Billetes falsos denunciar a PGR
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
-Billetes falsos denunciar a PGR
-Salen de las mismas sucursales
-El polímero debe extenderse ya
En su página en Internet, Banco de México aborda las dudas del público al respecto de los billetes y monedas.
En la pregunta al respecto de si es alarmante la falsificación en México, el instituto central responde que no “aunque en nuestro país se comete el delito de falsificación, aún no se alcanzan niveles preocupantes, incluso la falsificación de moneda nacional se encuentra muy por debajo de países como Estados Unidos y Colombia”.
La falsificación del papel moneda es una realidad global y cada país tiene una forma particular de luchar contra los billetes apócrifos, por ejemplo, el polímero con Australia como pionero.
El polímero es un sustrato plástico, técnicamente se conoce como polipropileno de orientación biaxial. En México los primeros billetes de polímero son de 20 pesos (a partir de septiembre del 2002) e incluyen diversos elementos de seguridad.
De acuerdo con el Banco de México, los billetes de polímero de baja denominación han sido bien aceptados por el público, lo mismo los de 20 pesos que los de 50 pesos. Cabe mencionar que los billetes de baja denominación son lo de mayor circulación.
El billete de 200 pesos también corresponde a una categoría de alta circulación con el bemol de que sigue siendo de papel moneda y es fácil de reproducirse por una máquina de alta tecnología de fotocopiado. A la vista pasa por un billete legítimo; al tacto, la diferencia es detectable por la falta de desgaste del papel, pero los falsificadores siempre se las ingenian.
El billete de 200 pesos de papel moneda, con la imagen de Sor Juana Inés de la Cruz, es una de las víctimas preferidas de los falsificadores. Cada vez es más recurrente encontrarse con establecimientos que exhiben en el mostrador uno o varios billetes falsos tanto para alertar a las personas como para advertir que ya están atentos para no dejarse engañar otra vez.
Si bien existen detectores que pueden instalarse en los negocios para los documento apócrifos, la gente de a pie no tenemos ningún filtro y la exposición al riesgo es tan alta como la misma velocidad de circulación del dinero, que cambia de mano en mano, en segundos en tantas operaciones cotidianas.
Imagine tomar un taxi, pagar el servicio y recibir de vuelto un billete falso, en medio de la prisa con la que vivimos detenerse a revisar el dinero que se recibe es pedir demasiada paciencia aunque coincido en que el primer impulso de precaución debe nacer en cada una de las personas.
Al menos conocer cada una de las características de los billetes de todas las denominaciones, sus colores, los personajes destacados y las leyendas que contienen. Es importante conocer primero, para prevenir.
El Banco de México indica que cuando una persona recibe uno o varios billetes falsos o presuntamente falsos debe: 1) Verificar la autenticidad del billete revisando los elementos de seguridad. Si después de revisar el billete se duda de su autenticidad, usted puede acudir a cualquier institución de crédito (banco) para que efectúen la revisión. 2) Si el cajero determina que se trata de una pieza presuntamente falsa, con fundamento en los artículos 19 y 20 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, retendrá la pieza para evitar su circulación; entregará un recibo, en el cual deben estar anotados los datos de la pieza (denominación, número de folio, serie y fecha de emisión), así como los datos personales de quien entrega la pieza (nombre, domicilio, número telefónico), con la finalidad de notificarle el resultado del dictamen. 3) Se enviará la pieza al Banco de México para su análisis. 4) El Banco de México entregará por escrito el resultado a la institución de crédito que retuvo la pieza, existiendo dos posibilidades, si es auténtica será reembolsado el importe correspondiente a la persona afectada; no obstante, si es falsa quedará bajo guarda y custodia del Banco de México y la persona no podrá recuperar el importe en cuestión, pues realmente se trata de un pedazo de papel sin valor.
En cualquier caso, la institución de crédito está obligada a informar el resultado del dictamen.
Hay que tener muy en cuenta que la fabricación, almacenamiento y distribución de piezas falsas es un delito que se castiga hasta con doce años de prisión, según los artículos 234 al 238 del Código Penal Federal.
GALIMATÍAS
¿Y si el billete falso se lo entregan al cliente desde el interior de una sucursal bancaria a cambio del cheque que pidió en efectivo? Así es, estamos doblemente expuestos, no es únicamente que en una operación cotidiana llegue a caer en nuestras manos un billete falso, el punto es que también están saliendo billetes falsos desde adentro de las sucursales bancarias por operaciones realizadas por los ejecutivos que atienden las ventanillas de servicio, los que conocemos como cajeros.
En los últimos cuatro años hemos abordado distintos casos de amigos lectores que se atreven a denunciar cuando son defraudados por las propias instituciones bancarias, y lo que más me llama la atención es que la mayoría han tenido problemas con un BBVA Bancomer en distintas regiones del país.
Recientemente nos escribió una persona que desea guardar el anonimato, al saber de derecho decidió no dejarse robar y entabló una denuncia contra Arturo Morales Pérez, cajero; María Cristina Arenas, apoderada; Edith Zugarazo Mireles, gerente.
El hecho es que el pasado 20 de junio, el denunciante acudió a la citada sucursal a cambiar un cheque por 19 mil 500 pesos, le pidió al cajero de nombre Arturo Morales Pérez que le diera billetes de 500 pesos y él le respondió que únicamente tenía de 200 pesos.
Al terminar la operación, el denunciante, sale a realizar una serie de pagos en otro banco y es allí donde le detectan que tiene un billete de 200 pesos falso. Esta persona ya en calidad de afectada regresa a BBVA Bancomer a reclamarle al señor Morales Pérez, quien le responde que “porque no revisa bien el dinero”.
Además tenemos que volvernos peritos en la materia de billetes legales y apócrifos. Lo más indignante es que hace décadas un banco era sinónimo de seguridad, la gente que trabajaba era honorable, reflejaba la calidad y confiabilidad de la institución. ¿Cómo puede suceder que te roben los propios ejecutivos de un banco, que lo hagan a sus clientes?
Las sucursales bancarias tienen todo tipo de máquinas, tecnología y controles para detectar los billetes falsos, se supone que son los bancos los filtros para evitar que éstos lleguen al público. No al revés. Estos hechos deben ser denunciados en la Procuraduría General de la República por delitos de distribución de billetes falsos.