“Rostros de ese reino”, nuevo libro de poesía de Raúl Renán

 “Rostros de ese reino”, nuevo libro de poesía de Raúl Renán
Raúl Renán con el también poeta
Jesús Gómez Morán
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 16 de agosto de 2007. El domingo pasado, en la sala Manuel M. Ponce de un abarrotado Palacio de Bellas Artes, coincidiendo con los últimos días de la exposición de Frida Kahlo, se llevó a cabo la presentación del libro “Rostros de ese reino”, del escritor y poeta Raúl Renán, a quien el próximo año se le rendirá un homenaje nacional por su trayectoria en las letras mexicanas.

El libro, que desea comunicar un encuentro entre dos visiones: la místico-religiosa y lo poética; creación que no pretende seguir la misma ruta de la exaltación sacra o religiosa, “considero que lo poético es profundamente religioso”, dijo el autor. Estos poemas son una reconciliación de Renán consigo mismo, y hasta cierto punto una obra catártica cuyo origen se dio en una convalecencia que vivió en el hospital, por lo la considera una obra coyuntural marcada por el suceso, pero al mismo tiempo es una poesía mística reveladora y tal vez la más personal que haya publicado.

La audiencia estuvo conformada en su mayor parte por amigos y familiares, lo que hizo de la presentación más bien un encuentro íntimo y relajado. Raúl Renán, maestro de varias generaciones de poetas, al centro de la mesa de presentación, tuvo la compañía de los comentaristas, miembros destacados de las letras, ellos fueron Armando González Torres, Sigifredo Marín, Iván Leroy y Daniel Téllez, moderador. Éstos disertaron sobre la relación poética con el sentido místico, que puede llegar a ser religioso, sin pretendidamente caer en una exaltación poética religiosa, pero sí con profundas tendencias místicas. Cada uno expuso sus argumentos y todos hablaron de esta relación del poeta con Dios o los dioses, según su credo, en la poesía de Raúl Renán.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

Así, en este ambiente de camaradería entre compañeros de letras, Daniel Téllez se encargó de las presentaciones, pero antes habló un poco de la obra de R. Renán, como un hombre que ha hecho poesía toda su vida, un escritor maduro con poco más de setenta años de edad que escribe tanto narrativa, como poesía a partir de la búsqueda de la experimentación y los juegos de palabras.

Tras el breve comentario, cedió el micrófono a Sigifredo Marín (Zacatecas, 1973), filósofo y académico, quien habló del lado filosófico de la poesía y la religión, de la lingüística y las metáforas que se construyen sólo a partir de las palabras en la poesía de Raúl Renán: “En su poesía las imágenes son como un movimiento telúrico, su poesía es visual, el signo y la imagen se imantan (…) Las palabras se hacen de racimos de palabras dando una ofrenda poética”.

La intervención de Marín fue la lectura de un ensayo con la rigurosidad y dominio académico que exige el oficio; aunque por varios momentos el atento público por más empeño que ponía, no comprendía del todo lo complejo del discurso, no obstante, sus aportaciones fueron las más reconocidas por los presentes.

Luego siguió el turno de uno de los más cercanos al homenajeado, el también poeta y dramaturgo Iván Leroy, quien habló de lo insólito de este libro de Renán en su trabajo poético. El comentario se enfocó sobre la cercanía del misticismo y la poesía, y en el caso del autor de “Rostros de ese reino”, se convierte en una obra atípica, pero no contradictoria del poeta a quien declaró Leroy, en tono irónico, no saber si ahora con este nuevo el maestro Renán se convierte en un “gnóstico, un panteísta o un ateo místico”.

El libro, en palabras del comentarista, es tal vez el más inusual como revelador del poeta: “Este es un proyecto que nació de una revelación a Raúl, por una revelación mística, he ahí el nombre del libro, de esta colección de poemas que rompe con todo lo anterior que había escrito, es un libro también de conciliación. Entre el hombre y Dios se reconcilia mediante la poesía”.

Leroy también se refirió un poco a los motivos personales que llevaron al autor a escribir este libro, entre ellos el principal, una convalecencia, por último agregó “(Rostros de este reino) es un material sensible que podemos entrañablemente incorporar a nuestros fetiches…”.

Armando González Torres, poeta y ensayista (ciudad de México, 1964), hizo una diferenciación en el pensamiento religioso y el dogma en la poesía de Renán; pues aunque parezca contradictorio se puede ser místico sin ser dogmático, “Renán no es un poeta creyente o confesional, él incursiona con el oficio a la poesía mística, como una revelación religiosa a raíz de una desagradable estancia en el hospital”.

Por último, Raúl Renán dio agradecimientos a los comentaristas, amigos y público asistente, y efectivamente mencionó que este libro es diferente a los otros de poesía, es muy íntimo, coyuntural, “el libro es poesía mística, aunque hay alguna que está hecha en prosa poética, pero es el conjunto; son todos los poemas que he escrito de carácter místico; es experimental en el lenguaje, el contenido y la forma del poema; coyuntural en lo que respecta a esta edad, donde me salgo de las formas convencionales y me atrevo a manejar la poesía experimental”, concluyó.

“Rostros de ese reino”, es una publicación de ediciones Nuevo Siglo, con el apoyo de la Universidad del Valle de México, Campus San Rafael, y el FONCA.

Comentarios a esta nota: benjamin.solis@azteca21.com

Redacción Azteca 21

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