- A 58 años de su deceso, la actriz Blanca Estela Pavón, destacada figura del cine mexicano, reconocida por su papel de “La Chorreada” en la película “Nosotros los pobres”, al lado de Pedro Infante, entre otras, es recordada a través de la pantalla chica mediante la programación de algunos de sus filmes.

De las 14 producciones cinematográficas en las que participó destacan asimismo “La mujer que yo perdí”, “Los tres huastecos” y “Ustedes los ricos”, en las que actuó también al lado de Infante.

El pasado domingo 16 de septiembre, en vísperas del aniversario de su muerte, se transmitió por el canal 2 de Televisa el memorable largometraje “Los tres huastecos”, en el que Pavón interpreta a “Mari Toña”, quien se enamora del capitán “Victor Andrade” (Pedro Infante). María Blanca Estela Pavón Vasconcelos, nacida el 21 de febrero de 1926 en Minatitlán, Veracruz, falleció víctima de un accidente de avión, en el que el aparato explotó y todos sus pasajeros perecieron calcinados, cuando ella apenas tenía 23 años.

Desde temprana edad mostró habilidades para la actuación y el canto, además de que en sus estudios se caracterizó por sacar siempre buenas calificaciones. A los 12 años se trasladó a la ciudad de México, donde en poco tiempo recibió su primera oportunidad como pianista en la XEQ, pero al ver su poder histriónico fue contratada para la serie infantil “Fifirifas”. En 1945 recibió su primera oportunidad para cantar en la XEW, donde su voz se escuchó en múltiples ocasiones gracias al gusto del público que la pedía con frecuencia.

Asimismo, dado su talento, juventud, belleza y personalidad, en 1946 realizó su debut fílmico en “El niño de las monjas”, al lado del actor español Angel Garasa. Al año siguiente, Ismael Rodríguez le ofreció uno de los papeles centrales de su carrera en “Nosotros los pobres”, al lado de Pedro Infante, en la cual dio vida al personaje de “La Chorreada”.

Si bien su filmografía no fue muy extensa, dejó una huella imborrable en la historia del cine mexicano con sus participaciones con dicho personaje y títulos como “Vuelven los García” (1946), “Ladronzuela” (1949) y “En cada puerto un amor” (1949). Además participó en “Las puertas del presidio” (1949) y “Cuando lloran los valientes”, por la cual recibió un premio Ariel, en 1947.

En su corta trayectoria, alternó con un sinnúmero de figuras del cine nacional, entre las que también se cuentan: Víctor Manuel Mendoza, Fernando Chianguerotti, Fernando Soto “Mantequilla”, Sara García, Arturo Soto Rangel, Katy Jurado y Eduardo Arozamena. Así como Víctor Noriega, Freddy Fernández “El Pichi”, Marga López, Evita Muñoz “Chachita”, Miguel Inclán y Mimí Derba, entre otras personalidades del espectáculo.

En su haber, incluso fue contratada para realizar el doblaje de películas estadunidenses, por lo que prestó su voz a actrices de la talla de Ingrid Bergman, en el filme “La luz que agoniza”, y a Vivian Leigh, en el clásico inmortal “Lo que el viento se llevó″.

En 1949, luego de terminar la filmación de la película “La mujer que yo perdí”, Blanca Estela Pavón viajó a Oaxaca para participar en una presentación de estrellas, tras lo cual debía regresar cuanto antes a la ciudad de México para cumplir un compromiso como cantante.

Sin embargo, su avión se retrasó y ella le pidió a uno de sus admiradores que le cediera su lugar en otro vuelo, por lo que ella emprendió el retorno a la capital del país, donde la esperaban para filmar otra cinta. Pero, en las inmediaciones del Popocatépetl, la nave se internó en una espesa niebla y debido a eso, una de sus alas golpeó en una de las piedras del volcán y fue brutalmente desprendida.

El aparato explotó y todos los pasajeros murieron calcinados, el 26 de septiembre de 1949. Pocas actrices lograron, en un tiempo muy corto, alcanzar la categoría de ídolos populares como lo hizo la singular “Chorreada”. Su trágica desaparición, a la temprana edad de 23 años, la eternizó en el recuerdo, siempre joven y siempre bella, a través de sus filmes aún programados en la televisión mexicana. (Notimex)

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