“Espinas”, un drama muy intrincado

Escena de un drama urbano,
difícil de digerir
Foto: Cortesía Fantastic Films

Por Javier Pérez
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 11 de septiembre de 2007. Aunque es un amante del cine de terror (ya estrenó “Cañitas”, su segunda película, y se encontraba rodando “El libro de piedra”, basada en el filme homónimo de Carlos Enrique Taboada), Julio César Estrada hizo su debut como director cinematográfico con una cinta dramática, “Espinas”, recién estrenada en el circuito comercial.

Se trata de un drama urbano, difícil de digerir, fuerte, sin situaciones bonitas ni color de rosa, según palabras del propio realizador. La historia, adaptación de la tesis cuequera de Guillermo González (adaptada por Augusto Mendoza), sigue a una familia disfuncional encabezada por un alcohólico con hijo homosexual reprimido e hija prostituida (Magdalena Cataño), la cual se entrelaza con la de un judicial homosexual (Alejandro Tomassi), que protege a un joven prostituto.

“Básicamente se trabajó en la psicología de los personajes más que en la familia disfuncional”, aclara Estrada en entrevista telefónica. Esto acentuó el drama que viven los personajes. “Mucha gente dice que el público busca un escapismo, un final feliz, pero la vida misma es un drama en el cual a veces no hay finales felices. Creo que me gusta mucho el extremo, que es el caso de ‘Espinas’. Cuando recién entró a FIDECINE el proyecto, en el comité de aquel entonces me catalogaban como una mezcla de (Jorge) Fons, (Carlos) Carrera y (Arturo) Ripstein, por la fusión tan rara de la película; es un buen halago”, señala el realizador.

Estrada, quien en menos de medio año pudo estrenar un par de cintas, asegura sentirse afortunado por la actividad fílmica que tiene ahora (también es uno de los productores de ‘Hasta el viento tiene miedo’, de Gustavo Moheno). “Me siento muy afortunado porque he tenido bastante suerte desde que empecé a producir y dirigir. Creo que es resultado del esfuerzo que uno hace por trabajar y por la industria cinematográfica mexicana.”

Sin embargo, le sorprendió que su ópera prima no haya quedado en la programación de los festivales de cine que hay en el país. “Vi mucho interés en los festivales de México, pero a la hora de ver el contenido, no sé si por la temática, me atrevería a decir que algunos festivales son demasiado ‘lights’. La película ha viajado a muchos festivales, le ha ido muy bien, ha tenido mucha aceptación. Pero en México no quedó en ninguno.”

En cuanto al reparto, Estrada dijo sentirse feliz por los actores que lo acompañaron en su aventura fílmica. “Al momento de levantar el largometraje, tuve que picar mucha piedra para conseguir patrocinios y el dinero para pagarle al staff. Le dimos el guión a Ernesto Yánez (quien interpreta a La Marrana) y él me recomendó a Alejandro Tomassi. Éste, un eterno luchador del cine mexicano, me mandó con Memo Gil (Luis). Él me dijo que lo pensaría, que leería el guión y a las dos horas me llamó; estaba maravillado. Finalmente, todos los personajes se fueron dando gracias al guión y, obviamente, tener a estos actores como referencia hizo que llegaran los demás.”

Comentarios a esta nota: javier.perez@azteca21.com

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