Los cien de Slim Helú

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Los cien de Slim Helú
-América Móvil, quinta del mundo
-Plataforma sólida de negocios

    Son multinacionales, transnacionales y personalidades los que se añaden al rol de “los nuevos actores internacionales” con capacidad económica, financiera, social y pública para incidir en la implementación de programas para atender tantas necesidades de este nuestro mundo actual.
    En apariencia, muchas veces se trata tan sólo de llamar la atención para crear una vox populi, hacer eco internacional lo mismo para denunciar las minas terrestres en Angola, la hambruna en Kenya, la desnutrición en El Salvador o pedir por la condonación de la deuda externa en África.  
    No obstante,  llegan a  suceder logros importante, pequeños pasos, y es mejor hacer algo, aportar, que quedarse cruzados de brazos.
    En el área de las personalidades con proyección internacional, la figura de la princesa Diana de Gales es un icono, y a pesar de su próximo aniversario luctuoso sigue siendo un referente para los programas sociales.  Bono, el mítico cantante irlandés  de U2, también gana peso como actor relevante para pedir acciones a presidentes, primeros ministros y líderes de organismos internacionales para acelerar la ayuda humanitaria, del progreso, los compromisos para luchar contra el VIH-Sida.
    Poco a poco vemos como, el catálogo de luchadores sociales, ha pasado estafeta del área de la acción política contra la intolerancia, xenofobia,  discriminación racial, reconocimiento de autonomía e independencia; por la acción humanitaria con indicadores de desarrollo, la reducción de la violencia, la equidad de género hasta la concientización por el cambio climático, los derechos ambientales y los desastres esperados.
    En esa medida se ha hecho una carrera entre la capacidad de incidencia en el entorno de las multinacionales, transnacionales y las personalidades.
    Además muchos de estos personajes de proyección internacional e influencia social son potentados dueños de medios de producción de alcance global: un parteaguas lo encontramos con William Gates y la fundación que preside junto con su esposa Melinda Gates.
A COLACIÓN
    Carlos Slim Helú, empresario mexicano de proyección global, está sumándose a la lista de las personalidades con poder de lobby social.
El día de ayer se informó que para combatir la pobreza en el mundo surgió una iniciativa liderada por William Clinton, ex presidente de Estados Unidos, en la que distintas figuras buscan contribuir por medio de aportar cada una 100 millones de dólares. Slim Helú se sumó con sus 100 millones de dólares.
    Habrá gente que cuando lea de la vocación altruista del magnate mexicano se preguntará ¿qué son 100 millones de dólares para un archimillonario?
    La verdad es que uno se queda sin respuestas y sucede con todos los multimillonarios, lo mismo con Gates, el hombre más rico del mundo, al menos lo sigue siendo en la lista de Forbes en el ranking del 2007 con una fortuna de 56 mil millones de dólares;  de Warren Buffet que apareció como el segundo hombre más rico con  52 mil millones  de dólares no se sabe mucho de sus acciones sociales; luego en el escalón figura Slim Helú con 49 mil millones de dólares y ha manifestado una vocación de ayuda.
    Cuando se recurre a las odiosas comparaciones como cuando hacemos el ejercicio de la Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) y el gasto militar, las estadísticas son contundentes; en este caso también pueden hacerse  diversos comentarios sobre todo si consideramos que Slim Helú es el hombre de negocios en el mundo que más dinero gana cada segundo valorado en 610.85 dólares.
GALIMATÍAS
    Y es que uno puedo alegar aquello de “si verdaderamente quiere ayudar a la pobreza y eliminar las brechas que le baje a las tarifas telefónicas”, si usted está de acuerdo conmigo, amigo lector, al menos es el comentario más recurrente que puede escucharse.
    Algunos dirán que es difícil darle gusto a toda la gente y concuerdo con ello, a veces se crítica demasiado y cuando uno sale al extranjero resulta que no todo lo que tenemos en casa (lo digo en el sentido del país México) es malo. Es cierto que Telmex no es del todo eficiente, y genera muchas reclamaciones y quejas en el servicio, pero si lo comparamos con España y Telefónica, mi opinión es que estamos mucho mejor; sin embargo, con ello no quiero disculpar las arbitrariedades de Telmex.
    Además, a estas alturas la fortuna de Slim Helú está muy por encima de lo que le aporta Telmex.
    En abril de este año, la Revista Forbes dedicó un especial para analizar el caso fulgurante de Slim Helú y el notición mundial fue que el magnate rebasó en cuatro meses del 2007, a la fortuna de Buffet, al totalizar 53 mil millones de dólares.  Por ende, Slim Helú es el segundo hombre de negocios más rico del mundo, él podría pagar la deuda externa del sector público.
    Cuando en 2008, Forbes anuncie el ranking de las grandes fortunas me parece que después de Buffet, Gates puede llevarse una sorpresa.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Slim Helú es una especie de “rey Midas” todo lo que toca se convierte en oro, desde luego, no es producto de la casualidad, buena parte deriva del equipo de trabajo que le rodea con los mejores asesores y los más informados, porque contar con información real y oportuna permite tomar decisiones de compra, de inversiones, de adquirir gangas, de rentabilizar y de mover el dinero.
La mentalidad es netamente capitalista significa que un peso en el bolsillo o debajo del colchón es dinero ocioso, improductivo. El dinero es para hacerlo producir, para que rinda frutos, sea especulando que invirtiendo en fondos que en bienes raíces, inmuebles o activos fijos.
    En España, hace unas semanas, el periódico El País destacó con gran admiración que: “América Móvil, la operadora mexicana propiedad de Carlos Slim, ha superado en capitalización bursátil a Telefónica con una diferencia de algo más de 1 mil 500 millones de euros debido a su mejor evolución en Bolsa y la amortización del 3% del capital que realizó la operadora española”.

    América Móvil es la quinta empresa de telecomunicaciones del mundo por valor bursátil, en lo que va del año ha subido más de un 36 por ciento. Esta plataforma le proporciona a Slim Helú un amplio panorama para hacer negocios con cualquiera de las otras grandes operadoras de telecomunicaciones.
En poco más de quince años, Slim ha extendido su imperio en actividades comerciales e industriales. En su emporio trabajan los mejores asesores, no escatima en ello, y analiza con lupa toda clase de aparente oportunidad. Ve con tientos las alianzas con extranjeros y rechaza las presiones, de cualquier tipo, para favorecer o hacer todo lo contrario en los negocios.  

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