Tras 10 años de investigación descubren nuevo fenómeno en “El Castillo” de Chichen Itzá

Nuevas evidencias de la sabiduría
de los mayas ponen en evidencia
la vacilada de película con la que
Mel Gibson los distorsiona
Foto: Internet

Chichen Itzá.- 22 de Junio del 2007.-  Un nuevo fenómeno arqueoastronómico fue descubierto en el castillo de Chichen Itzá, la división del inmueble en una fase de luz y otra de sombra, que se suma al conocido descenso de Kukulcán en el equinoccio de primavera y al descenso lunar del mismo periodo.

El investigador Eddie Salazar Gamboa hizo público este nuevo fenómeno que se presenta durante los solsticios de verano e invierno, lo que confirma el trazo exacto y las investigaciones de los mayas precolombinos.

De acuerdo con este descubrimiento, validado con fotografías aéreas y satelitales, durante el solsticio de verano el Sol ilumina la parte noreste del castillo y la otra mitad exacta, es decir la suroeste, permanece en sombras.

Acompañado de autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el investigador detalló que el fenómeno observado la víspera habrá de repetirse en el próximo invierno.

Sin embargo, la parte que ayer se iluminó será la que permanezca en sombras, debido a la orientación exacta que tiene la pirámide de 20 grados 22 minutos con respecto al nororiente.

Explicó que esa investigación llevó más de 10 años para ser validada y poder confirmar una vez más que el pueblo maya tenía un alto conocimiento de los astros.

Dijo que asimismo conocían de arquitectura, ya que hasta el momento este fenómeno no se ha documentado en ningún otro sitio del mundo.

Salazar Gamboa recordó que esta serie de investigaciones iniciaron en 1993, cuando el fallecido arqueólogo Víctor Segovia Pinto documentó por primera vez el descenso de Kukulcán y posteriormente Segovia Pinto y él observaron con algunos días de diferencia el descenso lunar de la serpiente emplumada.

El investigador del Instituto Tecnológico de Mérida destacó que este nuevo fenómeno que se presenta durante el solsticio de verano e invierno, y que hasta hace algún tiempo se desconocía, es un tanto diferente al que ocurre durante el equinoccio de primavera.

Explicó que este último puede ser observado por todas las personas en la parte noroeste del castillo de Chichen Itzá, zona arqueológica nominada para ser una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo.

Por otra parte, detalló que aunque no es nuevo el descenso lunar de Kukulcán, ya fue validado por INAH, sin embargo, aclaró que no se da el mismo día que el equinoccio diurno.

Detalló que esto se debe a que entre uno y otro hay una variación promedio de 29 días y en el caso del descenso lunar de Kukulcán, responde a que se presenta durante la primera Luna llena después del equinoccio de primavera.

Al respecto, la directora del centro INAH en Yucatán, Federica Sodi Miranda, expuso que con esto se valida el alto conocimiento que los mayas tenían sobre los astros, en especial, el Sol, la Luna y Venus.

Dijo que esto se ve reflejado en sus edificaciones, como es el caso del caracol, considerado uno de los observatorios más exactos hasta la actualidad.

Estableció que era tal el interés por el desarrollo de la astronomía y las matemáticas, que de acuerdo con los códices, desde pequeños los futuros astrónomos eran obligados a vivir una vida nocturna de observación e incluso las horas que pasaban en esta tarea les provocaban deformaciones, como la aparición de jorobas. (Notimex)

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