Autos usados: competencia

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Autos usados: competencia
-Producción automotriz
-Una industria en transformación

    En el  mes de junio, la producción total de la industria automotriz nacional registró un crecimiento del 8.4% respecto de  mayo, aunque su ritmo sigue estando 1.2% por debajo de la capacidad de producción de junio del año pasado.
    Fundamentalmente en la industria está impactando la importación de autos usados y los  cambios en las preferencias de los consumidores. De esta forma el área de Estudios Económicos de Scotiabank Inverlat señala que las ventas internas de automóviles bajaron 5.1% en junio y fueron menores en 7.6% respecto a las de junio del año pasado.
Las variaciones a tasa anual fueron las siguientes: ventas al público -7.6%, ventas a distribuidores – 9.5%, exportaciones -1.8% y producción total – 1.2% (producción para exportación 3.1% y producción para el mercado interno -20.6%).
Las  variaciones mensuales denotan un modesto proceso de recuperación. Las tasas de crecimiento mensual fueron: ventas al público – 5.1%; ventas a distribuidores -0.9%; exportaciones 9.2%; y producción total 8.4 por ciento.
    Si bien, por el momento, la demanda del mercado externo está compensando las menores ventas internas  y las exportaciones de automóviles aumentaron 9.2% en el mes de referencia, el panorama de corto y mediano plazo para la industria automotriz nacional no se ve nada fácil.
    Por un lado la industria automotriz mantiene procesos de deslocalización, es un artífice relevante  en la generación de la riqueza en México en su aportación al producto, tiene vasos comunicantes con otros subsectores y mercados, emplea a un buen número de personas y aunque ello pudiera resumirse de forma positiva,  la industria tiene un componente cíclico ligado al sector exportador cuyo mercado principal es Estados Unidos y la demanda interna depende de una serie de variables además del crecimiento, de la derrama crediticia y otras relacionadas con los  gustos de los consumidores.
    En el renglón de las variables no puede desconocerse el impacto que va generando  a su paso la importación de autos usados en el marco del NAFTA-TLCAN.
    En este sentido, la  Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)  añade que la  debilidad del sector, al cierre del primer semestre del año, fue resultado de: 1) Una menor confianza del consumidor. 2) La tendencia decreciente en la demanda de autos subcompactos. 3) La importación de vehículos usados provenientes de Estados Unidos. 4) Menores pedidos de vehículos. 5) La presencia del  ciclo estacional de baja demanda.
    En la evaluación del primer semestre del año, la AMIA confirmó que el  mercado doméstico está 2.5% abajo del año pasado; la producción es 4.6% menor y la exportación presenta una reducción del 6% con respecto al  año pasado.
    Para Scotiabank Inverlat  en los próximos meses “las ventas internas permanecerán mostrando leves variaciones anuales negativas,  fundamentalmente por la elevada base de comparación del 2006 cuando se alcanzó un record histórico en ventas y, en segundo término, por la desaceleración de la actividad económica, que trae consigo una disminución en el nivel de gasto personal disponible, así como un menor gasto efectuado en bienes duraderos”.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    La industria automotriz seguirá enfrentando claroscuros en la medida en que la gente apueste más al precio que a la moda, opte por el mercado usado que por el financiamiento para un vehículo nuevo y es que siguen existiendo muchas restricciones para que una persona pueda lograr un crédito automotriz. A ello contribuye la mala administración del banco de datos del Buró de Crédito.
    Esa gente rechazada para ingresar al mercado del financiamiento automotriz, pierde sus esperanzas por un auto nuevo o seminuevo a plazos, pero finalmente termina comprando un coche  usado en un lote o con un particular.
    Actualmente, a nivel nacional, los precios de los vehículos usados son muy atractivos basta con leer algún servicio de ocasión de un periódico para darse cuenta de la depreciación acelerada que determinadas marcas han experimentado en el mercado interno debido a la competencia desleal ante la entrada constante de autos usados importados, legal o ilegalmente, desde Estados Unidos.
    Me parece que, en unos años más, cuando se logren normatividades internacionales ante el cambio climático y avances en las leyes de desarrollo sustentable en México  y los autos híbridos y pequeños se privilegien, la depreciación será mayúscula en el stock actual pero también tendrán más penalizaciones: pagarán una gasolina más cara, tendrán mayores impuestos y más restricciones para su uso.
GALIMATÍAS
    Mientras en Europa la industria automotriz promueve los autos híbridos, firma acuerdos con Brasil para  importar biodiesel, se fomentan los planes de financiamiento automotriz con mayores facilidades para quien desee cambiar su vehículo, por uno nuevo ecológico y los gobiernos de los países miembros de la Unión Europea declaran intensiones a favor de  hacer todo lo posible por incentivar a su población a favor de desechar los autos contaminantes; en América, no se cuida el medio ambiente, no se fomenta la  participación ciudadana como factor relevante para la mitigación, lo que manda es la ganancia, vender más autos aunque se contamine más y abrir las fronteras a los autos usados que en Estados Unidos ya ni siquiera circulan por contaminantes.
    México es el receptáculo, acaso el basurero. Uno de los legados de la administración pasada del presidente Vicente Fox consistió en acelerar el TLCAN aumentando los cupos a la importación de maíz, frijol y leche.
Mientras que en el caso de la industria automotriz, mediante decreto de la Suprema  Corte de Justicia de la Nación, en agosto del 2005, se anticipó la    libre importación de vehículos usados provenientes de Estados Unidos y de Canadá especificado por el TLCAN para el 2009.
    El gobierno prefirió abrir anticipadamente a tratar de usar la inteligencia para crear un programa de fortalecimiento de la industria, de armar una estrategia fiscal y sustentable a fin de prepararse para la apertura gradual de los próximos años.
A partir de  enero del año 2019, México no podrá adoptar, ni mantener, ninguna clase de prohibición para  la importación de vehículos usados de Canadá o de Estados Unidos. La liberalización en pleno.
  Por supuesto ya recordé que eso se hace en Europa, no en México.
P.D. Agradezco a los amigos lectores que se han tomado el interés por solicitar el manual de prevención y de seguridad elaborado por la CONAAV. Espero que realmente les sea de utilidad.

Redacción Azteca 21

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