“El arte popular es fundamental para entender el espíritu del pueblo mexicano”: Alma Rita Díaz

Alma Rita Díaz, Directora del
Instituto de Desarrollo Artesanal
de Zacatecas, cumple con una labor
verdaderamente encomiable
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 18 de julio de 2007. Amable y sonriente a pesar del cansancio que denotaba su rostro, Alma Rita Díaz Contreras, titular del Instituto de Desarrollo Artesanal de Zacatecas (IDEAZ), habló en entrevista exclusiva para Azteca 21, realizada el viernes 13 –después de la entrega de reconocimientos por parte de la gobernadora Amalia García Medina a Teresa Pomar, Alfonso Soria, Alberto Romo Chávez y Félix de Jesús Bañuelos–, acerca de las tareas de dicho instituto, de la situación y de los retos que enfrentan los artesanos en ese estado, en el marco de la muestra “Zacatecas en mi corazón: su arte popular y su cultura”, que se llevó a cabo del 11 al 18 de este mes en las instalaciones del Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), en Coyoacán.

¿Cómo se dio el proceso de empadronamiento de artesanos en el IDEAZ, en el que había 150 en 2005 y ahora hay 1500?

Mire, el IDEAZ se creó por decreto en 1999, cuando le digo por decreto es que emanó del Congreso del Estado. Sin embargo, como suele pasar en muchas ocasiones, desde la formalidad de las instituciones o desde la práctica formal en el ejercicio de intervenciones públicas y políticas, hay negligencia, apatía, y no hay ninguna intervención. Así fue hasta 2005, cuando se me da se me da la oportunidad de asumir la responsabilidad como directora del Instituto. Entonces lo que hicimos fue un diagnóstico de cuáles eran las circunstancias, cuál era la situación que prevalecía entre los artesanos del estado de Zacatecas. A partir de ahí hicimos un sondeo, una indagación, convocamos a especialistas en el tema. Yo tengo 27 años en la promoción cultural, pero la cultura es un tema tan complejo y multitemático, con muchas aristas de enorme complejidad… Entonces, la lectura que debo hacer ahora es una lectura distinta, porque debo revisar muchos aspectos. Por un lado, la artesanía tiene un contenido eminentemente cultural, pero por el otro hay un reto, es decir, la artesanía pasa por varios sesgos, tiene que ver con una actividad económica, porque el reto principal es vender, la gran meta es vender. La artesanía es parte de un engranaje que tiene que ver con cultura, turismo y desarrollo económico, son varias condiciones que se deben revisar. De esta manera, hicimos un documento rector y establecimos cuatro programas sustantivos, que son la investigación, la capacitación, la difusión y la comercialización. Luego empezamos a hacer el trabajo de campo, es decir, no es un trabajo detrás de un escritorio viendo qué tan bonito puede ser algo que se nos ocurre, sino básicamente es ir a hacer trabajo de campo, tocar puertas, ir con la gente para poder determinar las acciones por implementar. Hasta este momento nosotros tenemos un diagnóstico preliminar, lo cual significa que, cuando llego al Instituto, encuentro un padrón de 150 artesanos, pero conforme vamos caminando, conforme vamos avanzando, conociendo y entrevistando gente, vamos encontrando nuevos artesanos y esto nos da la posibilidad de ir recuperando oficios artesanales. Ante la devastación imperante, hemos recuperado oficios y el padrón ha venido creciendo. Pensamos que pueden ser alrededor de 2500 o 3000 artesanos, porque no hemos terminado el recorrido, es decir, contamos ya con un diagnóstico preliminar, pero el resultante no lo tenemos aún. Sin embargo, este diagnóstico preliminar nos arroja que Zacatecas también es un estado con una identidad múltiple y todavía con un sesgo más profundo que amerita el mayor cuidado y abrir nuevas líneas de investigación en el área de las culturas populares por su sentido binacional. Estos 1500 artesanos están afiliados porque hay un sistema de credencialización y estamos trabajando con ellos en capacitación en varios sentidos, para la actualización, para la mejora de productos, para la formación de nuevos artesanos. Actualmente, en todos estos planos estamos trabajando.

