Marcel Marceau, el mimo que fascinó por seis décadas al público de los cinco continentes

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En el 2003 vino a México, cuando
recibió el 'Premio Luna' del
Auditorio por
'Mejor Espectáculo Teatral'
Foto: Internet
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Ciudad de México.- 23 de Septiembre del 2007.- Con su rostro pintado de blanco, sus zapatos blandos y un sombrero maltrecho coronado con una flor roja, el famoso mimo abarcó toda la gama de las emociones humanas en el escenario durante más de 50 años, sin pronunciar palabra.
Marcel Marceau, quien revivió el arte de la pantomima y le imprimió poesía al silencio, falleció a la edad de 84 años, informaron hoy medios franceses.
La radio France-Info y el canal televisivo LCI señalaron que la familia había anunciado la muerte de Marceau. Sin embargo, los detalles de su fallecimiento no fueron divulgados.
Marceau, judío francés, sobrevivió a la invasión de los nazis y trabajó también con la resistencia en Francia para proteger a los niños de su religión.
La familia del artista francés, que en un primer momento no dio precisiones sobre el fallecimiento de Marceau más allá de que ya había fallecido, se anunció que será enterrado en el cementerio parisino de Père Lachaise en los próximos días.
El genio del mimo, que había revitalizado este arte del gesto desde finales de los años 40, se había inspirado para ello en los grandes actores del cine mudo, como Buster Keaton, Harry Langdon y sobre todo Charles Chaplin, por el que desde niño había mostrado admiración y al que le gustaba imitar.
El mimo nació en Estrasburgo el 22 de marzo de 1923, en 1944 entró en la resistencia contra la ocupación de Francia por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, después de que su padre, de origen judío, fuera detenido y deportado al campo de exterminio de Auschwitz, donde murió.
Fue precisamente durante esa contienda, y para escapar a la persecución antisemita, por lo que cambió su apellido original Mangel por Marceau.
Una vez desmovilizado, aunque primero empezó una formación en artes decorativas en Limoges, pronto se orientó al teatro al inscribirse en la Escuela de Arte Dramático Charles Dullin, donde estableció una relación fuerte con uno de sus profesores, Etienne Decroux, que fue una pieza clave en su giro hacia el mimo.
El año 1947 marcó una inflexión en su carrera con la fundación de una compañía propia y, sobre todo, la creación del personaje de Bip, que le acompañó el resto de su vida identificado por su perfil filiforme, su cara pintada de blanco, los pantalones anchos de payaso, la camisa marinera y una expresividad corporal en apariencia frágil pero llena de vivacidad.
Marceau hizo de Bip un ser marcado por la sensibilidad, la melancolía y la poesía de la pantomima que le permitió explorar la sociedad moderna centrada en su dimensión trágica.
Reconocido en todo el mundo por su versatilidad teatral mímica, Marceau fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento y se hizo merecedor de una gran cantidad de premios, incluyendo el Deburau (1948), además de dos premios Emmy por sus programas de televisión.
El arte.
De acuerdo con el propio Marcel Mangel, como era su nombre real, dicho en alguna ocasión: “El arte del mimo es el grito desgarrado del alma entre el bien y el mal con la esperanza de que el bien sea mayoritario “más famoso mimo del mundo”, sino que se le acredite haber revivido el arte de la pantomima.
Durante más de medio siglo sus espectáculos recorrieron el mundo a teatro lleno. “La mímica, como la música, no tiene fronteras ni nacionalidades”, había declarado en una entrevista.
En otra oportunidad manifestó que un artista de la pantomima requiere sentido de la música, del tiempo, de la introspección psicológica y de la poesía. En 2003 enfatizó en la necesidad de mantenerse trabajando. “Si te detienes cuando tienes 70 u 80 años entonces no puedes continuar”.
Uno de sus críticos manifestó de él en una ocasión: “Logró en menos de cinco minutos lo que la mayoría de novelistas no hace en volúmenes.”
figura. El francés Marcel
Marceau era el artista más representativo del mimo, con el que fascinó en seis décadas de carrera al público de los cinco continentes gracias a un arte sin palabras, tierno y conmovedor que traspasaba las fronteras.
Marceau nació el 22 de marzo de 1923, con el nombre de Marcel
Mangel, en Estrasburgo. Su padre, Charles, un carnicero que cantaba con la tesitura de barítono, hizo que su hijo conociera el mundo de la música y el teatro desde temprana edad.
El chico adoraba a las estrellas del cine mudo de la época: Chaplin, Buster Keaton y los Hermanos Marx. Cuando los alemanes invadieron el oriente de Francia,
Marceau y su familia tuvieron que empacar sus bienes en cuestión de horas. Huyó al suroeste de Francia, donde se cambió el apellido a Marceau, para ocultar su origen judío.
