Escultor rinde homenaje a Pedro Infante con su trabajo

Edgar Vázquez opina que la
cultura mexicana debe
valorarse a sí misma, para
posicionar lo más valioso
que tiene y no ser avasallada
 por lo extranjero
 Foto:
Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 6 de mayo de 2007. El domingo 15 de abril se encontraba en el Panteón Jardín entre los miles de admiradores de Pedro Infante. También una semana después, en Cuajimalpa. En ambas ocasiones, como si portara un valioso trofeo, tenía entre sus manos una miniescultura del cantante sinaloense. La primera vez, intentaba acercarse a la familia Infante; la segunda, ya formó parte del homenaje. Se llama Edgar Vázquez y ésta es su historia.

“La idea de hacer el busto en bronce de Pedro Infante surgió precisamente por el cincuenta aniversario de su muerte. Soy fan de Pedro, de su música y sus películas desde siempre. Ya es tradición familiar en mi casa, pues en mi familia casi todos son cantantes. Como anécdota curiosa te cuento que a mi padre, en su juventud, estuvieron a punto de presentárselo para que lo apoyara para ser cantante, pero eso ya no sucedió, pues Pedro murió en el accidente aéreo. Me gusta realizar proyectos por iniciativa propia y quise rendir un homenaje a Pedro a través de mi oficio.

“Para un artista es importante retroalimentarse con los comentarios de la gente, por eso uno siempre anda en busca de espacios para exhibir su obra. Fue así como se me ocurrió ir al Panteón Jardín el 15 de abril, para que lo viera la gente. Tuve la oportunidad de acercarme y conocer a las hijas de Pedro, quienes vieron con buenos ojos mi trabajo y muy amablemente me pidieron que esté presente en algunos eventos, como aquí, en Cuajimalpa. Creo que como una muestra del cariño que la gente siente por Pedro, cariño que se manifiesta en la numerosa presencia de la gente en estos eventos, en la vigencia de su obra en los medios, en pinturas, publicaciones, esculturas…

“Al parecer existe la intención de que podamos hacer juntos algún proyecto escultórico referente a Pedro, pero aún no hemos hablado de algo en concreto, pues están muy ocupados por todos los homenajes que se están llevando a cabo. Ojalá podamos hacer algo, ya que me emociona sobremanera el poder participar de manera oficial en los festejos al ‘Ídolo de Guamúchil’. En caso de que no se pueda, me conformo con haber podido mostrar mi obra a los descendientes de Pedro y de que ellos, generosamente, hayan presentado mi obra al público y a los medios. Estaré por siempre agradecido con ellos por ese detalle.

“También soy admirador de don Jorge Negrete, pienso que ha sido una de las voces privilegiadas que ha tenido este país y que debiera estar más presente en la memoria de la gente. El otro día me di mi vuelta en Garibaldi y me encontré, como debe ser, con las estatuas de Pedro, José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel… ¡pero no encontré la de Jorge Negrete! Por más que pregunté a los mariachis que ahí se encontraban, nadie me supo dar razón. Eso me pareció grave, pues don Jorge es una de las figuras más representativas del charro en México, por lo que me propuse realizar un proyecto escultórico del gran cantante.

“Ahora que estuve presente en los homenajes a Pedro Infante tuve el privilegio de acercarme a su nieto, Lorenzo Negrete, y aparte de constatar que verdaderamente es heredero de esa gran voz, acordé presentarle el proyecto una vez que lo termine. Mi intención es, en caso de que le guste el proyecto, ver si es posible con su apoyo, ya sea moral o de cualquier otro, conseguir los medios para poder llevar a cabo una escultura de tamaño natural de su abuelo, ya sea en Garibaldi o en cualquier otro lugar digno de él. Estoy por terminar el anteproyecto, ojalá y todo salga bien.

“En estos tiempos de globalización, pienso que estamos viviendo una época en la que cada cultura debe valorarse a sí misma, para posicionar sus productos culturales más valiosos en los distintos escenarios que ahora existen, para no ser del todo avasallados por otras propuestas que pueden ser enriquecedoras si se está seguro de la identidad propia, pero que en caso contrario puede ser lamentable. La música ranchera en todas sus variantes ha conseguido reconocimiento a nivel mundial, y en ese sentido Pedro Infante y Jorge Negrete son dos de sus máximos exponentes. En su momento fueron los ídolos en este país y en otros, eso no debemos olvidarlo, más bien retomarlos y reprocesarlos sin que pierdan su esencia. Se están haciendo intentos por revalorar personajes u obras que en otros tiempos tuvieron mucho éxito, tal es el caso de El Santo o de El Chavo del Ocho, de quien se ha hecho ya una serie animada. Así debiera suceder con Pedro Infante y Jorge Negrete, hacer que las nuevas generaciones los redescubran y exportarlos a otras culturas, obviamente cuidando mucho la calidad, pues parte de la globalización es la competencia agresiva que ahora existe.

“En cuanto a mi trayectoria, básicamente puedo decir que estudié en la Academia de San Carlos y que me he desempeñado en la realización de escultura y dibujo para clientes particulares. Mi trabajo se ha enfocado en realizar piezas de personajes históricos y famosos, soy aficionado a leer e investigar biografías de gente que ha trascendido y tengo la idea de que parte del carácter o la personalidad se refleja en nuestro físico. Modelamos nuestro cuerpo de acuerdo con el estilo de vida que hemos llevado y si lo ve uno desde esa perspectiva, observar las formas propias o del otro, para profundizar en el autoconocimiento, puede ser una experiencia fascinante. El estudiar y modelar los rasgos de un personaje importante me ha ayudado a entender un poco, sólo cada vez un poco más, la complejidad humana, y pienso que ésa es una de las razones por las cuales estamos aquí, para tratar de entendernos”.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

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