Cuénteme un poco de sus 27 años de promotora cultural.

Estoy especializada en hacer festivales culturales, programas de cine, encuentros, conferencias… Pero, desde siempre, las culturas populares han sido una parte fundamental en mí, porque me concibo como una promotora cultural y, para serlo de tal modo, en nuestro país, una promotora cultural debe estar siempre del lado de los que menos tienen.

En el rescate que mencionó, ¿a cuáles oficios les han dado prioridad?

Al respecto, debo decirle que donde salta una necesidad siempre tiene que haber una respuesta desde la práctica formal, desde las instituciones, porque tiene que ver con una responsabilidad de un ejercicio público instrumentado en términos de atender a toda la gente y de tratar de apoyarla. Creo que eso ha sido permanente, pero aquí la mayor incidencia, la mayor expresión artesanal es la que ha venido dando la pauta de cuáles son las ramas representativas de Zacatecas. Así, el mayor número de artesanos que tenemos son de talabartería, textiles, cerámica-alfarería, canteros y plateros, éstas son las cinco ramas en las que hay mayor incidencia. Al mismo tiempo, hemos ido trabajando con otras, como las fibras, el ónix –por los grandes yacimientos que hay en el estado–, el papel china con un artesano que trabaja en este material, de los pocos que hay en este país para hacer pequeñas esculturas en papel china. Además, paralelamente hemos trabajado con otros grupos, como los de la madera, porque hay una expresión muy rica, con una diversidad enorme de maderas. Al respecto, debo decirle que los artesanos son muy cuidadosos, ellos no son los depredadores, son otros: los grandes negociantes, comerciantes, empresarios… Así es como se han ido priorizando las ramas artesanales del estado de Zacatecas.

Y los que están en peligro de extinción, como el molcajetero al que aludió la gobernadora Amalia García…

Bueno, mire, en peligro de extinción están varios. Éste es un problema en todo el territorio nacional y es grave, esto quiere decir que se deben tomar acciones desde todas las instituciones, tanto federales, estatales y municipales. Creo que es muy importante crear un marco legal adecuado, debe haber una legislación, programas de apoyo y estímulo a través de distintas instancias. Ya los hay, pero debe ser una preocupación compartida y realizarse una gran campaña de concientización entre la población para fomentar el respeto, la dignificación y el reconocimiento de las artesanías y artesanos de este país. Porque, en efecto, muchos ya son muy grandes, muy viejos; aparte, pareciera que se ha depreciado el oficio de artesano, incluso por parte de los propios artesanos, porque no quieren que sus hijos repitan el oficio, por todo lo que implica para ellos, por todo el trabajo, por todo el esfuerzo, por eso quieren que sus hijos ya no lo sean, que es mejor que sean arquitectos, ingenieros, abogados, médicos, pero no artesanos… No obstante, si todos juntos hacemos un trabajo desde donde estamos, revaloramos y dignificamos, yo creo que seguiremos fortaleciendo algo que no creo que muera, lo veo como algo totalmente lejano, no creo que suceda, nunca, de ninguna manera. Frente al discurso de la globalización y uniformidad de la cultura, porque si algo en este tema de la identidad nos marca, nos refleja y nos da seguridad es precisamente esa oposición que se da en nuestro pensamiento con respecto a que somos distintos de los otros, y en el arte popular es igual, el arte popular es fundamental y necesario para entender el color, el espíritu del pueblo mexicano. No podemos entender nuestra cultura sin el trabajo, sin el oficio de los artesanos de México y de Zacatecas en este caso, que es el tema que nos ocupa.

Y respecto del molcajetero… ¿es el último que queda?

