Euro: penetrar en A.L.

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Euro: penetrar en A.L.
-Reservas en los bancos centrales
-Diversificar los riesgos

América Latina es muy dependiente del dólar, una divisa que en los últimos años ha padecido una recurrente volatilidad en el mercado internacional.
    Parece lejano que en la región, los bancos centrales acepten una cesta de divisas para las reservas monetarias mediante  un  mecanismo inteligente que permita amortiguar la volatilidad de una divisa debido a la fortaleza de otras.  Diversificar las divisas utilizadas para las reservas en los bancos centrales es una forma de compensar los riesgos y de abrir la economía interna al surgimiento de otros instrumentos de ahorro, inversión, financiamiento, colocación de deuda y  de cobertura.
    Empero, hay  una escasa  respuesta a favor del euro.   Por ejemplo, el Banco de México mantiene las reservas internacionales en oro y en dólares,  un flujo que, al martes 15 de mayo, reportó 69 mil 825 millones de dólares en reservas.
    Desde mi perspectiva, la  introducción del euro en América Latina traería un doble beneficio: por un lado, permitiría a los participantes del comercio exterior con la Unión Europea (UE), importadores y exportadores, dejar de depender del dólar, es relevante porque  simplificaría los procesos en los bancos y en las coberturas; este aspecto de tesorería debe ser liderado por los propios bancos centrales que al acumular euros, permitirían entonces, que el sistema financiero local tenga una parte en dólares, otra en euros; por ende, operar una cesta.
    Asimismo, con la introducción del euro enviaríamos una señal de confianza para los inversionistas extranjeros europeos, podrían crearse instrumentos financieros en euros para captar nuevos capitales y lograrían aprovecharse  los nexos comerciales que tienen en las mercancías, los bienes y servicios la razón del intercambio; pero,  en la divisa de pago, la manifestación real del negocio. Dificultades por pérdidas cambiarias son un desaliento para cualquier exportador-importador.
    La pérdida cambiaria adquiere una relevancia significativa para las empresas europeas, multinacionales y transnacionales, que experimentan afectaciones negativas por el desempeño errático del dólar.
    Recientemente  encontramos que la petrolera española Repsol YPF, reportó en el primer trimestre del año, un 3% de aumento en su beneficio,  tras enfrentar una caída del 31.8% en el beneficio operativo en el área de exploración y producción debido al descenso del  precio del petróleo y a la devaluación del dólar respecto al euro.
A COLACIÓN
La introducción del euro en los bancos centrales y  los sistemas bancarios latinoamericanos permitiría: 1) Un efecto catalizador sobre el desarrollo de los mercados de bonos monetarios integrados de Europa.  2) Incentivaría la competencia entre los bancos.  3) La mayor competitividad de los bancos y sistemas financieros en general alentaría la eficiencia en la asignación de recursos  y, a la larga, estimularía  la inversión y la creación de empleos. 4) El euro puede convertirse en una fuente alterna de financiamiento para América Latina.  4) El papel que juegan las instituciones financieras europeas en América Latina. Concretamente, desde el punto de vista de España, instituciones como  BBVA y BSCH, son bancos muy fuertes en México, Argentina y Colombia.  Las relaciones financieras encontrarían un impulso en el euro. 5) Los bancos centrales empezarían a ajustar sus reservas, dependiendo de la fortaleza de cada moneda, con la idea de diversificar riesgos.  6) La diversificación del riesgo en las carteras entre dólares y euros, tomando en cuenta que el dólar y el euro dependen de dos fundamentos económicos distintos. El dólar de las condiciones macroeconómicas y geopolíticas de Estados Unidos y el euro de las condiciones macroeconómicas de Europa. 7) Por razones comerciales, hasta el momento, la mayor parte del comercio entre Europa y América Latina es en dólares. Teniendo al  euro como referencia aumentaría el número de contratos por el lenguaje monetario común. 8)     La  consolidación de los estados contables y financieros podría ser más sencilla gracias a las  mismas expresiones monetarias; también beneficiaría la planeación y la toma de decisiones en materia de inversión.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    A la fecha,  la Unión Europea  tiene  una política neutral respecto de la internacionalización del euro.
De acuerdo con datos de Bruselas, desde la introducción de la moneda única europea, su participación en reservas oficiales en moneda extranjera aumentó desde el 13.5% en 1999 a casi el 20% en 2003. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la participación del dólar subió de  forma constante hasta el año 2001, alcanzando cerca del 67%, pero desde entonces retrocedió moderadamente al 64% en 2003.
Según datos del Banco para Acuerdos Internacionales (BPI), miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) redujeron el porcentaje de sus depósitos en dólares del 75%, en el tercer trimestre del 2001, al 61.5 por ciento.
En las decisiones involucradas habrían contado factores que iban desde la devaluación del precio real del petróleo, al estar éste definido en dólares, hasta el temor de millonarios musulmanes de un posible embargo de sus cuentas en Estados Unidos como parte de la guerra contra el terrorismo y contra el financiamiento del mismo. Finalmente, resultó que los activos en dólares de los países de la OPEP bajaron 4% entre 2002 y finales del 2004, a pesar de los altos precios del petróleo en este último año.
Por otro lado, en distintos foros económicos, representantes chinos de instituciones públicas y privadas  analizan las  devaluaciones sucesivas del dólar y las posibilidades de que el ámbito internacional converja  a un sistema estructurado por varias monedas de referencia: euro, yen y dólar.
Uno de los pasos más recientes en este proceso es la sucesión de medidas iniciadas con el anuncio del Banco Central de Rusia de modificar, desde noviembre del 2005, la paridad del rublo con el dólar, por una canasta de divisas con el euro al frente.
A finales de ese mismo año, en América Latina, Cuba aceptó la libre circulación del  euro para  fomentar el turismo con la Unión Europea y  Chile dio a conocer que los bonos emitidos serán preferentemente en euros, cuando  tradicionalmente, estaban denominados en dólares.
    En contraste, cuando a  funcionarios mexicanos del sector financiero se les cuestiona  al respecto, la respuesta es que la absoluta mayoría del petróleo nacional tiene como mercado a Estados Unidos, y eso implica seguir en la línea del dólar. Vamos, ni siquiera se barajan alternativas, se niegan todas las posibilidades.

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