Productos con imagen

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Productos con imagen
-Innovaciones de escala
-Se amplía el abanico

Los productos financieros siguen el ritmo de la mundanal competencia, reinventándose y creando alternativas para captar nuevos nichos de interés.
    Por ejemplo, en España, el BBVA dentro de Acción en la Sociedad y Plan Familias otorga un préstamo nacimiento por tres mil euros para las madres que lo soliciten bajo las condiciones de un 0% y devolver en tres años previa entrega en el banco de una copia de la nómina y una copia del certificado de nacimiento o adopción.
    En México, el consorcio estadounidense Citigroup-Banamex presentó hace poco un producto que puede marcar un hito y servir de plataforma de lanzamiento de muchas otras líneas financieras casi confeccionadas “a chaleco” a la medida de un mercado segmentado por género, edad, condición sexual, física, social, familiar, cultural, situaciones de salud y de ocio.      Los  productos financieros elaborados a partir de la matriz de  salario-ingreso quedaron en el pasado.
    Así, Citigroup-Banamex presentó un seguro para el pago de la tarjeta de crédito para clientes que atraviesan problemas personales derivados de una situación de divorcio.
    La Dirección de Productos de Valor  Agregado de Banamex, tras una investigación de mercado y sondeos de opinión entre las personas de a pie  y una muestra de cuentahabientes, determinó que situaciones de tensión derivadas por un divorcio representan gastos extraordinarios o no considerados que pueden motivar a los afectados a dejar de cubrir las obligaciones previamente pactadas como  la tarjeta de crédito.
    De allí la propuesta de un seguro que los clientes pueden adquirir por un pago mensual de 48.26 pesos. En caso de consumarse el divorcio, el banco cubre el pago mínimo mensual del tarjetahabiente, hasta por seis meses.
    Otras características de este producto denominado “Protección de saldo Banamex”, es la de proteger a las personas aseguradas por una serie de  contingencias relacionadas con el nacimiento de los hijos, enfermedades, desempleo, fallecimiento, etcétera.
A COLACIÓN
    Los productos financieros están haciéndose más moldeables a las expresiones de la cotidianeidad y son cada vez más femeninos.
La creciente participación de la mujer, en casi todos los ámbitos de la esfera productiva, ha modificado el centro de atención del sistema financiero mexicano para atender nichos específicos dirigidos a un sector que ahorra, demanda tarjetas de débito, de crédito, invierte en fondos de inversión, solicita créditos de consumo y para microempresas.
Poco a poco han surgido programas patrocinados por el Women´s World Banking, en español el Banco Mundial de las Mujeres, para desarrollar esquemas de acceso a créditos y microcréditos para las mujeres tanto en las zonas urbanas como en las rurales. Existen algunas experiencias singulares.
Muhammad Yunus, autor de “Hacia un mundo sin pobreza”, fundó en Bangladesh un banco, el Grameen, que sólo presta dinero a los más pobres de los pobres, a los que carecen de toda garantía que los respalde, únicamente el honor de la palabra. Por eso el 94% de sus clientes son mujeres y el banco tiene una tasa de retorno del 98 por ciento.
En México, no tenemos una experiencia similar a la del Grameen, pero han surgido pilotos reveladores de la capacidad de ahorro y cumplimiento de la mujer (de acuerdo con los resultados preliminares del II Conteo de Población y Vivienda del INEGI, tiene la mayoría con 53 millones de mujeres, de todas las edades).
Otras cualidades son inferidas de las estadísticas de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) con datos que indican que las mujeres sufren menos accidentes al volante en comparación con los hombres. A la par, son más responsables que el hombre para el pago de las deudas contraídas.
Hace un par de años, el Bansefi junto con la Sedesol, realizaron un experimento con 500 mil mujeres en pobreza extrema inscritas al programa Oportunidades. El plan fue enseñarlas a ahorrar, sacar el dinero de la tanda de debajo del colchón, para ingresarlo a una cuenta de Tandahorro en el Bansefi.
La experiencia permitió redimensionar la cultura del ahorro en los grupos más desprotegidos económicamente hablando. Fue una sorpresa para el Bansefi, para la Sedesol y para muchos especialistas, porque se demostró que de a poquito se puede dar un paso mayor, por ejemplo destinar el dinero a becas para la educación de los hijos; piso para la vivienda; drenaje; o un taller artesanal.
Bien valdría la pena continuar con pilotos en diversas zonas rurales y urbanas, receptoras de remesas.
Otro reto es el de mejorar los programas de créditos del Gobierno Federal, masificarlos, hacerlos más accesibles y entendibles. El Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim), que depende de la Secretaría de Economía, otorga créditos principalmente a mujeres con montos que van desde los 500 hasta los 20 mil pesos.
Sin embargo, su funcionamiento es muy limitado en la atención que brinda y en la  capacidad de respuesta porque a la gente hay que enseñarla a aprovechar lo más rápido y mejor posible los recursos obtenidos a tasas altas, casi del 8% mensual, en plazos de 16 semanas.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Las mujeres y su dinámica están contribuyendo a abrir el segmento de los servicios financieros, hace algunos meses hablamos del lanzamiento de BBVA Bancomer de un seguro contra el cáncer en las mujeres.
Por otro lado, en IXE Grupo Financiero encontramos en el segmento de consumo, un crédito para mujeres que desean una cirugía plástica pero que no cuentan con los recursos suficientes para enfrentar los gastos pre y post hospitalarios. “Matices” es una línea de financiamiento para imagen personal. El crédito de IXE puede ser revolvente (por medio de una tarjeta de crédito) o la institución se encarga directamente de pagar todos los gastos, desde los honorarios de las consultas, la hospitalización, las medicinas y los cuidados post operatorios.
Los planes para pagar la deuda van  desde los seis meses hasta los dos años, a una tasa fija del 2% mensual. Los requisitos para obtener el crédito para la cirugía plástica son contar con ingresos mensuales de 10 mil pesos, entregar copia de identificación oficial y comprobante de domicilio.  Se corrobora el historial crediticio en el Buró de Crédito.
¿Qué más puede pagarse con Matices? Una serie de gastos derivados de consultas por nutrición, dietas médicas, depilaciones, gastos ginecológicos, todo lo que significa imagen y salud para la mujer.  El monto mínimo que presta IXE es de cinco mil pesos y el máximo es de 700 mil pesos.

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