No, él se llama Juan Solís, es de una comunidad que está como a 115 kilómetros aproximadamente al norte de Zacatecas. La comunidad se llama “La Cantera”, es de molcajeteros, son como 35 familias y los varones, porque es un trabajo de varones, aprendieron el oficio de Don Juan Solís, que actualmente tiene 85 u 86 años. Ahorita Don Juan está con una diálisis, su salud es sumamente precaria. El video que vamos a presentar aquí el miércoles 18 es sobre él, es un video realmente estrujante, conmovedor, que puede ser la realidad de cualquier artesano de este país, por las circunstancias en que viven, pero creo que también es muy aleccionador porque de entrada nuestros artesanos son muy sabios, son muy apegados a la tierra, la defienden a ultranza, por encima de sus enormes carencias, y su espíritu siempre es de optimismo, de orgullo… Don Juan Solís dice en este video cosas muy sabias, algo como “La piedra me dice que ya no le pegue por ahí, porque se puede quebrar”. Esto es algo muy abstracto, pero de una gran belleza. Los artesanos mexicanos son artistas y deben ser reconocidos como tales, deben tener esa dignidad. Creo que en el país hay muchas iniciativas, debemos fortalecerlas, juntarnos, sumarnos, no para protagonizar, sino para ganar y apoyar, dar dignidad a este sector tan importante y marginado de nuestro país.

¿Ustedes cómo los apoyan, les dan seguridad social, becas…?

Bueno, ahí aún hay grandes pendientes, deudas enormes… Lo que nosotros tenemos es un acuerdo firmado con el IMSS para brindarles atención médica. Sin embargo, le comento que hemos tenido un par de casos en los que quieren que se les apoye con créditos, no tienen acceso al INFONAVIT. Aquí no puedo abundar en el tema porque tiene que ver más con una legislación, hay muchas barreras, pero estamos creciendo, hay organismos que están creciendo, trabajando, que están sensibilizados… En nuestro caso, tenemos el acceso al servicio médico, no compramos a consignación, porque para ellos la artesanía está terminada cuando la venden, de qué les sirve tener diez textiles, por ejemplo, si no los han vendido y no tienen para comer. Ellos ganan o terminan el trabajo cuando alguien se los compra. Nosotros creamos la Casa de las Artesanías, que es el mercado interno, y también nos hemos movido por muchas ferias, se pierde y se gana, porque no todo garantiza que la venta va a ser buena. Pero, en términos del cumplimiento de nuestro deber, hacemos lo que podemos, son apoyos para que ellos salgan, vean, eduquen el ojo, ganen un poco de dinero y además nosotros les compramos. A veces viajan y nosotros los apoyamos con el pasaje si vienen de una comunidad, o les damos una comida. Ahora, en este caso, ellos no están pagando el hospedaje, van a pagar lo que implica el uso de suelo en el museo, porque también tiene que haber una corresponsabilidad, pero su transportación y una comida diaria las cubrimos nosotros. Debo decirle que tratamos de evitar algo que también es grave: no queremos caer en el paternalismo. Por encima de que ahorita se requiere inversión, debemos apoyarlos, pero la idea, el gran reto es que ellos sean autogestivos, que puedan desarrollarse y afrontar sus propios gastos. Pero en este momento eso no es posible, creo que eso no ocurre con ningún artesano en este país, salvo que ya sean maestros artesanos consagrados.

¿Y no han buscado cauces para comercializar los productos en Estados Unidos, dado el carácter binacional de Zacatecas?

