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Buenas Noticias - August 8, 2007

Rosalía Cruz Flores, una joven tlaxcalteca comprometida con nuestras tradiciones

Rosalía aparece primera de izquierda
a derecha, acompañada por las
otras bailadoras tlaxcaltecas
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Zacatecas, Zac. 5 de agosto de 2007. Este día llegó el momento de despedirse de los nuevos amigos y de decir adiós a esta hermosa ciudad de impresionante arquitectura colonial. Hoy se clausura el “XII Festival Zacatecas del Folclor Internacional” y todos los grupos de danza folclórica se reúnen en la Plaza de Armas, después de la misa de agradecimiento celebrada en la Catedral.

Entre los grupos congregados está el de Tlaxcala, cuyos integrantes lucen orgullosos sus atuendos; las mujeres con blusa blanca y falda bordada de vistosos colores, los hombres con pantalón de manta, capas con símbolos patrióticos y máscaras. Hablo con una joven morena, bellos ojos negros y enormes pestañas postizas, que nos cuenta de su experiencia cono bailadora y miembro de este grupo de danza.

Hola, ¿me puedes decir tu nombre, tu edad, qué estudias, lugar dónde vives?

Me llamo Rosalía Cruz Flores, tengo 16 años y estudio en el CBTIS 212 de Santiago Tetla, en Tlaxcala. Vivo en la comunidad de San José Tetel, del municipio de Yauhquemehcan, que quiere decir “Lugar de Guerreros Vestidos”, cercano a la ciudad de Apizaco.

2. ¿Cuánto tiempo llevas en la escuela de danza y por qué decidiste entrar?

Yo entré a la “Escuela de Danza Regional Mexicana Tlaxcala” en agosto del año pasado, no sólo como integrante, sino también como alumna para llevar a cabo estudios de Técnico en Danza. Me enteré del grupo por el profesor Omar Luna Lemus, quien me impartió clases de danza en la secundaria y por él le tomé una gran admiración y cariño a este arte, ya que es una forma de expresión muy importante, que muestra nuestras costumbres y tradiciones, y por la cual, al convivir en un grupo, te vas formando valores.

¿Qué representa para ti participar en este festival, qué impresiones te deja?

Las experiencias adquiridas en este festival son algo que nunca me imaginé vivir, ya que es impresionante la variedad en ritmos, formas de bailar y el colorido. ¡Un espectáculo verdaderamente sorprendente! El hecho de haber visto cosas tan diversas, conviviendo en un mismo sitio, en esta ciudad de Zacatecas, es algo que nunca se me va a olvidar, ya que esto me ha hecho valorar aún más a Tlaxcala y a México. Además, al mismo tiempo me hizo admirarme de lo que otros países tienen para mostrarnos, como en el caso de Canadá y Ecuador, cuya música, por ejemplo, te transmite tantas cosas. ¿Qué más puedo decir? Para mí significó una oportunidad maravillosa de conocer y sobre todo de aprender tantas cosas de gente con muchísimo talento y dedicación. Asimismo, me deja un gran deseo de superarme para estar al nivel de la calidad que he visto.

Cuéntame un poco del repertorio que bailaron en este festival.

Lo que presentamos en Zacatecas fueron exclusivamente danzas de carnaval de diferentes regiones de Tlaxcala, tales como la de “Catrines”, del municipio de Contla de Juan Cuamatzi (parte central de mi estado), la cual se baila con un vestido rojo en las presentaciones de gala; además, se utiliza un tocado de flores rojas en la cabeza, un broche y aretes de perlitas. Se tocan los sones de “Cuatro Estaciones”. Otra fue la de “Cuadrillas de San Juan Totolac”. El vestuario en mujeres consta de un tápalo o chal en la cabeza y unas trenzas de estambre con listones de colores entretejidos, que llegan más abajo de la cintura, aretes de piedrita, collares de papelillo, blusa bordada en chaquira, falda tableada con un trozo añadido en la parte posterior de tela popelina, rebozo rojo a manera de ceñidor (el color puede variar), enagua blanca, calzonera y huaraches. Los sones que se tocan son muy bonitos, entre ellos el de “La canasta” y el de “La jota aragonesa” (sic). Otra más es la de “Cuadrillas de Tizatlán”, que cuenta con un vestuario muy lindo de terciopelo negro bordado en lentejuela de diversas y variadas figuras; el hombre lleva un penacho con plumas de colores. En estas danzas de carnaval se baila en parejas, en una formación de dos líneas paralelas y dos cabeceras, en una forma parecida a la de un rectángulo, donde las cabeceras quedan un poco adelantadas y se rompe la figura algo cuadrada. Otra que bailamos es la de “Charros”, de Papalotla, en ésta los hombres llevan unos sombreros adornados con muchísimas plumas, una capa bordada en lentejuela, máscara, camisa blanca, pantalón negro y, lo más importante, una especie de látigo llamado “cuarta”. Las danzas de carnaval surgieron como imitación y/o burla a bailes de la clase social alta, ya que en este tipo de fiestas el pueblo no podía participar, por eso éste los ridiculizó, originando danzas en las que la clase baja se reía de los grandes vestidos, de los ritmos. Además, cabe destacar que, en el carnaval, la ambientación y la vida la dan el hombre con sus movimientos, burlas y máscaras. Finalmente, las danzas de carnaval son un ejemplo claro del mestizaje que se dio entre el pueblo indígena y el español, ya que, tanto en ritmo como en vestuarios, se puede apreciar cómo se mezclan las tradiciones: en el uso de plumas, lentejuelas, etcétera.

Rosalía, ¿cuál presentación te impactó más: en la Plaza, en el Teatro “Fernando Calderón” o en algún municipio?

La verdad en cada lugar en el que nos presentamos encontré cosas muy lindas. Lo que más me impresionó fue la cantidad de gente que llegaba para vernos bailar a pesar de las condiciones del clima o del tiempo que duraban las presentaciones, pues actuamos con otros grupos y la mayoría de la gente se esperaba hasta vernos terminar. Con base en esto, me pude dar cuenta de que los zacatecanos son personas que saben apreciar la cultura, la danza y, lo mejor, disfrutan con ella. Entonces para mí fue muy grato descubrir que aun las generaciones más pequeñas tienen ese gusto y esa emoción por la danza. Por último, creo que lo más importante que me dejó este festival fue el darme cuenta de tanta gente que comparte conmigo el gusto por la danza, lo cual me inspira una necesidad de contribuir a que le interese a más gente.

Muchas gracias, Rosalía, te felicito, eres una joven que conoce sus tradiciones y sabe expresarse muy bien.

Gracias a usted por interesarse en entrevistarme.

Así, me retiro de la Plaza de Armas gratamente sorprendido por haberme topado con este grupo de bailadoras tlaxcaltecas, particularmente con esta joven inteligente, expresiva y que aparenta una madurez intelectual extraña en sus compañeros coetáneos, la cual nos augura que será una excelente guardiana de la tradición de la danza en Tlaxcala.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

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