Poder tricolor en entidades fuertes en PIB

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Poder tricolor en entidades fuertes en PIB
-57.29% de la población en gobiernos priístas
-Entendimiento político y económico

El Primer Informe de Gobierno del presidente Felipe Calderón, adaptado a los “nuevos tiempos de la República”, no deja de rememorar la herida abierta en un país en donde la mediación  y el diálogo parecen improbables entre  una neoizquierda opositora incapacitada para conciliar, sin embargo, hábil para romper el orden desde las calles y una derecha que no encuentra a las figuras  exactas para convocar, poner el orden y convencer.
    Como usted lo hace amigo lector, también reflexiono si  cada año será el mismo circo de jalones, gritos, empujones, abandono de curules, vuelta de caras y pisotones entre los señores y señoras legisladores, al ser  ellos piezas motrices en la democracia y contar con el privilegio de echarle más leña a la locomotora nacional, una cada vez más acotada por la presión internacional.
    La globalización exige avanzar mirando al largo plazo, pero internamente el Legislativo detiene las riendas, se están dando valores mal entendidos. En la democracia  se tiene que discutir, analizar, es correcto disentir y buscar el punto de concordia, para evitar la parálisis del país, lo que no es aceptable  es que por encima de los  legisladores prive la obcecación y no prevalezca el espíritu de la Nación.
    En cierto punto, las conductas de los legisladores perredistas son hasta inmorales, dispuestos a reventar sesiones,  confrontar a un presidente que supuestamente desconocen, lo que lleva a un gobierno inexistente, pero a cambio, cada quince días, cobran su buen cheque de nómina, gastos y privilegios de un presupuesto que emana del gobierno del presidente Calderón.
A COLACIÓN
    Al Primer Informe de Gobierno del presidente Calderón se llega con un escenario distinto en comparación con el Primer Informe de Gobierno del entonces presidente Vicente Fox.
    El Legislativo es quizá el que más cambios visibles presenta, la 60 Legislatura  conformada por 206 diputados panistas; 124 diputados perredistas; y 104 diputados priístas;  19 diputados por el verde ecologista; 18 por Convergencia; 16 por el PT; 9 de Nueva Alianza; y 4 de Alternativa.
    En la Cámara de Senadores encontramos: 52 senadores panistas; 33 priístas; 29 senadores perredistas; 6 por el verde ecologista; 5 por Convergencia; 2 por el PT y 1 por Nueva Alianza.
    Se sabe que en el Legislativo, aunque el PRI perdió fuerza absoluta y pasó a ser una minoría que necesita sumar, su fuerza relativa es objeto de deseo por el PAN, y eso puede llevar a muchas concesiones para beneficio del tricolor.
    En cuanto a las gubernaturas, su calidoscopio habla en parte de lo que la Conago podría impulsar: hasta el día de hoy, 18 entidades están gobernadas por ejecutivos priístas (Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Nayarit, Colima, Veracruz, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán); hay 8 gubernaturas panistas (Aguascalientes, Baja California, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí y Tlaxcala); y 6 gubernaturas perredistas (Baja California Sur, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, Michoacán y Zacatecas).
    Ello implica, que si hacemos un análisis con datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) en sus estimaciones de una población en 2007 de 105 millones 790 mil 725 habitantes, tenemos que, en términos absolutos bajo gobiernos priístas, localizamos a 60 millones 616 mil 155 personas, lo que implica que las gubernaturas priístas tienen un impacto en el 57.29% de la población.
    Por su parte,  el 21.62% de la población está ubicada dentro de gubernaturas panistas y el 21.08% dentro de gubernaturas perrredistas.
    Si bien al interior de las entidades permea una diversidad política en la animosidad de los municipios, la cabeza fundamental en la gubernatura es un eje fundamental.
    Este escenario es interesante porque si miramos hacia el Sistema de Cuentas Nacionales de México, elaborado por el INEGI en 2006, y que incluye datos  de la participación estatal en el PIB al 2004, encontramos que de los veinte principales estados con mayor aportación a la  generación de la riqueza de México,  once son entidades con gobiernos priístas; 5 son panistas y 4 son perredistas.
    El Distrito Federal, con un gobierno perrredista, aporta el 22.8% al PIB, es por mucho esencial que exista un buen entendimiento con el Gobierno Federal.  
    Otro grupo de entidades fuertes por su aportación al PIB tienen gobiernos priístas y son las del Norte del país y bajando desde Tamaulipas a Veracruz, para extenderse hacia el Sur-Sureste con excepción de Chiapas,  del sol azteca.
    Entidades con impulso al PIB son: Estado de México (9.5%); Nuevo León (7.3%); Chihuahua (4.3%); Veracruz (4.1%); Puebla (3.7%); Coahuila (3.3%); Tamaulipas (3.2%); Sonora (2.6%); Sinaloa (1.9%); Quintana Roo (1.6%) y Oaxaca (1.6%).
    Casi todas destacan por su composición maquiladora, de valor agregado y de participación en el mercado exportador.
    Por su parte, el feudo panista, ubicado en el centro del país, sobresale por su contribución a la  generación de riqueza nacional fundamentalmente en: Jalisco (6.3%), Guanajuato (3.5%), Baja California (3.4%), Querétaro ( 1.7%), San Luis Potosí (1.7%). Las otras entidades con gobiernos panistas como Morelos y Tlaxcala  tienen menores participaciones.
    Este mapa nacional pintado de  tricolor en buena parte del país, de azul en el centro y amarillo a partir de Michoacán, por la costa del Pacífico, a excepción de Oaxaca; y hasta Chiapas; y otros estados fuera de esta órbita,  refleja el enorme desafío para unir tantos intereses de fuerzas políticas.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    Hasta el momento estas son las posiciones políticas en las gubernaturas, este 2007 el calendario electoral sigue su curso para la renovación de gobernadores. Ya pasaron dos elecciones: la de Baja California y Yucatán, el PAN refrendó su poder en la primera pero perdió la segunda y la reconquistó el PRI. Sigue una prueba de fuego para el PRD, con la elección para gobernador de Michoacán el 11 de noviembre próximo.
    Veremos si el asunto Andrés Manuel López Obrador ha perjudicado al sol azteca y ha calado en el electorado michoacano, en una entidad que votó más a favor del candidato de la Alianza Por  el Bien de Todos, que del propio Calderón.
    Sería una gran derrota que Michoacán se pintara de  azul en la próxima gubernatura. Como se aprecia, el estado  es mucho más delicado para el juego político actual y necesario para el panismo a manera de refrendar la victoria presidencial.

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