Con su hermano Alain, Marceau participó en la resistencia francesa. Alteró cédulas de identidad de varios niños, cambiando las fechas de nacimiento, para que los alemanes pensaran que no podían deportarlos por ser muy pequeños. Dado que hablaba inglés, fue reclutado como agente de enlace con el ejército del general George S. Patton.
En 1944 el padre de Marceau fue enviado al campo de exterminio de Auschwitz, donde falleció.
Sus espectáculos. A medio camino entre el teatro y la danza, alcanzaron una dimensión internacional a partir de mediados de los años 50 y constituyeron una revisión moderna de la tradición de la dramaturgia de la “Commedia dell’Arte” italiana.
Pronto se hizo tanto o más famoso que en Francia en países como Japón o en Estados Unidos, donde su “marcha contra el viento” constituyó una de las bases técnicas del baile de Michael Jackson.
El genio del mimo llevó algunas de sus pantomimas al celuloide y tuvo papeles destacados en “Barbarella” de Roger Vadim (1968) y “La Dernière folie” de Mel Brooks (1976).
En 1978, actuó en los mejores teatros del mundo, precisamente cuando estaba en la cumbre de su carrera, creó en París una Escuela Internacional del Mimodrama para asegurar el relevo en su arte del gesto, al que añadía también enseñanzas de danza y acrobacia de bastón o teatro con la vista puesta en lo que él mismo calificó de la “creación total”.
Marcel Marceau, que había recibido las máximas distinciones oficiales en Francia, como la Legión de Honor o las condecoraciones de la Orden Nacional del Mérito y de las Artes y las Letras, no pudo sobrevivir a ese centro de formación, desaparecido en 2005 por falta de financiamiento.
Galardonado en Francia con las mayores condecoraciones oficiales -Oficial de la Legión de Honor, Comendador de las Artes y las Letras y Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito- era miembro también de la Academia de Artes de Berlín y Múnich, y del Prestigioso Instituto de Francia.
Gracias a su energía y a su constitución, se siguió subiendo al escenario casi hasta el final de sus días, y así en 2000 organizó una gira bajo el título “Les Premiers Adieux de Bip” (la primera despedida de Bip), a la que siguió en 2002 “Le retour du mime Marceau” (la vuelta del mimo Marceau), e incluso una nueva gira en 2005 por Latinoamérica con “le meilleur de Marceau” (lo mejor de Marceau).
Además de doctor “honoris causa” de las universidades de Princeton, del Estado de Ohio, Lindfield College, Ann Arbor (Michigan) y Ricardo Palma (Perú).
Había recibido las llaves de honor de ciudades de Nueva York, Los Ángeles o San Juan de Puerto Rico (1994), y la Orden Generalísimo Francisco de Miranda de Venezuela, en octubre de 1996 entregado a actividades sociales. Fue embajador de buena voluntad de la UNESCO y miembro de la Asociación Francia-Checoslovaquia.
El “Charlie Chaplin del mimo, que estuvo casado tres veces y era padre de cuatro hijos. Tuvo dos notables incursiones en el cine como actor, con Roger Vadim en “Barbarella” (1968) y con Mel Brooks en “La Dernière folie” (1976).
En México.
En el 2003 vino a este país, cuando recibió el premio “Luna” del Auditorio 2003 por Mejor Espectáculo Teatral, también tuvo una lamentable experiencia que lo obligó a retirarse del escenario donde ofrecía una presentación.
“En aquella ocasión, estaba al aire libre y la lluvia se precipitó, por lo que decidí cancelar mi espectáculo, desde luego que no fue culpa del público, pero no me gustaría experimentar una situación igual ahora, así que no daré funciones a la intemperie”, había explicado.
Un año después tras un año de ausencia, el mimo francés Marcel Marceau volvió a México con su espectáculo “Lo mejor de Marcel Marceau”, fue una gira extensadonde ofreció al público mexicano presentaciones clásicas como solista, entre las que se encuentran las pantomimas de Bip.
Filmografía
1968
Barbarella, de Rogen Badin, género ciencia ficción. Popular adaptación de un cómic de Jean Claude Forest.
1974
Shanks de Williams Castle, película de género aventura.
Un excéntrico inventor muere dejando un inquietante secreto en manos de un titiritero. Con la ayuda de una muchacha, el titiritero hace uso de un secreto.
1976
Participó en La última locura de Mel Brooks, un homenaje satírico al cine mudo norteamericano, en el que grandes estrellas como Paul Newman o Burt Reynolds se autoparodian. (Agencias)