La Era Inteligente

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-La Era Inteligente
-Es digital y sustentable
-Facilitar la vida

La revolución digital, el cambio climático con las connotaciones de forzar a la sustentabilidad y los avances sorprendentes en el campo  de la biotecnología y la genética impulsan una transformación en el sistema de producción mundial,  por ende en nuestra de forma de vida, relacionarnos,  pensar y ser.
    Estamos en un vuelco inmerso en una espiral de cambios, transitando de un  estadio económico a otro, guiado de la mano del paradigma de la tecnología inteligente.
    Al tiempo que la mitocondria revela infinitas posibilidades para la biotecnología y la genética, los avances en el campo de la tecnología van anticipándose a las  nuevas prioridades humanas bajo la premisa de los efectos ambientales y climáticos.
    Todo sea por mitigar: el combustible ecológico gana terreno en las legislaciones de los países más industrializados con normativas que prevén que los autobuses de servicio público utilicen combustible ecológico.
    En los laboratorios europeos se prueba la eficacia de la biomasa y el  bioetanol dado que el combustible obtenido tiene un origen vegetal, el CO2 emitido por el tubo de escape es igual al CO2 absorbido durante el crecimiento de las plantas.
    En el futuro inmediato será modificado el concepto de la producción agrícola, base de la alimentación, para competir por un mercado energético, peligrosamente más rentable que el de cosechar para alimentar. Sería dramático tener escasez de granos para comer, porque los productores prefieran venderlo a las empresas encargadas de la elaboración del bioetanol.
    Las bases cambian. Algunas empresas líderes reparan en los desafíos de los  nuevos tiempos.
    ¿Qué tal  un vehículo que funciona con combustible renovable derivado de la remolacha, los cereales o la madera? Desde el 2001, Ford lleva vendiendo con mucho éxito el Focus Flexi-Fuel en Suecia y a la fecha representa el 80% de todos los vehículos Focus vendidos.
    De acuerdo con las características técnicas proporcionadas por Ford, el vehículo con motor 1.81 funciona con gasolina, bioetanol o con una mezcla de los dos, ofrece una reducción del 70% en las emisiones de dióxido de carbono comparado con el modelo de gasolina.
    Recientemente la Asociación Powertrain (APS) publicó un estudio sobre los treinta vehículos más ecológicos en el mercado destacando a Volkswagen, Honda, Toyota y Ford.
De acuerdo con APS, los modelos con mejor puntuación y por lo tanto, los más limpios con el medioambiente, han resultado ser: el Toyota Prius (89 sobre 100), el Honda Civic IMA (83 sobre 100) y el Opel Signum (79 sobre 100), empatado en resultados con el Toyota Avensis 2.0 D. Los dos primeros vehículos (Prius y Civic IMA) utilizan la denominada tecnología híbrida.
A COLACIÓN
    La ciencia y la tecnología están caminando muy de la mano de la sustentabilidad y la aplicación del concepto de Inteligencia para dar una mayor funcionalidad a las cosas que nos rodean.
    A través de estos “cerebros artificiales”, un vehículo puede sentir el estado de ánimo de quien lo conduce, a manera incluso de prever accidentes.  
    Los fabricantes de automóviles están añadiendo  sistemas de comunicación inteligentes como el control por voz (V2C), la navegación por satélite y el Bluetooth.
    Con el V2C el coche reacciona a las ondas sonoras de las cuerdas vocales. Basta con hablar para que se ajusten los sistemas de clima y temperatura interna en el vehículo.
    Otro rubro en transformación está relacionado con la vivienda. Cada día pasan prueban numerosos materiales recicables, biodegradables y resistentes a los cambios climáticos.
    En Madrid, los arquitectos impulsan  lo que en Tokio y algunos lugares de Estados Unidos surge con el nombre de “ecobarrios”.
Los trazados de las nuevas urbanizaciones van adaptándose para obtener la energía necesaria para las viviendas mediante el biogás que procede de residuos y de la propia basura generada por los habitantes de los ecobarrios.  La basura del lugar pasa por un  sistema de neumáticos a través de tuberías subterráneas.
    ¿Cómo se logra? Con planeación sustentable e inteligente, diseñando bajo el suelo de las edificaciones, una planta de producción termoeléctrica “basada en tecnologías de condensación, bajas temperaturas, energía solar térmica y pilas de combustible para transformar el gas en calor y electricidad”.
    Asimismo, otros resultados tienen que ver con la domótica, en búsqueda de las casas, oficinas y edificios inteligentes.
    Los avances enfocan en dispositivos de control de acceso para los propietarios de la vivienda; lectura de huellas dactilares o del iris; reacción a mando de voz para encendido, control de temperatura, clima, activación de aparatos eléctricos  y telefónicos; además sensores de movimiento para alerta de intrusos o temblores; sincronía con los aparatos eléctricos de nueva generación, refrigeradores y lavadoras inteligentes que controlan el encendido, apagado, alertan de problemas; purifican el interior de los refrigeradores.
Por su parte, en las tuberías, el funcionamiento es con alarmas que detectan fugas de agua, limitan el uso diario de agua y en su caso la cortan.  El plus en la comodidad será  llamar desde el teléfono celular para ordenar, mediante la voz, que la comida sobre de la estufa comience a calentarse a la temperatura y por el tiempo elegidos,  para después apagarse en automático.
    ¿Le parece demasiado lejano? A eso vamos, a una vida vertiginosa con coches pequeños, ecológicos y casas funcionales y autosustentables. Los habitantes de los países menos desarrollados tardaremos unas décadas más en llegar en comparación con los habitantes de los países más industrializados.
    En las ciudades de algunos países como Noruega, Finlandia, Suiza y Suecia, la cultura de sus habitantes y el respeto por el medio ambiente es tal que la reducción de su huella ecológica es de compromiso vital. Todo es reutilizar, reciclar; las bolsas son biodegradables elaboradas a base del almidón de las papas; el riego es por goteo; la ducha es rápida y espaciada a lo largo de la semana.
    El automóvil sólo se utiliza en los trayectos por carretera y la gente opta por la bicicleta, caminar o combinar la bicicleta con el transporte público. La actuación diaria es de cero desperdicio, más en pro de un consumidor racional que llena de  a poco la cesta del mercado para comprar lo que verdaderamente va a consumirse a lo largo de la semana. Los productos son frescos, no enlatados.
    La cultura es de ahorro, ahorro total. De disfrutar el medio ambiente y compaginarlo con los avances de la tecnología.

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