“De nube en nube”, de Federico Bañuelos, un banquete guitarrístico

Una antología de auténticas joyas
 musicales interpretada con
una maestría inigualable
Foto: Azteca21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 21 de abril de 2007. Sin lugar a dudas, escuchar música para guitarra no es muy común ni frecuente en la radio cultural y en las salas de concierto de México, por eso es laudable encontrar un disco que no sólo nos brinda la oportunidad de acercarnos a este tipo de música, sino que también tiene la virtud de ser una especie de mosaico o antología, con lo que nos ofrece una visión panorámica de su evolución o desarrollo a partir de auténticas joyas.

Si a lo anterior le sumamos la ejecución limpia y emotiva del instrumentista, así como un cuadernillo con información valiosa y oportuna, no es aventurado afirmar que “De nube en nube (Quindecim Recordings/Universidad Autónoma Metropolitana, México, 2005) es un disco que cumple con la premisa doble de deleitarnos y enseñarnos, o lo que es lo mismo: deleita enseñando o al revés.

Por supuesto que el aspecto esencial es el de deleitar, el de propiciarnos un gozo estético, un placer sensual e intelectual; de hecho, leer el cuadernillo es opcional y hasta innecesario si sabemos lo suficiente de los autores reunidos por el maestro Bañuelos.

En este caso, los compositores seleccionados son Silvius Leopold Weiss, Johann Michael Kühnel, Fernando Sor, Ana Lara y Mario Lavista; es decir, muestras del repertorio guitarrístico del siglo XVII al XXI, con evidentes lagunas, plausibles y previsibles en toda antología.

Los dos primeros autores son dos connotados maestros de la música barroca, cuyas obras seleccionadas, “Sonata Dresden Nº 5” y “Suite en re menor”, respectivamente, son un buen ejemplo de su genio y virtuosismo, en las que podemos advertir la pasión, conocimiento y dominio técnico de Bañuelos, quien pone toda su alma y su sangre en la interpretación.

En el caso de Fernando Sor, “Introduction et Variations Sur l'Air: Marlborough” es el tema elegido por el guitarrista mexicano para mostrarnos la madurez del lenguaje musical de este instrumento en el siglo XIX, que va saliendo del clasicismo y se inserta dentro del romanticismo de manera casi natural, con su fuerte aire español.

Después, súbitamente, nos sumerge en la música contemporánea mediante las piezas de dos compositores mexicanos, Ana Lara y Mario Lavista, cuyo conjunto de su obra forma parte de la historia musical reciente de nuestro país. En el caso de la primera grabó “Ocho haikús”, donde se puede apreciar la diferencia de lenguaje, incluso de técnica, y se nos brindan pasajes, escenas, que (me) sugieren momentos nocturnos, íntimos, intensos en su fugacidad. En cuanto al segundo compositor, eligió “Tres miniaturas”, piezas de amplia resonancia y de intensa significación, pues parecieran evocar el temperamento humano, fluctuante entre la lasitud y la exaltación, entre la lentitud y la velocidad.

Cabe mencionar que, para cada tipo de pieza (la barroca, la romántica y la contemporánea), el maestro Federico Bañuelos empleó guitarras que se acercan al sonido que cada autor consideró en su composición. Así, en las dos piezas iniciales utilizó una guitarra en sol, construida en Paracho, Michoacán, por Daniel Caro; en la pieza de Sor empleó una guitarra clásico-romántica, construida en Italia en la primera mitad del siglo XIX, y para las piezas de los compositores nacionales usó una guitarra moderna construida por Manuel Cáceres en Madrid en 1982.

Por último, la grabación de “De nube en nube” (título tomado de uno de los haikús en los que se basó Lara para su composición) se realizó en abril de 2005 en la biblioteca del Ex Convento del Desierto de los Leones, construcción del siglo XVII ubicada al poniente de la Ciudad de México.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

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