Sí. Nuestros artesanos ya hacen un comercio informal porque mandan costuras, textiles… Nuestros compatriotas que están en Estados Unidos se los llevan y los venden allá. Lo que tenemos que hacer es formalizarlo. Estamos trabajando ahora en la propuesta de un proyecto binacional productivo, porque yo no sé si usted, por ejemplo, se ha preguntado o cuestionado qué pasa con todas las remesas y recursos que llegan a México de Estados Unidos, si se aplican en proyectos productivos. Yo creo que no, más bien se aplican en obra civil, pero no en proyectos productivos. Considero que a nuestros migrantes les cuesta mucho trabajo ganar su dinero, más que darles a nuestros artesanos, se busca saber qué pueden ganar ambas partes. Este proyecto –que pretendemos implementar para octubre o noviembre de este año, si es posible, si no para principios del próximo año– lo estamos trabajando con la Universidad Autónoma de Zacatecas, con el Instituto Estatal de Migración, con el Instituto para la Mujer Zacatecana, y obviamente el IDEAZ. Aparte, pretendemos involucrar a la Universidad Autónoma Metropolitana porque estudiantes de los últimos semestres de Diseño Industrial de esta universidad ya estuvieron el año pasado en Zacatecas y hay mucho interés en integrarse. Este proyecto productivo binacional es muy importante, de hecho ya elegimos la comunidad, es una comunidad de mujeres que deshilan, hacen un deshilado maravilloso, de Huanusco, un municipio del estado. La idea es que ellas produzcan acá y allá crear un grupo de mujeres hijas de migrantes para que vendan allá, que se interesen por vender, por promover los productos. Pero aquí se trata de darle formalidad, sistematizar algo que ya existe. Lo que le digo es que no estamos inventando nada, simplemente lo que sucede es que el IDEAZ se está convirtiendo, como creo que deben hacerlo todas las instituciones, en facilitador de recursos y herramientas para mejorar el trabajo de los artesanos, y crear condiciones más estables para que consigan el dinero para su desarrollo personal y familiar.

¿Qué retos le quedan a tres años del final de la presente administración?

Es una pregunta muy difícil, pues yo soy una insatisfecha, yo siempre quiero alcanzar más y más objetivos. Cumplir, básicamente. Mire, qué le digo, tengo muy claro el camino: reconocimiento y dignidad a partir de la recuperación de los oficios artesanales, lograr que sean reconocidos como patrimonio cultural. Que, en este tránsito, nuestros artesanos tengan mejores condiciones de vida, un marco legal más adecuado, mayores facilidades para desarrollar sus productos y para venderlos.

¿Cómo eligieron a las personalidades que reconocieron esta tarde?

Merecidamente, por su enorme trayectoria, por su generosidad, por su desprendimiento, por su capacidad para dar, compartir y enseñar, por el afecto que tienen por Zacatecas, por la huella que han dejado ahí. El reconocimiento consiste en una charola de plata, algo modesto, es más lo que merecen por su trabajo en pro del arte popular mexicano y zacatecano. Pero déjeme decirle que este aspecto es importante porque hay gente anónima que no ha tenido los grandes puestos ni los grandes cargos públicos y que de manera callada se mueve y está contribuyendo, e incluso no tiene ninguna representación, sólo el impulso de su corazón, el deseo, el arraigo, el conocimiento, y eso es lo que los impulsa. Entonces, ¿cómo no vamos a estar obligados a reconocer a esta gente? Creo que  este tipo de reconocimientos se deben impulsar más en este país, que se hagan a todos los niveles, a la gente que promueve el arte popular porque es muy importante su labor.

¿Vendrán cada año al MNCP?

Eso es lo que esperamos, que este año sea el primero de muchos más, porque esta parte es muy relevante. En muchos casos, la artesanía se ve como una actividad decorativa o poco importante, quizás debido a que la cultura tiene tantos aspectos, hay una “alta cultura”, a veces se hacen inversiones millonarias para los festivales… Todo es importante, pero yo considero que esta muestra también lo es porque refleja el espíritu del pueblo, porque, si lo vemos con atención, también puede convertirse en una vía importante para el desarrollo económico. Por ejemplo, países como Italia han dado muestras de esto a partir de los lugares y artesanos que tienen, allá han apoyado a su pequeña empresa, que no es otra cosa que talleres familiares, y le han dado una gran proyección a su país. Pero antes han mirado el fondo primero, para recuperar y fortalecer sus propios recursos. Creo que en México, en la medida en que hagamos eso, alcanzaremos nuevos estatus de desarrollo, no sólo cultural, sino también económico, para nuestros artesanos.

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