Impuestos a juegos y sorteos

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Impuestos a juegos y sorteos
-¿La venganza del PRD?
-CIE, Grupo Caliente y AISA

A través de la política  se aprovechan las circunstancias para cobrar las facturas pendientes. La aprobación, la semana pasada, en el Congreso de la Unión de reformas que gravan con una tasa del 20% a la realización de juegos con apuestas y sorteos impulsada por los legisladores perredistas y finalmente secundada por los legisladores priístas es, sin duda, la manifestación más política de cómo hacer un ajuste de cuentas.
    En la apariencia el interés es justificable, vamos, muchos concordamos en que los ingresos en las finanzas públicas tienen que diversificarse, irse  despetrolizando.
En buena forma aumentar los gravámenes en las  actividades de varios sectores que no añaden ningún valor agregado y en cambio  amasan cuantiosas fortunas  es una forma de ir reduciendo la injusticia fiscal,  la mala distribución de los ingresos,  la inequidad y la protección a los grupos poderosos.
    Llevar a cabo este tipo de acciones, promoviendo cambios en la miscelánea fiscal es aplaudible. Para muchas personas es sentirse reivindicados y hasta cierto punto esperanzados por aguardar correctivos por la vía de la política fiscal a fin de acortar las brechas.
    Hasta el momento, podemos señalar, que los legisladores perredistas están impulsando lo que en campaña Andrés Manuel López Obrador anunció que propondría en caso de llegar a ser presidente.
 Así es que la bancada perredista en San Lazáro supo, bien a bien, negociar consensos, posiciones y votos para impulsar el 20% en los juegos de apuestas y sorteos; igualmente reformas a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), para  aplicar un gravamen en la venta de las empresas a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) (recuérdese el bochornoso caso de la venta multimillonaria de Banamex al estadounidense Citigroup-Citibank por 12 mil 500 millones de dólares y que no dejó un solo peso de impuestos para las arcas públicas); así como  gravar  los ingresos que obtengan los grandes inversionistas, personas físicas o residentes en el extranjero, por la  enajenación de acciones en los mercados de valores.
    Estos cambios que ya fueron votados en el pleno y que pasarán al Senado llevan en particular dardos cargados contra tres empresas: Corporación Interamericana de Entretenimiento S.A. de CV. (CIE), Grupo Caliente y Televisa, con su brazo de apuestas y juegos, representada por Apuestas Internacionales (AISA).
    Cie, el presidente del Consejo de Administración es Alejandro Soberón Kuri; mientras que del Grupo Caliente, su presidentes es Jorge Hank Rhon; y  en la parte de AISA, Emilio Azcárraga Jean, como presidente del Grupo Televisa.
A COLACIÓN
    En México, en los últimos veinte años, en todo el territorio nacional han ido proliferando los juegos de apuestas y sorteos, unas veces en forma de negocio clandestino y después saliendo a la luz pública con todas sus manifestaciones.
    Las apuestas son un negocio redondo a nivel mundial y en México también llevan dicha sintonía: a mediados de 1980, Hank Rhon inició su empresa de Grupo Caliente con apuestas de peleas de todo tipo, juegos y tentar la suerte con el azar.
    Es interesante que, a pesar, de ser dueño de una empresa que mueve mucho dinero y sigue en auge, el  político al que recientemente se le escapó la gubernatura de Baja California, parece no interesarle una cotización en bolsa para impulsar una internacionalización, lo que por un lado significa que no tiene por qué dar a conocer ni reportar sus estados financieros trimestrales ni anuales.
    Todo lo contrario, CIE presidida por Soberón Kuri, cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) obligando a la empresa a poner a la vista del   público accionista y del mercado, tanto los  reportes trimestrales como  anuales.
    En el año de 1990, CIE inició operaciones por medio de una subsidiaria llamada Operadora de Centros de Espectáculos, SA de CV, una empresa promotora de actos de entretenimiento en vivo.
    Fundamentalmente esta empresa opera un amplio abanico de opciones: conciertos nacionales, internacionales, teatro, danza, puestas en escena, espectáculos y juegos. En 2006 obtuvo ingresos por 10 mil 270.2 millones de pesos  y un resultado operativo de 1 mil 358.9 millones de pesos.
En lo que respecta a su red de Sports Books y Yaks, el año pasado el  grupo instaló cerca de 5 mil terminales de Yaks electrónicos en distintos  lugares estratégicos.
    Por su parte AISA, va viento en popa con PlayCity y Multijuegos. Recordemos que Televisa fue una de las empresas mimadas por el presidente Vicente Fox en el sexenio pasado, igual que se prohijó a un selecto número de empresarios.
    Primero, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) convalidó por ocho votos contra dos, la constitucionalidad de los Centros de Apuestas Remotas (CAR).
    Luego, la Secretaría de Gobernación, encabezada por Santiago Creel, otorgó a Televisa una serie de permisos para instalar 65 CAR (conocidos como Books) y 65 salas de sorteos de números. Se trata de una licencia con  vigencia por 25 años en poder de AISA.
    Desde luego que, este grupo de empresarios no deben estar nada contentos con  la tasa del 20 por ciento. Yo por mi parte lo celebro y es más debería añadirse que dentro de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que las empresarios deben absorber y demostrar, los legisladores podrían añadir  un apartado señalando que los grupos que operan las apuestas y los juegos deben crear un fondo para proveer de atención a las víctimas de ludopatía.
GALIMATÍAS
Y es que créamelo, la ludopatía existe en la medida en que proliferan las demostraciones hacia la  propensión al juego, en unas personas mucho más marcada quizá por razones genéticas o de precondición, pero lo que para alguien puede pasar totalmente desapercibido y ser incluso aburrido, para otra persona lo significa todo: la adrenalina por buscar el triunfo, ganar más dinero, la flaqueza de la ambición en la que el perdedor es quien más la añora y quien más la sufre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga a la ludopatía en la clasificación Internacional de Enfermedades como “una alteración progresiva del comportamiento por la que un individuo siente una incontrolable necesidad de jugar, menospreciando cualquier consecuencia negativa”. En llanas palabras es una adicción.
    Es interesante que, mientras en Estados Unidos, el tema de los juegos, apuestas y casinos ha evolucionado en un debate abierto por el paso del tiempo y parece llegar a un bache, para muchos empresarios estadounidenses el futuro del juego encuentra en México la oportunidad para la expansión.

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